DE COMO MANUEL ME CONVIRTIO EN CIUDADANO DEL MUNDO Estoy preocupado porque ninguno de Sedesol, Sedatu o del ayuntamiento me ha venido a tomar mis datos porque yo también soy damnificado. Sucede que llegaron las lluvias de Manuel y se llevaron el pedazo de tierra donde nací, y de golpe y porrazo me convirtieron en ciudadano del mundo, sin patria chica y sin perro que me ladre, porque mi amado perro Brincolín murió hace muchos, muchos años en Tlapa. Y además estas lluvias dificultan el cumplimiento de mi última voluntad. Nunca supe bien a bien el lugar donde nací: en mi acta de nacimiento dice que llegué al mundo en el ejido Ahuacatitlán, municipio de Tlalixtaquilla, con sólo 483 habitantes según las desconfiables cifras del gobierno. Pero ellos no me reconocían como su paisano, y decían que yo había nacido en los suburbios de las cuatro casas de Barranca Pobre, que están frente a Ahuacatitlán. La verdad es que nací en medio del sembradío de maíz de mi padre, unos días después que él había sembrado su milpa de temporal. Y como mudo testigo de mi llegada al mundo y donde enterraron mi ombligo, estaba un guaje al pie de la casita hecha de carrizos y zacate, igual que la de nuestros vecinos distantes. Hoy eso pasó a la historia, me cuentan. El río reclamó su cauce y arrasó el lugar donde nací. Seguramente los de Protección Civil hoy regañarían a mi padre por construir la casa para su familia de ocho hijos y esposa no en la ribera del río sino dentro del cauce del río. Pero la necesidad era grande y los riesgos calculados, pocos. Las lluvias de Manuel me volvieron a la realidad. Los de Barranca Pobre no nos querían a cuatro hermanos que nacimos bajo el guaje sembrado por mi padre, seguramente por plebeyos, y los de la metrópoli de Ahuacatitlán tampoco, por ser hijos de un esforzado campesino que vivía literalmente en los surcos de su sembradío y una industriosa ama de casa. Así que desde hace muchos años, 26 para ser exacto, soy refugiado en el albergue de Chilpancingo y hace unos días Manuel me arrebató el pedazo de tierra donde nací y me convirtió en ciudadano del mundo. Adicionalmente Manuel me puso dos tareas: encontrar las coordenadas del lugar donde nací, para que ahí vayan a tirar mis cenizas, porque seguramente mis sobrevivientes no querrán ir hasta allá por tierra sino en un helicóptero. Y la segunda es ahorrar para dejar pagado mi último vuelo, a esa tierra tan alejada de la mano de Dios y tan cerca de la corrupción gubernamental. Así cumpliré mi ciclo vital, regresar al lugar de donde salí. Y aspiro a regresar cada tiempo de aguas en diversas formas de la naturaleza, pero eso desgraciadamente eso ya no dependerá de mí... ni de Manuel.
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 23:40:53 +0000
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