DE FERNANDO PATRON EN "LA DEMOCRACIA" :Durante la última semana de mayo y la primera de junio, el ex integrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) Amodio Pérez, ausente, publicó una serie de cartas en las cuales reveló detalles sobre sus acciones como tupamaro y su separación del MLN-T debido a divergencias con la conducción oficialista del movimiento, lo que derivó en abundante cantidad de páginas, con titulares y notas de prensa. En respuesta a través de distinguidos espacios proporcionados por los medios, quienes fueron compañeros de Amodio Pérez, lo acusan de traidor. ¡¿Qué me importan las peleas intestinas y traiciones entre ellos, cuando ocultan la traición global en perjuicio de la república por muy buenas que sus intenciones quieran calificarse?! Desde comienzos del Gobierno de Juan María Bordaberry en 1972 recrudeció la violencia del MLN-T contra el Estado y la respuesta de las Fuerzas Conjuntas (FFCC) en jornadas sangrientas y de muerte. Entonces, en ejercicio de sus funciones establecidas en los arts.31 y 85 de la Constitución, como demócrata, liberal y entendiendo que el Estado necesitaba de instrumentos para defenderse dentro de la legalidad, Wilson votó la declaración del Estado de Guerra interno y la suspensión de las garantías individuales solicitados por el Poder Ejecutivo y propuso disponer una comisión investigadora del Senado sobre la actuación de los grupos paramilitares, los procedimientos que seguían las FFCC y el tratamiento que aplicaban a los detenidos. Con Carlos Julio Pereyra, desde el Poder Legislativo, habían efectuado una serie de denuncias e interpelaciones a Ministros de Estado, entre ellos Industria y Comercio (Jorge Peirano Facio) y Ganadería y Agricultura (Jaime Montaner) en mayo de 1969 y Economía y Finanzas (César Charlone), en abril de 1971, produciéndose las correspondientes renuncias o destituciones. Un año después, en octubre de 1972, el ex Ministro de Industria y Comercio, Jorge Peirano Facio y los jerarcas del Banco Mercantil, fueron enviados a prisión por disposición de la Justicia, confirmando las denuncias realizadas en las interpelaciones. El 9 febrero de 1973 (con el MLN-T militarmente derrotado y presos sus protagonistas), Bordaberry comienza un proceso totalitario mediante el conocido Golpe de Estado apoyado entusiastamente por la Universidad, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay(FFEUU) y la Convención Nacional de Trabajadores(CNT), hoy Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) y el resto frenteamplista; seguido por la implantación de la dictadura el 27 de junio con la disolución de las Cámaras Legislativas, cumpliéndose ayer 40 años. Esto confirma que no corresponde arremeter contra el Estado y sus instituciones para lograr reducir la corrupción o imponer ideas. Wilson, el día anterior en un acto había sentenciado: “El tupa, cualquiera que fuera la intención que anidara en el fondo de su alma, era un hombre convencido de que todos los caminos de esperanza estaban cerrados y que la única forma de conseguir las cosas era encarcelando, o secuestrando, o matando, o empujando. El tupa, significaba una explosión de esta auténtica falta de fe. Nosotros creemos que el camino es otro, es el del respeto de la opinión ajena, el respeto de toda opinión honrada, y aún de la que no consideremos honrada. La posibilidad de que cada uno exprese, y diga lo suyo y pelee por ello…¡A fin de cuentas Uds. saben bien que estamos al borde del Golpe y a horas, a minutos, de la instauración de una dictadura militar; ¡y que si no quisiera el Partido Comunista y la CNT aquí no habría dictadura militar!” Los tupamaros presos en el Batallón Florida, desde esos momentos acordaron una tregua y mejor trato carcelario con las FFCC a cambio de aportarles datos de dirigentes políticos, legisladores y empresarios que ellos entendían como corruptos; las FFCC efectuaban las detenciones ilegales y Bordaberry enviaba las solicitudes de desafuero al Parlamento; la última fue la del Senador Enrique Erro (Mov. Patria Grande-Frente Amplio). Amodio Pérez, también preso, escindido del MLN e integrándose a las FFCC desde fines de 1972; había hecho su negocio proporcionándoles información del MLN-T y obteniendo con otros ex MLN-T, los mismos beneficios y objetivos que el oficialismo tupamaro en el Batallón Florida. Reunidos con militares, trazaron un plan de desprestigio de los representantes políticos con publicistas que incluía la edición de un libro escrito por Amodio, todo esto muy bien comprobado y con gran valor por el Senador del Partido Nacional, el Escribano Dardo Ortiz. El objetivo común de Amodio y los tupamaros oficialistas -con las únicas diferencias personales, orgánicas y estratégicas- era el mismo: atentar contra el Estado apoyando a las FFCC, desacreditando a los representantes de la ciudadanía a fin de instalar un Gobierno Popular. Bordaberry, que ya había entrado en el proceso acordado por militares y tupamaros, envía al parlamento en mayo de 1973 la solicitud de desafuero del Senador Erro y al no obtener los votos requeridos, aprovechó la oportunidad como excusa para disolverlo el 27 de junio. Como en la solicitud se mencionaba que Erro había coparticipado en delitos con el sedicioso Amodio Pérez; se expresaban las acusaciones delictivas de Erro, pero nada de Amodio pues obviamente había negociado con las FFCC. En la sesión parlamentaria, Wilson preguntó cuáles eran los delitos y situación de Amodio Pérez y al no respondérsele, afirmó que no votaría ni el desafuero de Erro ni ningún otro desafuero hasta que no se le conteste la pregunta y se le presenten pruebas. Lo acompañaron varios legisladores del Partido Nacional destacándose la intervención de Washington Beltrán señalando los disparates jurídicos contenidos en la solicitud de desafuero. El Partido Nacional, había procedido defendiendo el régimen democrático y republicano en excelente trabajo de equipo que hoy los blancos estamos extrañando. La traición es una actitud que indica el quebrantamiento de la fidelidad que se debe guardar. Los afectados por ese quebrantamiento pueden ser una Comunidad, personas o valores como el honor, la República, el Estado y la libertad. Los autotitulados izquierdistas solo recuerdan y publican sus traiciones y peleas internas que a ellos afectan. Entre otras, omiten las que efectuaron en perjuicio de la República: el levantamiento guerrillero contra el Estado, su apoyo al Golpe de 1973, los arreglos con militares para continuar con la disolución del Parlamento e instalación de la Dictadura. Mientras muchos de ellos estaban presos por aquella, el Dr. Tabaré Vázquez saludaba al dictador Gregorio Álvarez en su asunción y el Frente Amplio conducido por el Gral. Seregni pactaba la impunidad con la dictadura en el Club Naval. Hoy continúan en la misma senda, ya en reiteración real: se autocalifican como socialistas, pero los servicios públicos de Salud, Seguridad y Educación usados por quienes cuentan con menos recursos, no funcionan; se proclaman defensores exclusivos de los derechos humanos, mientras fomentan el aborto y permiten la delincuencia y definiéndose republicanos, no permiten con sus votos las comisiones investigadoras parlamentarias ante posibles hechos de corrupción o de mala gestión, proyectan una Ley de Medios atentando contra la libertad de información y pretenden -como la Dictadura- liquidar a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) para someter el Poder Judicial al Ejecutivo. El asunto es que nos crean a nosotros y no a ellos.
Posted on: Sun, 30 Jun 2013 22:46:35 +0000
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