DE VUELTAS CON GIBRALTAR Es sabido que cuando los turistas alemanes e ingleses descubrieron las bondades del clima de Mallorca, o Canarias, comenzaron a comprar propiedades para establecerse allí de tal manera que hay zonas, y más concreto, bares, donde los “indígenas” –nosotros, los españoles- tenemos prohibido el acceso. Y, por lo visto, ya queda poco por vender o comprar dado que llegaron con dinero contante y sonante y los indígenas se bajaron los pantalones y vendieron a su propia hermana… Ahora, con todo el rollo de Gibraltar que si es español, inglés o de quien sea, nos encontramos con otra realidad en la que no habíamos pensado: todo el material de relleno para construir, ampliar, y extender lo que solo era un peñón –según el diccionario: elevación más o menos grande de rocas y peñas- y convertirlo en la ciudad que es, con cientos de hectáreas robadas al mar , y a España, claro, todo ello ha sido rellenado con rocas, piedras, escombros y arena española que, por otra parte, enriquece a algunos que, durante el aperitivo, gritan: “¡Gibraltar español!”. Y es que aquí, por ganar un duro, somos capaces de vender la cuerda con la que nos van a ahorcar…
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 17:13:55 +0000
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