DEMASIADO RICO EHH!! ****DEL TRABAJO A LA CASA**** Entre la - TopicsExpress



          

DEMASIADO RICO EHH!! ****DEL TRABAJO A LA CASA**** Entre la poca iluminación de las callejuelas que forman el barrio y la gente que de una manera instintiva hacen recelar suelo ir bastante rápido desde la calle principal donde me suele dejar el taxista hasta mi casa. En parte debido a esto y en parte a mis padres que suelen protestar de la ropa que llevo porque dicen que es muy atrevida, siempre llevo algún abrigo o chaqueta que me cubra bastante, así cuando salgo de casa mis padres no se fijan tanto y a la vuelta no llamo tanto la atención por la calle. Desde hace unos meses trabajo en una discoteca para ganar algún dinero, por suerte hay un pequeño vestuario y no tengo que ir por la calle con la ropa de trabajo, Lisa, mi compañera en la discoteca, es algo mayor que yo y suele llevarme a mi casa en coche cuando acabamos, salvo que le salga algún rollo y claro me deje colgada que es cuando tengo que coger un taxi. Aquella noche, a Lisa le salió un plan y se fue rápido, yo me entretuve y cuando me di cuenta se había ido cerrando el vestuario y llevándose las llaves, me quedé sin poderme cambiar y con aquella ropa que prácticamente era lencería, me empecé a preocupar pues no sabía cómo volver a casa por todo lo que he contado antes, en eso que Jorge, uno de los porteros me vio y se ofreció ante mi apuro, a llevarme a casa. Le dije que sí, aunque no me hacía demasiada gracia, era un tío musculoso de gimnasio, en alguna ocasión lo había visto manoseando a chicas que por no tener la edad de entrar en la discoteca se dejaban a cambio de que él las dejara pasar, siempre presumía de haber cogido con una o con otra, en fin, un hombre que no me gustaba. Cerraron el local y nos dirigimos los dos al coche, me dejó la cazadora para cubrirme por la calle, me senté y él arrancó el coche, por el camino, distraídamente iba poniendo la mano en mi muslo a cada cambio de marcha, no dije nada pensando que no tenía importancia y al fin y al cabo me estaba llevando a casa. De reojo podía ver como su bulto crecía a medida que circulábamos, no estaba mal dotado; el pantalón, de tipo chándal no retenía en lo más mínimo la erección por lo que pronto fue muy evidente, su mano ya no rozaba mi muslo, más bien se había parado en él, y lo acariciaba rozándome la entrepierna con el dedo pequeño, me empezó a gustar y él se dio cuenta, ya sin ningún reparo empezó a acariciarme por encima del minúsculo tanga que usaba para bailar, era incluso más pequeño que los que suelo usar para vestirme normalmente, casi sin darme cuenta fui abriendo las piernas permitiéndole que jugara con mi vagina, sus dedos ya buscaban mi entrada por el lado de la tanga, alargué la mano para acariciar su verga, estaba súper tiesa y pugnaba por salir del pantalón. Detuvo el coche en una calle con poca iluminación, sus intenciones eran claras y por supuesto las mías también, se bajó el pantalón y me puse de rodillas en el asiento para poder chupársela mientras él metía y sacaba sus dedos de mi vaginita que ya estaba completamente mojada, mi boca comenzó a succionar su verga, mientras él que ya me había quitado la parte de arriba de un tirón, chupaba mis pechos y metía dos o tres dedos en mí. Me corrí un par de veces antes de que él, arqueando la espalda y entre espasmos y gritos de placer descargara dentro de mi boca su cargamento de leche, me tenía cogida por la cabeza y me la tragué para no ahogarme, aunque era algo que no me gustaba hacer. Quedé junto a él, cansada del esfuerzo y del placer, mientras él exprimía su pene sacando las últimas gotas de semen. Me incorporé, subí la cremallera de la cazadora que aún llevaba puesta y le dije que me llevara a casa, que era muy tarde ya. Jorge me miró, todavía tenía su polla entre los dedos, seguía igual de firme, y me dijo: Esta todavía quiere guerra. Otro día, hoy es muy tarde; repliqué, aunque no era virgen, para mí hacer el amor era algo que no hacía con cualquiera. No me vas a dejar así dijo casi gritando. Me cogió por la fuerza y me sentó mirando para adelante sobre él, notaba su polla en mi culo, empezamos a forcejear, me tenía bien cogida y con los movimientos empezaba a notar ya como la cabeza de su pitote se apuntalaba en mi ano, en mi desespero por liberarme le di un codazo justo en un ojo, me soltó y aproveché para prácticamente saltar del coche y salir corriendo. Llegué a la esquina, miré y seguía dentro del coche, me recompuse como pude y comencé a andar rápido. Estaba asustada, sólo llevaba la cazadora y el tanga que quedaba a la vista, algún coche que pasaba aminoraba la marcha para verme, me tapaba como podía pero la chaqueta no llegaba más debajo de ninguna manera. Todavía faltaba un buen trozo hasta casa. A un par de calles llegué a una zona donde había prostitutas, entonces me di cuenta que más o menos iban vestidas como yo, me tranquilicé, allí no llamaba tanto la atención, reduje la marcha para descansar un poco, me miraban pero nadie me dijo nada, algún coche se paraba a mi lado y oía que decían ¿cuánto? Primero no entendí, pero enseguida comprendí que querían saber el precio de mis servicios, sin hacerles caso seguí andando. Se paró un coche deportivo junto a mí, dentro iba un hombre de unos 50 años, me preguntó como los otros, primero ni le miré, pero siguió insistiendo hasta que grité: ¡¡¡Déjame en paz!!! Pero qué te pasa; me dijo, nada que me dejes. ¿Necesitas ayuda? Paré en seco al oír aquello, me lo miré y me acerqué a la ventanilla. Sí, necesito ayuda. ¿Qué te pasa? Me podrías llevar a casa y te lo explico. De acuerdo, sube, era un hombre atractivo, con alguna cana pero bien conservado, delgado y aparentemente buena persona. Le di las gracias y le conté lo que me había pasado hasta aquel momento. Esbozó una sonrisa y me dijo que no me preocupara, que él me llevaría a casa. Arrancó el coche y empezó a circular, al poco rato miró su reloj, eran las cinco de la mañana. Me va a fastidiar el plan, llevarte a casa ¿Por? Pregunté. Soy médico de urgencias y entro de turno a las seis, no me va a dar tiempo a volver a coger alguna prostituta. ¿Te gusta hacerlo con putas No, pero voy muy caliente, y hasta dentro de 24 horas no salgo del hospital. Vaya, lo siento, ¿no estas casado? No, divorciado. Mientras conducía miraba mis piernas, no hay duda en lo que estaba pensando, aunque no me apetecía me sentía muy agradecida y como realmente no estaba mal le dije: Ya que me llevas, ¿cómo te lo podría agradecer? Tu misma; dijo mientras se acariciaba el paquete. ¿Te gusto? dije mientras bajaba la cremallera de la chaqueta y dejaba mis tetas a la vista. ¡¡¡Muchisimo!!! Venga, para, que te voy a hacer un apaño dije sonriendo. Ok. Se paró enseguida, me dijo que le excitaba hacerlo sentado en el coche y yo fuera con la puerta abierta, me bajé y fui a su lado del vehículo, abrió la puerta y sacó las piernas fuera, su verga empezó a crecer gracias a mis caricias, se la saqué y comencé a pasar mi lengua como si fuera un helado, no era muy larga pero de buen grosor, me costaba metérmela toda en la boca, una de sus manos acariciaba mis tetas mientras que con la otra marcaba el ritmo de la chupada, no pude evitar tocarme y jugar con mi clítoris mientras me comía aquel pedazo de carne, cada vez iba más deprisa y empezaba a dolerme la mandíbula cuando soltó un gran chorro de leche que se coló directo por mi garganta, también me la tragué pues él no me soltaba y seguía empujando mi cabeza hacia abajo, nunca me la tragaba y aquella noche llevaba ya dos raciones. No me llegué a correr, cosa que me fastidió un poco, me incorporé y de repente metió sus piernas dentro del coche y arrancó, me dejó allí de pie, mirando cómo se iba, solo acerté a gritarle algún insulto pero me quedé allí pasmada. No pude evitar pensar que más valía haber hecho de puta y haberle cobrado, al menos ahora tendría para un taxi, ya no estaba lejos de casa pero quedaba el peor trozo, me tranquilicé pensando que eran casi las seis de la mañana, a aquella hora poca gente habría por la calle, incluso vi a alguno que se iba a trabajar. Aceleré el paso, ya dentro de las callejuelas del barrio casi corría, faltaba una calle para llegar a casa cuando al girar una esquina prácticamente choqué con un hombre. Caí encima de él, nos quedamos los dos sorprendidos, nos quedamos quietos sin movernos, él estirado en el suelo y sobre él, le dije: Lo siento. No importa cariño; contestó, mientras sus manos ya me agarraban por las nalgas. Es que iba atolondrada. De verdad, no importa, además yo ahora estoy muy cómodo; dijo riendo, sus manos apretaban con fuerza mi culo y enseguida noté algo duro en mi abdomen. Lo siento; volví a decir intentando incorporarme. Siempre vas con el culo al aire. Nooo, ha sido una noche complicada; me levanté, aunque él no me soltó una de las manos. - - ¡Has puesto cachondo al morito! Y a los moritos eso no se les hace y luego te vas alegremente; dijo cambiando el tono de voz que ahora se me antojaba amenazante ¡¡¡Déjame o grito!!! Si gritas te corto el cuello, puta; sacó una navaja y poniéndola junto a mi cuello me arrastró hacia un portal. ¿Qué me vas a hacer?; estaba aterrorizada. ¿Tú que crees? Entramos en una portería, cerró la puerta detrás nuestro, me tenía cogida del brazo mientras con la otra mano aguantaba la navaja que notaba fría en mi cuello. Si te portas bien no te pasara nada. Por favor, no me hagas daño. Si haces lo que te diga dentro de un rato llegarás a casa como si nada, de lo contrario acabarás en el hospital, y total te va a pasar lo mismo, así que tú misma. Asentí con la cabeza, subimos la escalera y llegamos a la azotea del edificio, salimos al terrado, aún era oscuro. Quítate la chaqueta. Como quieras; dije, y me la quité. También los zapatos, pero el tanga déjatelo. Sí ; lo hice y me tranquilicé al ver que se guardaba la navaja. Quiero que me la chupes, ven ponte de rodillas. Me puse delante suyo, me arrodillé y esperé a que se la sacara, cuando lo hice casi di un grito de sorpresa, era la polla más grande que había visto en mi vida, era gruesa y larga aún flácida, empezó a moverla y la erección no tardó mucho en hacerme ver lo descomunal del aparato, los árabes tienen fama de tenerla grande pero aquel hombre era una pasada, instintivamente se la cogí y comencé a menearla yo, él se dejó hacer, la besé, pasé mi lengua por todo su capullo rosado, seguía creciendo, recorrí toda su longitud con la lengua, me estaba excitando y hacía frío de madrugada, mis pezones estaban ya duros, intenté metérmela en la boca pero quedaba casi toda fuera, comencé a chupar a la vez que me tocaba las tetas, él movía sus caderas como si estuviera follando, de hecho me estaba follando la boca ya que no podía ni chupar con aquel trozo de carne dentro, lo más que podía hacer era mantenerla abierta. Una de mis manos ya había bajado el tanga hasta las rodillas, mis dedos entraban y salían de mi rajita frenéticamente, estaba muy caliente, levanté la mirada y miré a la cara, sin pensarlo dije en un murmullo: cógeme. ¡Qué dices, zorra! Que me cojas; dije un poco más alto. Ponte a cuatro patas como las perras. Me puse enseguida, mi panocha palpitaba chorreando, esperaba tener dentro aquel descomunal pitote, mi mirada le imploraba que la metiera y él de rodillas detrás mío la pasaba por la entrada de mi rajita y por el orificio de atrás, todo mi cuerpo temblaba esperando la embestida y de repente noté cómo lentamente se abría mi cuerpo al paso de aquel pedazo de carne que entraba, me dolió pero no por eso dejé de empujar mi cuerpo hacía detrás, me estaba empalando yo misma, él muy despacio empujaba y retrocedía para ir acomodándola toda dentro, menos mal que estaba muy mojada y eso facilitó que fuera entrando, cuando noté sus huevos entre mis piernas supe que increíblemente había entrado toda. Entonces comenzó un va y ven lento pero completo, prácticamente la sacaba toda y la volvía a meter, me volvía loca de gusto, sólo tuvo que acelerar levemente para que comenzara una serie de orgasmos consecutivos, notaba como mis fluidos corrían por mis muslos (incluso creo que me oriné del gusto), aquella perforadora entraba y salía sin piedad y me estaba volviendo loca. Empezó a jugar con mi puerta posterior, introdujo sus dedos uno a uno por mi culo, parecía que me iba a partir en dos, noté dos, tres hasta cuatro dentro mío, nunca lo había hecho por detrás y me empezó a doler bastante, le dije que parara pero parecía que le excitara que me doliera con lo que cada vez me lo hacía más fuerte, claro que con lo que estaba gozando, no debieron ser muy convincentes mis súplicas de que parara. Para, ¡¡¡me vas a romper!!! Grité con los 4 dedos dentro del culo y su verga bombeando en la vagina. Eso es lo que quiero, romperte el culo precioso que tienes, putita. Sigue, ¡¡¡sigue cogiéndome!!! Decía yo, mientras me corría una y otra vez. Te gusta ¿eh? Zorra blanca. Siiiii, más... mmmmm... no pares... Muévete, que va a ser la mejor cogifa de tu vida, zorra. Por supuesto yo no paraba de moverme, nunca había experimentado tanto placer, mis rodillas sangraban de rozar contra el suelo, tenía mis nalgas rojas de los cachetazos que me daba y los pezones doloridos de los pellizcos que de vez en cuando me hacía. Tenía un charco de flujo en el suelo, entre mis piernas, la sacó y comenzó a meterla por mi culito virgen hasta aquel día, con lo dilatado que estaba por sus dedos entró con cierta facilidad, me sorprendí incluso de que no me doliera casi, notaba aquel cañón que entraba dentro mío, notaba cada centímetro. De repente de un solo golpe la acabó de meter, vi las estrellas, abrí la boca todo lo que pude, como si fuera a salir por ella atravesando todo mi cuerpo, no podía ni gritar, los ojos muy abiertos y todo mi cuerpo tenso, desde luego me había metido en el culo toda la polla, sus huevos rebotaban contra mi coño, empezó a moverse con rapidez, y se corrió dentro de mi culo, noté cómo me inundaba de semen caliente, su leche salía a borbotones dentro mío, la podía notar. La sacó y dándome la vuelta me hizo que se la limpiara con la lengua, en otras circunstancias no lo hubiera hecho, pero estaba tan alucinada que no me importó los restos de excrementos y de leche que me tragué, sin dar tiempo a nada volvió a moverse con su verga dentro de mi boca y se la chupé y dejé bien limpia hasta que se corrió, tragándome una vez más toda su leche, que para no gustarme aquella noche llevaba tres raciones. Quedamos los dos estirados, completamente laxos, él vestido, sólo se había sacado la verga, yo completamente desnuda, empecé a temblar de frío, aquel arabe se sacó la gabardina que llevaba y me cubrió, me abrazó y estuvimos un rato en silencio. Por fin dijo: ¿Me denunciarás? ¿Después de lo que me has hecho gozar? ¿Te ha gustado? Mucho, nunca me había corrido tantas veces, creía que era imposible. Siento haberte amenazado con la navaja, no sé qué me pasó. No importa, mientras no la saques nunca más, claro. Nunca más, te lo juro. ¿Me acompañas hasta mi portal? tengo que llegar a casa. Claro, vaya a ser que te pase algo malo; dijo con una sonrisa. Quién sabe, con la noche que llevo. Reímos los dos, me puse el tanga y la cazadora de Jorge y del arabe me cubrió con su gabardina, bajamos a la calle, ya había gente, eran las siete de la mañana, andando notaba cómo por los muslos bajaba una mezcla de flujos, sangre y semen que salían de mi culo a cada paso, menos mal que ya estaba en casa y podría ducharme. Me despedí de él en el portal, le besé y le dije en qué discoteca trabajaba, me aseguró que iría el fin de semana próximo. Cerré el portal detrás mío, mis padres se van a trabajar a las seis y media, en casa sólo estaría mi hermano durmiendo, no había peligro de que me vieran. Por fin en casa. Dije al entrar por la puerta- menuda noche ¿Pero no había acabado del todo? Parecía que después de lo acontecido aquella noche, por fin podría descansar, me quité la chaqueta y antes de nada me dirigí al baño, deseaba meterme en la ducha y limpiar mi cuerpo pegajoso de esperma del Árabe, sin hacer ruido para no despertar a mi hermano Juan Carlos, me metí en el baño y cerré la puerta, no me di ni cuenta que en aquel momento se abrió la mampara de la ducha y apareció Jacobo, el amigo de Juan. Él estaba completamente desnudo, se había acabado de duchar y yo sólo llevaba el tanga (del que ya no se apreciaba el color de lo sucio que estaba) y los zapatos. Mis rodillas estaban con pequeñas heridas de haber estado de rodillas en aquel terrado. Me miró sorprendido y yo más todavía. ¿Qué haces aquí? acerté a decir, Tu hermano me invitó a quedarme a dormir, y me he levantado pronto pues hoy tengo que trabajar; me miraba con la boca abierta y a ti ¿qué te ha pasado? Es muy largo de explicar; le dije mientras cubría mis pechos con las manos. Jacobo era un chico muy guapo, desde que era una niña me gustaba mucho pues hacía años que venía por casa con mi hermano, en más de una ocasión me había masturbado pensando en él, no es que fuera mucho más mayor que yo, apenas 2 años, pero él siempre me había tratado como una chica jovencita y no me hacía caso alguna vez que me había insinuado un poco con él. Se acercó a mí y cogiéndome por los hombros volvió a preguntarme qué había pasado, noté sus manos cómo acariciaban mi espalda hasta las caderas, él seguía desnudo y pude ver cómo su pene que casi rozaba mi culo empezaba a crecer, sin darle demasiados detalles le expliqué lo sucedido con Jorge y el desconocido del coche, pero al llegar al episodio del Árabe mi cabeza ya había reaccionado y enseguida me di cuenta que si lo excitaba sería mi oportunidad de que fuera mío, así que empecé a contarle lo sucedido con Kabir (el árabe), pero ahora sí que con detalles de lo que me había hecho y de las sensaciones que me había producido. Estaba surtiendo efecto, pues aunque estaba casi detrás mío, notaba su verga que ya rozaba mis nalgas, la sentía dura, y el distraídamente ya había puesto su mano sobre mi trasero y lo acariciaba. Le describí cómo me había excitado hacerlo con el morito, que me había vuelto loca cogiéndome por todos sitios, podía ver su cara a través del espejo y denotaba el deseo del que estaba siendo presa, al fin bajé mi mano y le acaricié la polla, no me equivocaba, estaba súper dura. Me miró, y sin decir palabra nos metimos debajo la ducha, empezó a enjabonarme, me lavó bien por todos sitios entreteniéndose en mi vagina y culo, cuando me vio bien limpia se arrodilló y su lengua empezó a buscar mi clítoris, no le costó encontrarlo y comenzar a chuparlo mientras sus dedos entraban y salían de mis dilatados orificios, yo habría lo posible mis piernas y agarrándolo por el pelo lo apretaba contra mi cuerpo, me dio la vuelta y con los dedos en mi vagina comenzó a pasar la lengua por mi orificio trasero, la notaba entrar y salir como un pequeño pene que me estuviera enculando, mis gemidos cada vez eran más altos, estaba descubriendo un nuevo placer que me llegaba desde atrás y que siempre había rechazado (¡vaya error!), se incorporó y apuntaló su pitote en la entrada del ano, yo me movía esperando recibirlo ansiosa. Acariciaba mis vulva y mis pechos con las manos mientras empujaba su verga para que entrara, no costó mucho (era la segunda aquella noche, y no era tan grande como la primera), eché mi cuerpo para adelante y cogiéndome por las caderas la acabó de meter, qué gran sensación tener dentro aquel trozo de carne, bombeando en mi culo mientras el agua caliente caía sobre nosotros. Jacobo, sigue. Te gusta, ¿eh? Sí, me vuelves loca cariño, te quiero, siempre he querido que me cogieras como ahora. Si hubiera sabido que eras tan puta, lo habría hecho antes. Sigue por favor ¡¡¡no pares!!! No te preocupes que no pararé te voy a follar por todos sitios ¿Te gusta mi culito? Me vuelve loco, muévelo que me encanta. De repente giré la cabeza y vi una sombra a través de la mampara, era Juan, mi hermano, no sé el rato que hacía que estaba allí pero podía ver perfectamente que estaba desnudo y masturbándose, aún me excitó más que me estuvieran mirando y por supuesto no pensaba parar en aquel momento, Jacobo me seguía dando mientras me decía picardia, y no sé por qué abrí unos centímetros la mampara, fue instintivo, pero el resultado es que Juan se acercó a la abertura y metió la verga, la tenía casi delante de la cara, la cogí con la mano y me la acerqué a la boca, comencé a chuparla al ritmo que Jacobo marcaba, iba alternando mi culo y mi panochita, metía y sacaba su verga en un sitio o en otro con gran facilidad, los restos de jabón y mis propios flujos habían lubrificado todos mis orificios que estaban a su disposición, mientras la verga de Juan se perdía hasta mi garganta y lo oía gemir cosa que me excitó más si cabe. Por fin, Juan entró en la ducha, me incorporé y le miré a la cara. Juan. No digas nada; dijo y comenzó a besarme los pechos mientras acariciaba mi conchita. Rica hermana tienes; dijo Jacobo. Sí, esta buenísima, además por lo que veo coge bien y tiene un culo de muerte. Creo que tendré que probarlo; diciendo esto me dio la vuelta y quedé de espaldas a Juan y cara a Jacobo haciéndome disfrutar los dos a la vez, como buenos amigos; dije riendo, Vas a ver; dijeron a la vez. - - Entre caricias salimos de la ducha y fuimos a la cama, Jacobo se estiró y me senté encima de él, clavó su verga en mi vagina hasta el fondo, mientras Juan situándose detrás comenzó a meter su verga en mi culo, creí morir de placer al notarlos a los dos dentro, sus vergas se rozaban a través de la delgada membrana que las separaba y yo lo notaba perfectamente. Comencé a recibir una oleada de orgasmos, casi consecutivos, estaba como loca moviendo mi cuerpo sin parar a pesar del cansancio que llevaba acumulado aquella noche, o mejor dicho mañana pues eran las ocho y media y aún no había dormido, fueron alternándose en rellenar todos mis orificios, hasta que entre espasmos tuvimos los tres a la vez un tremendo orgasmo, Jacobo se corrió en mi boca y la llenó de leche que tragué con avidez para no perder ni una gota (me estaba gustando... la cuarta ración), creo que vació sus huevos para una semana por la gran cantidad que soltó, mientras Juan llenaba mi culo de semen también, lo notaba caliente en mis entrañas y me encantaba aquella sensación, quedamos los tres estirados en la cama, agotados. Solo recuerdo que cerré los ojos y me dormí casi inmediatamente, estaba agotada, después de aquella; noche accidentada. LIKE Y COMENTA LA PUBLICACION!! ENVIEN SUS RELATOS O FOTOS AL INBOX LA PAGINA!! COMPARTAN LA PAGINA!! BY JOSH ;)
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 19:17:44 +0000

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