DERROTANDOME ANTE LA IMPOTENCIA “Admitimos que éramos impotentes ante la comida y que nuestra vida se había vuelto ingobernable” En ese testimonio hay muchas cosas incluidas. Cuando vine por primera vez a OA hace cuatro años, sentía que con sólo venir era una prueba positiva de que era impotente sobre la comida. Previamente mi cerebro me regresaba a admitir la impotencia diciéndome que muchas veces en mi vida había tenido el control sobre lo que estaba comiendo. Soy una veterana de la guerra de las dietas con las cicatrices de la batalla que lo prueban. Y por una hora, un día, una semana, seis meses y mucho más tiempo he sido la triunfadora, perdiendo kilos, 10, hasta 34 a la vez, pero siempre batallaba con algo de dulzura anómala y de nuevo a estar impotente sobre la comida. Soy una persona inteligente, se lo que hay que comer para bajar de peso y quería perderlo con cada respiro al caminar. Me preguntaba ¿Por qué sucumbo eventualmente a un objeto inanimado, a un pedazo de pastel? Por los segundos de ese placer en mi boca. ¿Por qué echo a la basura los meses de dieta, privación, ejercicio y anhelo? La segunda parte del Primer Paso era un punto pegajoso que se adhería en mí. ¿Cómo era ingobernable mi vida? Yo era una mujer exitosa al lado de la mayoría de la gente. Había criado por mi misma a tres maravillosos niños. Tenía una casa bonita en un buen vecindario y tenía una larga relación con un hombre presentable quien fue mi novio de la secundaria. ¿De que manera era ingobernable? Para mi mente, sólo mi compulsión de comer más comida que la que necesitaba para mantener un peso saludable era lo ingobernable. Pero cuando me derrote a la noción de que verdaderamente era impotente sobre la comida, tomé una mirada más cercana a mi vida. Podía haber sido una empleada de tiempo pero odiaba mi empleo y me aterrorizaba ir a trabajar. El hombre presentable tomo mi relación como un hecho y la mayoría del tiempo ésta era inaceptable, pero seguí en ella porque si lo dejaba ir, podría terminar sola. La mayor parte del tiempo regresaba a casa del trabajo y me encerraba en mi recámara con la televisión y mi comida favorita y confortable. Empecé a ver que ingobernable sólo es una palabra, la podrías sustituir por no satisfactoria o vacía si eso hiciera que sonara como una verdad. Una vez que me derroté a la verdad de que mi vida se había hecho vacía y sin sentido, ya estaba en el camino de trabajar Los Pasos. El Paso más importante en mi recuperación fue la derrota a la idea de que era impotente ante la comida. Ahora tengo 11 meses de abstinencia. Nunca había podido por mí misma alejarme de mis comidas de atracón por tanto tiempo. Ahora puedo decir que soy impotente sobre muchos otros aspectos de mi vida. Lo era sobre la relación con mi novio y del modo como me trataba. Al mismo tiempo que llegué a estar abstinente, terminé mi relación de 10 años y no he dado vuelta atrás. Un día a la vez, me derroto con la voluntad de mi Poder Superior. Habiendo bajado 32 kilos eso en verdad es para mí la cereza del pastel. (Editado y Reimpreso por el boletín Del Norte de Virginia de Mayo del 2007) (Traducido y copiado de la Revista Lifeline de OA de
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 00:56:22 +0000
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