DESAFIAR Mentir con la - TopicsExpress



          

DESAFIAR Mentir con la verdad ↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↓↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑ Hay muchas formar de mentir. Una de ellas es el silencio y otra, no menos eficaz, es la verdad. En efecto, se puede mentir diciendo la pura verdad. Cuando hablamos de mentira hemos de tener en cuenta que conlleva la intención de engañar. Educar consiste e ayudar a generar mecanismos para que la mosca pueda salir del cazamoscas. Les cuento a mis alumnos, para explicar que se puede mentir diciendo la verdad, la historia de un obispo inglés que iba a realizar un viaje pastoral a Manhattan. Sus asesores le dijeron: - Monseñor, sea prudente. Existe una actitud muy sensacionalista hacia su viaje. Los periodistas tratarán de cazarle en algún renuncio. A la tradicional prudencia eclesiástica, añadió el obispo una dosis suplementaria de cautela. De modo que cuando, en la sala de autoridades del aeropuerto, los periodistas comenzaron a plantearle cuestiones diversas, él se fue mostrando extremadamente prudente. Pasada media hora de entrevistas, uno de los periodistas le preguntó: - Monseñor, ¿qué opinión le merece la red de burdeles del sur de Manhattan? El obispo se puso en guardia, extremó el cuidado y contestó con una pregunta, omitiendo cualquier tipo de opinión que pudiera comprometerle. Y dijo: - Ah, ¿es que hay burdeles en el sur de Manhattan? Terminó la entrevista, los reporteros recogieron sus cámaras, los fotógrafos se retiraron y el obispo abandonó el aeropuerto, muy satisfecho del modo en que se había desarrollado la rueda de prensa y de cómo había sabido sortear los riesgos. Al día siguiente su ayuda de cámara compró algunos ejemplares de los periódicos locales. Se llevaron una enorme sorpresa cuando vieron que, en uno de los periódicos, aparecía una foto en primer plano del obispo y éste titular: - Primera pregunta del obispo al llegar al aeropuerto: ¿Hay burdeles en el sur de Manhattan? Era en efecto la primera pregunta del obispo. Estaba grabada. Se podría comprobar que la noticia reproducía la pura verdad. Alex Grijelmo ha escrito un excelente libro titulado “La información del silencio”. Construye en él una interesante teoría sobre las manipulaciones informativas basadas en los trucos del silencio. Una forma de decir callando, de decir medias verdades o de mentir con la verdad entera. El autor ejemplifica su teoría con casos en los que se hace patente cómo diciendo verdades se puede construir una tremenda mentira. Por ejemplo: “Anoche fue encontrado el cadáver de Eustasio Peláez en una calle del polígono industrial C-40. Momentos antes se había visto por el lugar a Higinio Gurméndez, con el que tenía un litigo por unas tierras”. Puede ocurrir que estos tres hechos sean ciertos (se encuentra el cadáver de Eustasio, momentos antes se había visto por el lugar a Higinio y ambos tenían un litigio por unas tierras). De la concatenación de esos tres hechos (los tres verdaderos) se puede hacer una interpretación falsa. El lector puede deducir algo que no se ha dicho…, pero que se ha dejado traslucir. Higinio es el asesino. Se ha mentido diciendo verdades, presentándolas de manera que se pueda deducir que se ha tratado de un ajuste de cuentas a causa del litigio existente. Hay otras formas de mentir que se encuentran en la manipulación del lenguaje. Obsérvese esta curiosa forma de redacción de una noticia en el periódico El País. “Isabel Coixet termina en Canadá el rodaje de My life without me, un drama sobre una joven con una enfermedad incurable que produce Pedro Almodóvar”. No hace falta hacer muchos comentarios para descubrir la trampa lingüística que conduce al engaño. Conviene estar avisados porque unas son muy obvias, como ésta, y otras más sutiles. Como la siguiente, que también comenta en su libro Alex Grijelmo. El periodista deportivo de TVE Sergio Sauca fue recriminado en el diario La Vanguardia de Barcelona en relación a sus comentarios en la retransmisión de un partido Barcelona-Madrid disputado el 5 de marzo de 2011. Le criticaba que hubiese dicho “¡cuidado!” cuando el Barcelona atacaba la portería de Casillas. De ahí deducía la parcialidad del periodista, ya que le suponía una inclinación sectaria hacia el equipo de la capital. Sin embardo, el periodista había dicho “¡cuidado!” en 13 ocasiones, 6 cuando atacaba el Barcelona y 7 cuando lo hacía el Madrid., lo cual dejaría al narrador más como barcelonista que como madridista. Podría ir desgranando muchos más ejemplos, pero no es necesario. Sí lo es alertar al lector o espectador a ser sumamente crítico con las informaciones que recibe. Le será de gran ayuda el mencionado libro de Alex Grijelmo, doctor en Periodismo por la Universidad Complutense, ya que sienta las bases teóricas del análisis y las ilustra con ejemplos reales de nuestro periodismo actual. Y, en otro orden de cosas, también le ayudará el libro de Thomas Cathcart y Daniel Klein titulado “Aristóteles y un armadillo llegan a la capital”, cuyo subtítulo es muy revelador: “Las mentiras de los políticos analizadas con humor”. Hay que pasar de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica, como decía Paulo Freire. Ese es el quid de la educación. Educar consiste e ayudar a generar mecanismos para que la mosca pueda salir del cazamoscas. El primero de ellos es dar herramientas para facilitar la detección de engaños. Se puede engañar fácilmente. Se puede engañar, como decimos, utilizando para ello la verdad. Veamos un último ejemplo. Un almirante de barco que, un buen día, se emborrachó hasta extremos de no poder hacerse con la responsabilidad de dirigir el barco. El segundo de abordo escribió aquella noche en el cuaderno de bitácora: “Hoy, el almirante se ha emborrachado”. Cuando, al día siguiente, el capitán escribió en el mismo cuaderno, se vengó de su subalterno diciendo la pura verdad de forma muy clara: “Hoy el vicealmirante no se ha emborrachado”. blogs.opinionmalaga/eladarve/2012/12/29/mentir-diciendo-la-verdad/
Posted on: Sun, 18 Aug 2013 21:01:56 +0000

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