DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA - TopicsExpress



          

DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”. DIA 13: Sábado. DESTRUYENDO LAS SIETE POTESTADES ENEMIGAS DE LA EXCELENCIA (Parte 1) Texto del día: Gn.4:2-5 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya.” Gn.25:31 “Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: he aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?”. Gn.21:9 “Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.” Visión del día: Hay cosas que como hijos de Dios sabemos que debemos hacer, sin embargo no las hacemos; hay algo que nos detiene y nos separa de una vida de excelencia: pensamientos enquistados, ciclos repetitivos de pérdidas, circunstancias, derrotas, dolor; debemos ser sabios para examinar cuidadosamente nuestras vidas y romper, y renunciar a compromisos espirituales adquiridos, por eso es vital aliarse a la palabra, quebrantar nuestro yo y nuestro sistema de concupiscencia que se manifiesta alejándonos de la vida de éxito. Podremos resumir estas manifestaciones bajo los siguientes personajes emblemáticos que representaron sistemas característicos de concupiscencia: 1)La maldición de Caín: revela una operación satánica para retrasar las labores y no hacerlas a tiempo, entonces te hace creer que no importa cuando se realicen las cosas sino que finalmente se hagan; pero Dios evalúa si lo hiciste en el tiempo exacto que se te pidió, y aunque se haga más tarde ya Dios no lo recibe igual. La maldición de Caín dice: “hoy no tengo ánimo”, “no tengo ganas”, “hoy no lo siento”, “a mí no me parece”, “mañana también lo puedo hacer”. Lo que hay que hacer para Dios hay que hacerlo rápido; la palabra de Dios, la voz de Dios, el mandato de Dios no se interpreta, no se discute, se obedece. Muchas de nuestras bendiciones han sido retrasadas porque cuando Dios nos llamó no le respondimos; finalmente la generación Caín tuvo su momento para generar reforma, pero fueron atrapados y terminaron errantes, sin estabilidad. Debemos estar atentos al tiempo de Dios, es en el momento de Dios que nosotros debemos operar. 2) La maldición de Esaú: Es la línea genealógica que desprecia las grandes oportunidades en Dios porque las considera poca cosa, pequeñas y sin valor, “¿para qué esta primogenitura?”, y las grandes oportunidades en el reino comienzan como algo pequeño, Jesús nació como un niño, lo pequeño es una semilla que tiene todo en su interior, finalmente esta generación pierde su tiempo en la historia. 3) La maldición de Ismael: es la generación que resulta de brincar los procesos y establecer relaciones con gente incorrecta. El esperma de la revelación debe ser colocado en el vientre correcto, si el vientre no es el correcto nacen hijos con mentalidad de esclavo “trabajan sin ánimo, por salario, por lo que puedan recibir, son egoístas”; generaciones que serán enemigas y amargarán nuestras vidas, son de cultura problemática, conflictiva, hablarán del liderazgo, se irán, harán la guerra, retrasarán el propósito de Dios. Debemos cuidarnos de gente que no nos fue asignada por Dios para la reproducción, que si aprenden nuestros secretos a través de la intimidad darán a luz líderes problemáticos; por eso “no debemos saltar los procesos”, debemos esperar el tiempo para concebir, no debemos levantar líderes que desvaloricen el proceso divino porque son salteadores, pícaros y abusadores; estamos formando discípulos que sean capaces de seguir fielmente el mandato de Dios en el tiempo correcto y que valoren el reino de Dios como “el mejor negocio del mundo”. ¡Tú eres esa persona!. Declaración de fe: “Renuncio a cada una de las maldiciones estudiadas, hago inoperante el sistema de concupiscencia que retrasa mi accionar en Dios, que me hace creer que a Dios le podemos dar la sobra del tiempo, de mi vida, de mis finanzas y no me deja valorar el reino como la “perla preciosa”; que me hace ser descuidado, sin considerar el tipo de relaciones que establezco y muchas veces he colocado mi semilla en gente que luego la pisoteó; rompo con la mentalidad de andar errante, estoy plantado en esta visión para esta hora y para este tiempo; soy el discípulo del millón de almas, soy el líder del momento, soy capitalizador de la unción, de la gracia divina; estoy en el reino como pez en el agua, es la mejor forma de invertir mis días, mi vida, mis recursos. Amén”.
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 17:23:17 +0000

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