DOLOR DE GAÏA. Aún recuerdo aquella noche, era tormentosa y - TopicsExpress



          

DOLOR DE GAÏA. Aún recuerdo aquella noche, era tormentosa y yo me encontraba solo en mi habitación. Sólo la luz de los cirios multicolores me iluminaban y en el ambiente flotaba un aroma a incienso muy agradable. Sentado en una alfombra que había encontrado, le ofrecí mis rimas al aire y me dejé llevar por el momento. Puse música agradable, coros y sinfonías. Con cada nota, con cada acorde, con cada frase, mi cuerpo comenzó a bailar involuntariamente. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y sentí como mi Alma se conectaba con cada ser, tanto animado como inanimado... Podía oler las tierras del noroeste y el aroma de cada flor, planta y árbol de todas las regiones del planeta. Podía degustar las saladas aguas de los mares y océanos; así como también el agua dulce de lagos y arroyos. Podía ver el calor que el Padre Sol nos transmitía, lo podía ver traspasando mi cuerpo. Podía escuchar a cada una de las voces de los espíritus de la Naturaleza. Era el momento más placentero de mi vida, sentía lo mismo que la Tierra sentía. Me había conectado con Gaïa, con la Madre de todas las cosas que existen en este mundo. Parecía perfecto, era como si mi corazón latiera al mismo ritmo que el de la Tierra. Todo lo que estaba a mi alrededor brillaba intensamente. Pero todas aquellas hermosas visiones duraron poco... De repente todo se volvió oscuro y mis sentidos se alteraron: Un olor nauseabundo penetró en mi naríz hasta casi ahogarme. En mi boca sentía un gusto tan horrible que las náuseas me invadieron inmediatamente. Ya no veía la luz del Padre Sol, veía un fuego arrasante que consumía todo lo que estuviera a su alcance, incluso a mi. Mi piel parecía secarse hasta volverse polvo, que era llevado por un viento tempestuoso. Todos los espíritus que estaban cantando a mi alrededor, ahora gritaban de dolor y tristeza. Mi sudor y mis lágrimas eran de sangre y un dolor espantoso invadió todo mi cuerpo. Comencé a ver cada una de las desgracias que padecía el mundo: incendios forestales, animales muriendo por la acción egoísta del hombre, inundaciones, terremotos, huracanes, ríos, lagos y mares contaminados, cacería furtiva para arrancar la piel de lon inocentes, guerras, hambre, injusticias, codicia e incultura de la raza humana... desalmados sin escrúpulos que se llenan los bolsillos con el sufrimiento ajeno y destruyen su propio hogar, su tierra... Cuando desperté, caí arrodillado y lloré como un niño, grité de bronca, pero nadie podía oírme. Ahora, lo único que quiero preguntarte, Gaïa, es esto: ¿Cómo permitiste que te destruyéramos de esta manera y que, aún hoy, sigamos haciéndolo? Si realmente eres tan sabia como dicen, ¿por qué al crear a todos los seres, creaste al hombre? De todos los animales axistentes, supuestamente se le otorgó inteligencia al hombre. Lástima que solamente sepa usarla para destruir.
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 14:53:00 +0000

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