DON JOAQUÍN REDO En 1850 llegó a Culiacán, procedente de Durango, Joaquín Redo y Balmaceda. Poco tiempo después contrajo matrimonio con Alejandra De la Vega, miembro de una de las familias más importantes de la capital sinaloense.Aprovechando las facilidades que otorgaba el gobierno, a mediados del siglo 19 don Joaquín adquirió unos terrenos en el Navito. Esperanza Echavarría nos dice al respecto: "En 1856, don Joaquín Redo y Balmaceda adquirió algunos lotes, con títulos de propiedad de los vecinos de Navito, de la familia Diarte, en los terrenos llamados de El Jacalón y El Huizachal. Como no había límites de parcelas, las tierras de identificaban con brechas angostas por donde transitaba el ganado, donde se abrían algunos aguajes". El 20 de octubre de 1856, el Ayuntamiento de Culiacán cedió a Antonio De la Vega, suegro de Joaquín, unas tierras que ya detentaba en las inmediaciones de Culiacán, en las que instaló en 1866 la fábrica de hilados y tejidos El Coloso y el ingenio azucarero La Aurora. Al heredar Alejandra estas propiedades, don Joaquín alimentó de materia prima la fábrica con algodón sembrado en los terrenos de Navito.Con el fin de aprovechar al máximo la calidad de las tierras del Navito, en 1900 instaló un ingenio azucarero, con una capacidad de molienda de 600 hectáreas diarias.Don Joaquín murió el 13 de mayo de 1904 en Mazatlán, lugar donde fue sepultado. También en la política le fue bien, ya que Porfirio Díaz, su gran amigo, lo hizo senador. Joaquín y Alejandra procrearon tres hijos: Joaquín, Diego y Alejandro. historianews maberrelleza@hotmail Artículo publicado en el periódico El Debate de Culiacán, el 13 de mayo de 2013.
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 18:38:50 +0000
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