DOS COSAS QUE DEBO CUESTIONAR DE LA TEOLOGIA DE LA PROSPERIDAD. a) El sobre énfasis hacia los derechos de los creyentes, más que sobre sus responsabilidades. No estoy diciendo que obviemos los derechos, pero cuando nos ponemos exigentes con Dios, eso no me parece correcto. Dios nos ha hecho promesas que el cumple constantemente, pero la actitud caprichosa de los creyentes, es algo que reprueba. Somos dichosos por disfrutar de su gracia, el cual no merecíamos, y eso nos debe llevar a vivir en actitud de agradecimiento, obediencia y sumisión. b) La exposición torcida de ciertas enseñanzas bíblicas. Lucas 1:1-10, nos narra la fe de un centurión romano que acudió a Jesús para pedirle que sanara a su siervo enfermo. Según el expositor de la prosperidad, este centurión “se atrevió” (palabra muy usada, para enfatizar el atrevimiento humano más que la generosidad de Dios), ordenar al Señor Jesús que le sanara, porque este centurión conocía que era la autoridad. Pero la Biblia nos enseña que el centurión que conocía la autoridad, también entendía que Jesús tenía autoridad, y por esa autoridad, Jesús podía sanar a su siervo únicamente con su palabra. (Lucas 7:7-8) No imagino a este centurión dándole órdenes a Jesús. Este centurión llego con la actitud correcta ante el Señor “Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.”(Lucas 7:3), sumisión y fe, el cual trajo como resultado, la sanidad de su siervo. Siempre trato de aprender algo de la Palabra de Dios, pero definitivamente, debo seleccionar la comida espiritual para no enfermarme.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 06:08:43 +0000
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