Da verguenza que presidentes de naciones donde se respeta la libertad y el estado de derecho se presten para hacerle el juego a los gobernantes antidemocráaticos de la región. En Venezuela, el usurpador Nicolas Maduro se robó las elecciones en violación de la constitucionalidad y demostrando total desprecio por la voluntad soberana. La UNASUR, organización política que integra a las naciones suramericanas, lejos de condenar el fraude y la violencia de la parte oficialista, se limitó a saludar a Maduro por su cuestionado triunfo y en voz de susurro respaldó la auditoría del total de las mesas electorales que pedía la oposición, además de pedir concordia entre las partes en conflicto. En resumen, se hizo de la vista gorda ante esa inaceptable situación. En cambio, hace unos días algunos países europeos le negaron el tránsito por su espacio aéreo al avión presidencial donde viajaba Evo Morales luego de asistir a un evento en Rusia, por sospecha de que en la aeronave escondía al fugitivo de la justicia norteamericana, Edward Snowden, y la UNASUR se activó de inmediato, con enérgicas protestas oficiales y reclamos de desagravios públicos. Se recuerda que en Ecuador, cuando el amotinamiento policial en exigencia de la subida de salario, enseguida el Bloque regional suramericano salió tildando la situación de golpe de estado contra Rafael Correa. La destitución constitucional por los poderes del Estado del ex gobernante Fernando Lugo en Paraguay, también recibió la repulsa de la UNASUR, en total desconocimiento de la soberanía de los paraguayos. Ante los flagrantes atropellos a las libertades y derechos de los cubanos por parte de la dictadura militar de La Habana, jamás ha salido una condena del ente latinoamericano. Y estos no son los únicos ejemplos que demuestran que esa institución que aglomera a las naciones suramericanas no representa a los pueblos de la región, sino los intereses de una plaga de gobernantes autoritarios y dictatoriales. Se justifican en gran medida detrás del antiamericanismo furibundo. Lástima que gobiernos como los de Chile, Colombia, Brasil y hasta el propio Perú se dejen arrastrar por los Correa, Morales, Ortega, Kirchner, Maduro. Esa postura les resta, y aunque parezca lo contrario, al final no les trae beneficios.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 21:54:00 +0000