Datos Mundiales de Educación. 7a edición, 2010/11 El proceso - TopicsExpress



          

Datos Mundiales de Educación. 7a edición, 2010/11 El proceso educativo A lo largo del siglo XX se han llevado a cabo varias reformas tendentes a mejorar la calidad de la educación básica, entre las cuales destacan especialmente tres proyectos en el ámbito curricular realizados en la segunda mitad del siglo: en 1959, 1972 y 1993. Cabe señalar que uno de los compromisos del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, firmado mayo de 1992, fue la reformulación de los contenidos y materiales de la educación básica, que habría de comprender en adelante los niveles de preescolar, primaria y secundaria. Para cumplir con este cometido, se efectuó una profunda revisión de todos los planes y programas de estudio. Se inició así la elaboración de nuevos libros de texto gratuitos para la educación primaria y otros recursos didácticos. Los planes, programas y libros no habían sido modificados en veinte años y sus contenidos eran poco pertinentes a las necesidades de formación básica de los niños y jóvenes del país. Los nuevos programas y materiales empezaron a utilizarse de manera generalizada en preescolar y primaria a partir del año lectivo 1994-1995. El sentido de la reforma curricular ha sido que los alumnos adquieran los conocimientos y desarrollen las capacidades y aptitudes básicas para su desempeño posterior. Mediante un proceso en el que se busca que el educando “aprenda a aprender”, se despierta en los niños y jóvenes la capacidad de asimilar experiencias y contenidos educativos de diversa índole. La reforma curricular de 1993 tuvo como antecedente diversos procesos de diagnóstico y evaluación de la situación educativa del país. En particular se apoyó en la consulta sobre el contenido deseable de los planes y programas, efectuada en el otoño de 1992, en la que participaron cerca de 400 maestros, científicos y especialistas en educación, quienes elaboraron propuestas programáticas detalladas. La propuesta curricular entró en vigor en dos fases, la primera en el ciclo escolar1993-1994 y la segunda en el ciclo 1994-1995. En esta reforma se destacaron los siguientes tres principios: • Continuidad y congruencia en el diseño curricular de la educación básica obligatoria. El currículo de la educación básica obligatoria se centra en la adquisición de competencias básicas y se concibe como una unidad. Si bien los planes y programas de estudio se publicaron de manera autónoma, uno para la educación primaria y otro para la secundaria, el diseño curricular definió como prioritaria la continuidad entre los dos niveles; ello permitió, trasladar contenidos que tradicionalmente se enseñaban en la escuela primaria, pero que ofrecían dificultades de aprendizaje a los alumnos, al plan de educación secundaria. • Asignaturas en sustitución de áreas de estudio. El cambio del trabajo por asignaturas al trabajo por áreas de estudio es una modificación importante que se introdujo al currículo de educación primaria y secundaria en la reforma de los años setenta y que se revirtió, casi en su totalidad, en el plan de 1993, conservando el estudio por áreas exclusivamente en el caso de conocimiento del medio y ciencias naturales del currículo de primaria. Esta medida de trabajar por asignaturas, reincorporada al currículo en 1993, si bien recupera la lógica disciplinaria, no promueve la enseñanza de los contenidos como compartimentos estancos. Por el contrario, a lo largo de la propuesta curricular, se subraya la importancia de relacionar las asignaturas y, tanto en los programas de estudio de cada una de ellas como en los materiales didácticos, se fomenta cierta integración al señalar los momentos de la enseñanza más propicios para que los alumnos puedan asociar contenidos de varias asignaturas. • Importancia de las competencias básicas. La propuesta curricular para la educación básica de 1993 puso el acento en la formación de los alumnos, sin soslayar la importancia de seleccionar adecuadamente los contenidos de enseñanza. Así, esta reforma estableció como prioridad el desarrollo de las competencias básicas, particularmente las del manejo funcional del español y las matemáticas; no sólo se subrayó su importancia en el currículo sino que se buscó que estas asignaturas tuvieran un mayor peso en la organización del trabajo escolar que el que anteriormente se les concedía. En el caso de la asignatura de español, el plan de estudios vigente establece como meta fundamental el desarrollo de las competencias comunicativas, entendidas como: la capacidad de lectura, de expresión oral ordenada y de una redacción elementalmente correcta; la literatura forma parte de este campo. En la asignatura de matemáticas se abandonó el enfoque estructuralista anclado en la teoría de conjuntos, que se introdujo en la reforma de los setenta y que privilegiaba la formalización sobre la adquisición de herramientas, para sustituirlo por un enfoque didáctico basado en la resolución de problemas como eje conductor del aprendizaje. El plan de 1993 distingue las habilidades operatorias, comunicativas y de descubrimiento de información matemática como las fundamentales que se deben desarrollar en esta asignatura a lo largo de la formación básica. La enseñanza del resto de las asignaturas que conforman los planes de estudio de educación primaria y secundaria no son menos importantes que las anteriores, ya que ofrecen al alumno la posibilidad de desarrollar otra serie de habilidades, actitudes y valores necesarios para cumplir con el mandato constitucional de brindarle una educación integral. La reforma curricular de 1993 y las acciones subsecuentes que de ella derivaron pretendían establecer la congruencia y continuidad del aprendizaje entre los niveles de educación preescolar, primaria y secundaria y con ello dar una nueva identidad y sentido a la educación básica. En la definición del nuevo currículo y de los programas de estudio para educación primaria, aprobados mediante el Acuerdo Secretarial n° 494 del 7 de septiembre de 2009, se consideraron cuatro elementos sustanciales: la reforma de educación preescolar, la reforma de educación secundaria, la innovación en la gestión escolar y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en los proyectos educativos. El propósito central de la reforma curricular de la educación preescolar, realizada en 2004, ha sido la transformación y el mejoramiento de las prácticas pedagógicas, orientándolas a favorecer en los niños el desarrollo de competencias; ello implica cambios en las concepciones que por mucho tiempo han predominado acerca de los niños pequeños, sus procesos de desarrollo y aprendizaje y, en consecuencia, acerca de lo que corresponde a la escuela hacer para favorecer los aprendizajes. A partir del 2006 se empezó a aplicar un nuevo currículo y los nuevos programas de estudio en la educación secundaria, aprobados mediante el Acuerdo Secretarial n° 384 del 26 de mayo de 2006. En el ciclo escolar 2008-2009 se concluyó la generalización del tercer grado, sin embargo su consolidación es aún una tarea pendiente; sin esta consolidación la articulación de toda la educación básica no será posible. En la generalización se presentaron dificultades debido a la heterogeneidad del nivel de secundaria, no sólo por sus modalidades (general, técnica, telesecundaria), sino por las condiciones de operación en los estados (y dentro de ellos, en las distintas regiones). Para que la renovación curricular resulte eficaz se requiere no sólo un compromiso por parte de los diversos actores involucrados, sino también estrategias para establecer condiciones escolares, estructurales y organizacionales que hagan más eficiente el uso de recursos, permitan responder de mejor manera a los retos, incorporen aspectos innovadores a la práctica educativa, generen e impulsen una cultura digital entre los actores de la educación y rearticulen los mecanismos organizacionales de la educación. Los retos actuales de la primaria se centran en elevar la calidad educativa de las áreas tradicionalmente trabajadas, y en incorporar al currículo y a las actividades cotidianas: el aprendizaje sostenido y eficiente de una segunda lengua como asignatura de orden estatal; fortalecer el carácter de las asignaturas de educación física y educación artística y la renovación de la asignatura educación cívica por la de formación cívica y ética; la ampliación del horario para el desarrollo de actividades artísticas y físicas, en el caso de escuelas de tiempo completo; la renovación de los objetivos de aprendizaje y la aplicación de nuevas estrategias didácticas. Estos retos demandan un proceso de innovación en términos de gestión educativa.
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 23:41:21 +0000

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