De LA VUELTA AL DIA EN MI PROPIO MUNDO. Supongo que para nadie resulta un trabajo fácil y sencillo hablar sobre los aciertos, problemas, virtudes y dificultades con las que un escritor construye su obra. Terreno abierto a la especulación personal, en el que interviene directamente nuestra experiencia como lectores, los libros suelen tener múltiples significados. Por ese motivo, una misma frase o una imagen literaria nunca son iguales a los ojos de diferentes seres humanos. En eso radica buena parte de la magia que se esconde en cada palabra escrita. Nacido en El Salvador, agobiada realidad centroamericana que no ha puesto punto final a la incomprensible y sangrienta lucha en la que se debate desde hace varios años, Armando Blanco vive y camina por la ciudad de Los Ángeles construyendo las líneas de su propio universo. Ese amplio e inabarcable mundo, libre de todas las limitaciones lógicas y racionales a las que Blanco hace referencia en el enigmático pero ilustrativo título del presente libro. Fiel a su inclinación para jugar y manejar a su antojo el material que tiene entre las manos, Armando lleva al protagonista de su narración hacia una serie de inesperados encuentros que no hacen sino confirmarle algo que él se niega sistemáticamente a aceptar: que el mundo que él conoce no es como piensa y que él tampoco es aquella persona cuya figura se refleja cotidianamente sobre la superficie de los espejos. De un momento a otro, así como si hubieran sido elaboradas con un material fantástico e irreal, o tal vez demasiado real para comprender su verdadera dimensión, la vida y las circunstancias que rodean al protagonista del texto de Armando Blanco, adquieren un nuevo sentido, y a partir de ello, una diferente significación para su existencia. Naufrago de si mismo, sin nada ni nadie que le sirva para atarle a las cosas y a los seres humanos que le rodean, perdido en medio de un territorio desconocido cuyos límites no alcanza ni siquiera a dibujarse levemente, el personaje creado por la imaginación de Blanco desemboca hacia un sorprendente final. Un final en el que, como siempre ocurre en los textos escritos bajo el influjo de una exuberante fantasia, todo puede ser posible. 01/03/90 —
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 21:43:40 +0000
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