De pronto ese hombre casado comenzó a comentarte cosas que en su casa pasaban, de cómo la esposa no lo atendía como se merecía, de cómo ella no lo comprendía, de cómo cada día llegar a su hogar era un martirio para el “pobre hombre casado”, fue una víctima completa de su esposa, pensando y excusándose en el “yo” olvidándose que en el matrimonio también existe la parte de agradar a su esposa y no solo tener que sentirse agradado.
Posted on: Thu, 10 Oct 2013 13:23:08 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015