De tal palo, tal astilla… o de cómo la hija chef del ministro de Planificación habla de “barriga llena y corazón más que contento” por Andrés Rojas Jiménez @arojasjimenez 8 Aug 2013 Screen Shot 2013-08-08 at 11.37.48 AM “Barriga llena y corazón más que contento”. Así se llamó una de las charlas que se impartieron durante el reciente Festival Gastronómico Internacional, que se realizó en el Hotel Tamanaco. En el texto que complementaba el título se reseñaba que la intención era explicar cómo preparar una lonchera sana para niños en edad escolar. El nombre en cuestión no tendría una relevancia adicional si no fuera por el detalle de que una de las chefs involucradas se llama Andreína Giordani, una de las hijas del ministro Jorge Giordani, artífice de la política económica del país durante más de 14 años. Ella -junto a su socia, la también chef Tatiana Mora- asumió el desafío de mostrar cómo tener la barriga llena y el corazón más que contento en Venezuela. La charla tuvo un preámbulo: un video cuyo contenido era una constante crítica a la comida chatarra, en específico muchas imágenes contra Mc Donald’s. Por momentos parecía una versión del documental Super Size Me del director estadounidense Morgan Spurlock o escenas contra el capitalismo y el consumismo propias de las películas del cineasta también norteamericano Michael Moore. No obstante, el video tenía imágenes propias de la idiosincracia criolla como latas de cerveza Polar y las de Alicia Machado cuando fue electa Miss Universo y luego cuando engordó. La intención era mostrar personas obesas y las consecuencias que tienen los malos hábitos de alimentación en la salud y sobre todo en el crecimiento del abdomen debido al exceso de grasas y carbohidratos. La reacción fue inmediata entre varios de los asistentes a la charla –sobre todo aquellas pasadas de kilos- quienes se pararon de sus asientos claramente molestos por el video. Habían ido al Tamanaco a pasar un buen rato y no a recibir un regaño por el mal comer. Vale decir que la hija del ministro, antes de que comenzara la proyección, había advertido que había imágenes que podían incomodar, pero nunca señaló claramente que se trataba de un documental que mostraba a personas en estado de extrema obesidad. “Quiero hacer la aclaratoria, por si hay algunas personas que se sientan ofendidas”, dijo la descendiente del monje en un tono de soberbia que pareciera confirmar que los genes no sólo transmiten un fenotipo físico sino también el carácter de los progenitores. Culminado el audiovisual, vinieron los improvisados comentarios de la chef Giordani como “El término dieta está mal utilizado”, “La publicidad nos perjudica”, ”Nosotros somos los que comemos”, “Lo peor que podemos hacer, es comer productos light“, “La última dieta de moda es la paleolítica”, “Yo como cinco veces al día”, “No compren nunca más margarina” y quizás uno de los que más sorprendió los rostros de los asistentes: “Somos como mamás extraterrestres en el colegio de nuestros hijos. Ojalá todas seamos anormales y comamos sano”. Giordani aclaró varias veces que ella no es nutricionista sino arquitecto y chef, al tiempo que insistía que lo sano para los hijos es prepararle loncheras a base de granos, vegetales, comida orgánica, pan de pita, yogurt; y sobre todo utilizar la quinua o quinoa, considerado como “el cereal madre” o “alimento de los dioses” por su componente de proteínas, pero hay un detalle: no se cultiva en Venezuela sino en las sierras de la cordillera de Los Andes de Bolivia, Perú, Ecuador y Chile. Frente a tales recomendaciones, quien suscribe este texto optó por hacer la siguiente pregunta: “¿Cómo hacer para tener la barriga llena con inflación o cuando hay productos que escasean, tomando en cuenta la filiación de la chef con uno de los ministros de la economía?” “Se puede tener la barriga llena con los productos que se consiguen”, respondió Giordani. Unas palabras similares expresó su socia Tatiana Mora, quien asumió la vocería y rápidamente dio por cerrada la respuesta mostrando su desacuerdo con la interrogante porque ese evento “no es para hablar de política”. Entre los comentarios posteriores a la pregunta y respuesta en cuestión, la hija del ministro lanzó la siguiente perla: “hay una gama de productos en los mercados”. Vale decir que hubo la oportunidad de probar mini porciones de los deliciosos platos orgánicos del dúo Giordani & Mora –socias en el emprendimiento de catering llamado “Entre Mesas”. No obstante, quedaron muchas dudas. Por ejemplo sería interesante que digan cómo conseguir algunos productos, dónde se pueden encontrar más baratos o cuáles pueden ser sustitutos. Sería beneficioso para la mayoría del país, que respondieran cómo preparar una lonchera sana y deliciosa con los productos que hay en Mercal, Pdval o de los Mercados Bicentenario. También podrían plantearse una charla de cómo estar contento si se logra rendir el dinero que se destina a la compra de alimentos. Es necesario que la hija del ministro explique cómo hace para comer cinco veces al día sin que el presupuesto familiar le arroje un déficit eterno. Sería conveniente –dado que promueven el uso de la quinua o quinoa- que hagan un recorrido por el lugar donde más barato se consigue este producto en Caracas como es el mercado peruano que se instala todo los domingos en el bulevar Amador Bendayán, detrás del Colegio de Ingenieros. Allí se percatarán cómo en los últimos seis meses se ha triplicado el precio de este producto, sencillamente porque la quinoa o quinua se importa desde Perú teniendo como referencia el dólar innombrable y eso está ocurriendo debido en buena parte a las políticas erradas del padre de la chef. Quizás la heredera del clan Giordani pueda persuadir a su padre de importar la quinua o quinoa a la tasa de 6,30 bolívares por dólar y que en los proyectos de largo plazo que prepara el Ministerio de Planificación, dentro del Programa de la Patria 2013-2019, se incluya la ingesta masiva de la quinua, e incluso se promueva la siembra de este producto en los andes venezolanos. Hablar de “Barriga llena y corazón más que contento”, como insistió Andreína Giordani, por lo menos resulta fuera de lugar y puede llegar al extremo del cinismo en un país cuya tasa de inflación anual alimentos ronda el nivel de 55,4% anual y el índice de escasez está sobre 20%, entre otras cosas por las malas políticas del padre de la chef. Un detallazo.
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 22:31:11 +0000
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