Dejan de cursar en una escuela rural de Junín por falta de - TopicsExpress



          

Dejan de cursar en una escuela rural de Junín por falta de transporte El hecho se da en el barrio El Martillo, de Medrano, Junín. La decisión de la Supervisión de acortar el traslado causó un fuerte malestar en la comunidad educativa. El problema del desarraigo. Enrique Pfaab [email protected] Si no hace frío no es posible el festejo de un día patrio. Por alguna razón que alguno puede suponer que ha marcado el destino del país no hay un solo día patrio que se festeje en verano, ni siquiera en la agradable primavera. Tiene que hacer frío, los niños con guardapolvo deben tener sus narices rojas y goteando, los dedos entumecidos, los dientes castañeteando. La modificación de los feriados habrá aumentado el turismo interno, pero no pudo evitar que el frío esté siempre en cada festejo, en cada acto escolar. Ayer este era el panorama en los patios escolares. En la escuela rural 1-409 Santiago Apóstol, en el barrio El Martillo, de Medrano, en Junín, los alumnos formaron, los de 4º hicieron su promesa a la Bandera y algún curso recitó una poesía, resistiendo, sin chistar, el viento helado que cruzaba el patio rodeado de viñedos. Hasta hace un par de meses allí concurrían 134 alumnos que, además de estudiar, recibían un completo almuerzo. Ahora son 126. Faltan ocho desde que Supervisión decidió acotar el recorrido del transporte que llevaba a los chicos desde su casa a la escuela. ¿El motivo? Que hay una escuela que les queda más cerca. Lo que no se contempló cuando se tomó la decisión es el arraigo de esos ocho chicos en la escuela Santiago Apóstol y el fuerte impacto que le significa a un niño pasar de una escuela rural a una urbana. Tan fuerte es este impacto que la familia detres hermanitos prefirió dejar trunca su educación. Hace 45 días que no asisten a clases. En la comunidad educativa se percibe la molestia por esta decisión de Supervisión, que está sustentada en una resolución que establece que los niños deben ir a la escuela más cercana a su domicilio, pero no contempla algunos factores humanos que hacen a la realidad de la zona. “Hay familias que, por sus trabajos en las fincas, se van mudando a distintos lugares del distrito. Que ahora residan más cerca de Medrano que de El Martillo no significa que permanecerán allí. Hay chicos que han hecho la mayor parte de su escuela primaria aquí y que ahora son obligados a cambiarse a otra”, cuenta una madre. Las docentes prefieren guardar silencio. El conflicto les ha generado más de un enfrentamiento con sus superiores. “A un chico de zona rural le cuesta mucho adaptarse a las costumbres de una escuela urbana. Son objeto de bromas de sus compañeros y también dejan de comer en la escuela, algo que aquí es costumbre desde siempre”, agrega otro padre. Hay dos casos puntuales de alumnos que han sido obligados a pedir el pase en forma compulsiva, lo que ha aumentado el malestar: el de una niña que padece necrosis avascular de la cabeza del fémur (legg calves perthes) y fiebre reumática, dos males que la obligan a desplazarse en silla de ruedas. Ella ya está plenamente integrada a la comunidad de la Santiago Apóstol. El otro caso es el de tres hermanitos cuyo padre es de edad avanzada que ya no puede trabajar y su madre tiene un retraso mental leve. Este cuadro ha hecho que los hermanos dependan especialmente de la escuela para relacionarse, recibir una buena alimentación e ir integrándose a la comunidad. “Estos chicos directamente dejaron de ir a la escuela cuando se les informó a los padres que debían mandarlos a la primaria de Medrano. Hace 45 días que no reciben educación”, contó una docente. En la escuela se comenta que ya había problemas con quien presta el servicio de transporte para los alumnos. “Hubo quejas porque a los chicos los dejaba en la ruta y no cerca de sus casas y porque el chofer no les daba un buen trato”, contaron. Además sostienen que la Supervisión redujo el recorrido y obligó a cambiar de institución a los ocho alumnos después de que el transportista sostuviera que estaba haciendo kilómetros de más. “Son sólo 3 kilómetros extras que debía hacer el colectivo. No es tan grave ni significa un aumento importante en el presupuesto”, se lamentó una madre. Lo cierto es que desde la delegación zonal de la DGE se dice que está analizándose el problema y que se debe realizar un nuevo llamado a licitación para resolverlo. Pero por ahora en la escuela solo hay incertidumbre. La escuela está al fondo de la polvorienta calle Groezinger, cuando ya parece haber sólo parrales y durazneros. Mientras transcurre el acto por el Día de la Bandera y suena el Himno, pasa un tractor junto al cerco inexistente, los chocos del encargado le ladran al fotógrafo y algún padre llega apurado, casi tarde, vistiendo ropa de trabajo y con las manos callosas, para poder entregarle la medalla y el diploma a su hijo que, con la nariz roja de frío, le prometerá fidelidad y respeto a su bandera.
Posted on: Thu, 27 Jun 2013 21:00:57 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015