Del recuerdo y la evocación Pienso unos segundos en cómo estará el agua al abrir la llave, cierro los ojos y en ese instante imagino el sufrimiento que ha de sobrevenirme, no han caído las gotas heladas a mi cuerpo cuando ya me estoy masacrando; casi siempre a las de seis la mañana. Pasa desde que seguí el consejo que bañarme con el agua fría me ayudaría a sentir menos frio en la calle ¡y vaya¡ que ha funcionado, pues el cuerpo no lo siente tanto…lástima que no pueda decir lo mismo mi alma. En estas calles soy extranjero, o a veces creo ser marciano. Beto Zabaleta se refiere a una provinciana que dejó su pueblo como la misma mujer linda y bella, pero que lastimosamente ya no sabe a pueblo, ya no sabe igual. Así son los vallenatos a mis oídos aquí, pensé que pasaba con los de Silvestre, creí que este joven talento ya estaba “cachaquizao”, entonces tratando de descubrir mi sentir me encerré en mi mundo compuesto por 4 paredes y dos corazones a su interior. Con mis audífonos me concentré en escuchar esas bellos vallenatos de los juglares…imposible que mi alma no sintiera regocijo. Aquella experiencia fue transportarme a mi ambiente, en definitivas mí esencia…Pero una cosa es clara, el frio apaga el sentimiento con que llegan esas inconmensurables letras a mi corazón…ahora comprendo que aquí se escucha pero jamás habrá un sentir intrínseco del vallenato, y no tendrían que hacerlo…al fin al cabo, esas canciones tienen el sello del calor, el aire, y la idiosincrasia de mi tierra costeña, que PAPA DIOS nos regaló para dejar que muchos apenas alcancen a imaginárselas y corearlas, pero jamás jamás sentirlas en pleno como nosotros.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 21:43:30 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015