Desarrollo del marketing político en México Los medios electrónicos de comunicación, han contribuido al cambio en la forma de hacer e interpretar la política en las sociedades de la información modernas. En México, la relación tan estrecha que nos une a Estados Unidos ha generado un aprendizaje de la cultura y la sociedad norteamericanas. En la forma de ver la política no es la excepción; el marketing político estadounidense nacido en la segunda mitad del siglo XX, vino a dejar escuela en la etapa de transición y reacomodo político en el México de finales de la década de los 80s. En esta etapa de transición en México, donde los reacomodos institucionales, sociales y culturales de la política, son una realidad, dadas las directrices históricas ocurridas en la vida independiente del país; existe una desconfianza generalizada del quehacer político por parte de los ciudadanos respecto de sus gobernantes, es decir, hay una crisis de credibilidad en la política en general. Los medios masivos de comunicación al brindar una imagen más elemental de la dinámica política y electoral, mediante la utilización de recursos discursivos dinámicos tales como: el uso de slogans en lugar de propuestas complejas de las campañas políticas, el mejoramiento de la imagen de un candidato en lugar de su propuesta política, el uso institucional de los medios de comunicación electrónicos, etcétera; fungen como principal canal de vinculación de los políticos con la población, debido a la facilidad con que llegan esos “destellos ideológicos” al grueso de la ciudadanía. En el entendimiento de esta situación, las estrategias electorales son planeadas en función de su acomodo en los medios masivos de comunicación, donde la imagen del candidato, el diseño de la campaña electoral, la descalificación de los adversarios, el bombardeo con segmentos publicitarios (en televisión y radio, espectaculares, propaganda impresa, etcétera) a los electores; tienen mayor relevancia que la configuración de un proyecto viable de gobierno, adaptado para ser comunicado (y no para ser vendido) a la población. Es difícil ubicar un momento en la historia de México, donde el marketing político jugase un papel importante por primera vez en la dinámica electoral; sin embargo las elecciones de 1988, fueron un importante antecedente debido a que en aquel entonces el contendiente del PRI a la presidencia Carlos Salinas de Gortari, competía contra 6 candidatos de oposición los cuales tenían serias posibilidades para ganar las elecciones presidenciales. Ante tal polarización de la política en México, los medios masivos de comunicación de la época, fijaron mayormente su atención en el polémico proceso electoral. El PRI con el slogan “Que hable México” y el PAN con la frase “voluntad de cambio”, son un referente a la hora de tratar de encontrar las primeras aplicaciones del marketing político en 1988 en México. Aunque la utilización de slogan para las campañas presidenciales, no fueron usados por primera vez en esa época, si es importante decir que la actitud de “venta” de la propuesta política fue mayormente usada en la terminación del periodo presidencial de José López Portillo. Tal cambio en la forma de hacer política fue paulatino, y se debe mayormente a un reacomodo social mundial, direccionado al mercantilismo, al corporativismo y al neoliberalismo. México no es ajeno a tales cambios en el paradigma socio-económico mundial. Los medios electrónicos de comunicación y su creciente injerencia en la dinámica social mexicana, contribuyeron enormemente a la aplicación de este modelo mercantil en la forma en que los políticos hacen la política y los ciudadanos contribuyen a ella. El compromiso social de los medios masivos de comunicación se mantiene, pero acompañado de una visión comercial que encamina a la industria mediática, a dirigirse bajo estas directrices, en las que la política se vuelve un espectáculo que busca atrapar la atención de los receptores, en vez de informarlos. En la dinámica actual medios de comunicación-política, los actores de la misma deben aprender a desenvolverse en el glamour que representan las cámaras, los micrófonos y las lentes fotográficas, por tal motivo requieren asesores que les indiquen el camino a seguir para que el discurso político se adapte a los medios masivos de comunicación. En este sentido la retórica empleada se vuelve concisa y directa pensada para la televisión más que para la reflexión; se crea entonces una imagen del candidato falseada, maquillada, descontextualizada en el entendido de que el discurso se adapta a los medios electrónicos, junto con la imagen, la forma de vestir, el desenvolvimiento, el lenguaje empleado, etcétera. Sin embargo el marketing político puede verse también como una manera de hacer llegar las propuestas políticas disponibles, al grueso de la población mediante el uso de los recursos discursivos masivos de los medios electrónicos de comunicación. El marketing político es entonces vislumbrado como el nuevo paradigma de vinculación entre ciudadanía y la dinámica política. Para la Revista Mexicana de la Comunicación existen dos etapas constitutivas en el desarrollo del marketing político en México: el marketing tradicional y la época actual, el de la ciberpolítica y la democracia digital: -Marketing tradicional: esta etapa es la del inicio del marketing en México, donde la competencia electoral genera el mejoramiento en las estrategias para la atracción del voto popular, en medio de una hegemonía del Estado que buscaba legitimizar, mediante los medios de comunicación disponibles, el activismo del gobierno por mantener el statu quo del partido político en el poder. -La ciberpolítica y la democracia digital: La RVM refiere que “El marketing 2.0 puede ser conceptualizado como el proceso de investigación, comunicación, organización y movilización político-electoral que se realiza con sustento en las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones”. La utilización del marketing político en la actualidad tiene mucha demanda por parte de aquellos personajes públicos y organizaciones que buscan una mejora en su imagen política o el mantenimiento de una buena estrategia comunicativa permanente. LCB-Marketing Político, una consultoría dedicada al marketing político refiere en su página web lo siguiente: La máquina del triunfo Conocimiento, experiencia, método. Son las tres razones que dan a nuestras campañas el máximo impacto y un nivel de éxito inigualado. Una campaña puede ser concebida y ejecutada sin errores cuando está dirigida por un maestro de consultores, con veinte años de experiencia exitosa en América y Europa, y apoyada en un equipo integrado por los mejores profesionales internacionales en producción publicitaria y comunicación política. Para alcanzar la victoria hay que apuntar a lo más alto. No economice con la calidad de su campaña, porque lo que realmente sale caro es perder la elección. Es fácil vislumbrar, los rumbos de este nuevo paradigma de la forma de hacer política en el mundo, donde la lógica comercial, se cuela en todos los ámbitos de la sociedad, la cual consume los productos disponibles ya sean industriales o ideológicos. ECAPage
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 18:16:56 +0000
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