Desde Mi Escritorio Pastoral Junio 23 de 2013: Dr. A. Vallejo Revelación 19: 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey De Reyes Y Señor De Señores. El alboroto fue grande y la fiesta continúa. El Heat de Miami revalidó el pasado jueves como los campeones en el mejor baloncesto del mundo, la NBA. En una serie reñida de principio a fin, no fue sino hasta el juego número 7 que lograron un nuevo campeonato, no sin antes sudar la gota gorda ante unos aguerridos Spurs de San Antonio, que demostraron su cría y que los “viejitos” todavía tenían suficiente baloncesto para hacer temblar a Lebron James y su combo. Acá afuera Mr. Fanático se deja deslumbrar por las luces de colores del espectáculo y da su opinión a favor de los unos o los otros. Mientras millones perecen de hambre, en la mas paupérrima pobreza, unos pocos cada vez se hacen más millonarios en este y otros deportes, que aunque no niego que nos entretienen o quizás nos roban el tiempo, en sí poco contribuyen en aliviar la miseria de tantos sufrientes en el mundo. Del máximo héroe del evento se ha dicho mucho, como mucho se espera de él, algo que considero un poco injusto. No hay duda que Lebron James es un jugador fenomenal, pero es solo un joven atleta que trata de dar lo mejor de su talento, no solo por amor o su pasión por el juego o por ganar o complacer a mas fanaticada, sino porque es eso lo que hace que sus acciones se mantengan al tope, porque todo gira también en bailar mejor en la danza de los millone$. Las comparaciones con el fenómeno de Michael Jordan u otros grandes de otros tiempos, no contribuyen de ninguna manera a mejorar o empeorar su estilo y clase, porque de la misma manera que hubo un solo Michael Jordan, hay un solo Lebron James. El juego final se jugó y felicitamos a vencedores y vencidos. Las luces de la cancha se apagaron y mientras algunos todavía quizás se pelean en broma o en serio, miles a través de la nación, en reconocimiento a su héroe deportivo proclaman a los cuatro vientos vivas al rey James. Este día, cuento las horas, minutos y segundos en que pueda llegar a Pacto de Paz, a nuestra gloriosa reunión dominical para seguir proclamando que yo también tengo un Rey, pero su nombre no es Lebron James. Mi Rey se llama Jesús, es el Hijo de Dios. A mi Rey se le dio un Nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra… Filipenses 2: 10 Soryy, Lebron, llegaste dos mil años tarde. ¡El Remanente fiel de la Iglesia ya tiene un Rey, Su Nombre es Jesús! Siempre tuyo en el servicio del Rey, Dr. A. Vallejo Nota: CCPdP se reúne a partir de las 5:30 pm en el 9421 al sur de la OBT Suite 20 en Orlando, Fl. 32837. ¡Ven y crece con nosotros!
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 09:54:41 +0000
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