Desde el punto de vista humano, lo que sucede con Longueira es lamentable y preocupante. Lamentable porque su estado demuestra hasta qué punto la integridad de las personas le importa a los jerarcas de la UDI. Ellos , si tontos no son, sabían que Longueira cojeaba de uno de sus pies. Sabían perfectamente que su salud mental estaba resentida. Lo acusaban sus reiteradas incoherencias argumentales. En forma permanente daba muestras de manifestar que mentalmente no estaba al ciento por ciento y, a pesar de ello, fue forzado a una campaña demoledora. Es también preocupante, porque esta situación ha dejado de manifiesto el carácter sectario de la UDI, que privilegía sus bastrdos objetivos por sobre el respeto y la dignidad de las personas. Para la UDI, las personas son peones de un tablero de ajedrez que pueden ser sacrificados en aras de objetivos, para ellos, superiores. Avalo mi impresión con los dichos de la Matthei, quien, más que estar dolida por la suerte del candidato y mostrarse afectada por tan inesperada noticia, sólo atinó a velar por la "unidad de la alianza". Ojalá los dirigentes de la secta no piensen en su nefasta persona pra remplazar a Longueira. Aunque, en estricto rigor, la Matthei soñaba plácidamente con este momento. Su sibilina, pero ambiciosa postura, ya la ha puesto en carrera, lo que para la oposicón es más que gratificante, porque esta fulanita tiene más rechazo que Longueira, porque es antipática, bastante histérica, demasiado arrebatada y con cero inteligencia emocional. Presumo que Matthei siente una malsana envidia por Michelle, no soporta su imagen. Un consejo: callen a Piñera; donde mete sus narices, todo resulta desastroso. No lo escuchen. Ya opinó que la Matthei sería "una gran candidata", con lo que demuestra que lo suyo no es la política.
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 16:24:52 +0000
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