Desde mi consultorio ¡Guarderías!, - TopicsExpress



          

Desde mi consultorio ¡Guarderías!, ventajas y desventajas Psicoterapeuta Ma. Cristal Castillo Barrón Como muchas cosas de la vida, todo tiene ventajas y desventajas, y ese es también el caso de las guarderías infantiles. Por lo general los hijos reciben por lo general en casa amor y atenciones, lo que los hacen sentir especiales y a veces únicos, lo que cambia automáticamente sin embargo al asistir a una guardería al dejar de ser único o recibir atención personalizada, por lo que debe aprender a convivir y compartir, quizá no todo, pero sí la mayoría de los objetos. En este sentido, paulatinamente se percatará de que el mundo no gira alrededor de él, que existe un más allá de casa, papá y mamá, en tanto aprenderá que existe un momento y lugar para cada actividad, así como reglas hasta para el juego. Por otro lado, así como para algunos padres la guardería es opción única, para algunos niños puede ser la mejor, pues muchas veces los dejan con personas con poco o nada de interés por ellos y, en ocasiones, es más la necesidad económica que lo propicia, mientras que en otras los cuidan abuelas mayores que, aunque con deseos de hacerlo, carecen de paciencia, condición física y salud adecuadas. Los problemas de comportamiento asociados a la guardería son difíciles de medir. Existen y existirán infinidad de casos variados, entre ellos de padres que comentarán que su hijo era tranquilo y se volvió un desastre, aunque otros opinarán lo contrario, por lo que no existen verdades absolutas, como el dicho en el sentido de que todo depende del cristal con que se mire. Así, puede ser el caso de un niño “tranquilo” en casa y cambiar en la guardería, un reprimido con una casa donde todo era un “NO” que le impedía sacar su verdadero ser infantil, o bien otro cuya educación la dejen toda a la escuela, lo que nunca debiera ser, aunque, en caso contrario, cuando el niño era “un desastre y rebelde” y cambia al ingresar a la guardería, pudiera ser que sólo necesitaba límites, reglas, atención y estímulo que le faltaban en casa. Por otro lado los padres no deberían perder de vista a sus pequeños por muy buena que pudiera ser la institución donde los encomendarán, pues así como éstos aprenderán cosas positivas de sus compañeros, siempre existirá el riesgo de que imiten malos hábitos, por lo que ahí deberán estarán sus progenitores para guiarlos y corregirlos. Por muchos años se consideró que una de las principales desventajas de que el hijo acuda a una guardería es “el riesgo de enfermarse con mayor frecuencia”, lo que nos atrevemos a entrecomillar por no existir estudios que confirmen 100 por ciento esa hipótesis. Es un renglón difícil de estudiar con datos objetivos y controlables. Existen muchos casos de niños que, sin asistir a una guardería, se enferman tanto o más que los que sí lo hacen. En ocasiones, estar fuera de ese sistema no les garantiza inmunidad, aunque debemos considerar que uno de los requisitos indispensable de éstos es que cubran totalmente sus esquemas de vacunación a través de personal encargado de recordarlo oportunamente a los padres, lo que no siempre ocurre en las casas, a grado tal que a veces acuden a inscribirlos sin esquemas de vacunación completos, lo que es importante para la salud de los menores. Al detectarse niños enfermos no se les acepta y se les pide a los padres llevárselos para su valoración médica y pronta recuperación para evitar que se propague la enfermedad, además de sensibilizarlos ante sospechas para dejarlos bajo su cuidado. Por último, las guarderías ofrecen exámenes de laboratorio y atención médica, no dudamos que más rigurosa que la que los padres o familiares del niño en la casa. Nos preguntamos, los niños cuidados en casa ¿no se enferman? ¿Están en una cápsula donde no existe contagio? Y cuando los padres o hermanos se enferman ¿acaso los aíslan o qué? Debemos considerar que están igual de expuestos en sitios públicos como iglesias, cine, parques y casas de familiares, entre otros, donde también corren el mismo riesgo que en la guardería, además de que se conocen casos de muchos niños que crecieron en guarderías y no se enfermaron más que los que no acudieron, por lo que siempre habrá muchas dudas al respecto. Otros beneficios que se pueden agregar a las guarderías son el aprendizaje de valores y principios como la amistad, generosidad, tolerancia, perseverancia, gratitud, respeto y solidaridad, así como formas adecuadas de conducción y palabras claves de sociedad como “buenos días, “con permiso,” “por favor”, “gracias” e infinidad de habilidades sociales y académicas. Consideramos que así como es valiosa la aportación de las guarderías, también hace falta hacer más, entre otros una vigilancia más estricta y real en materia de seguridad, higiene y calidad educativa con grupos más reducidos para atención más personalizada, cuidadoras con mayor profesionalismo, perfil adecuado y, sobre todo, amor por lo que hacen. En definitiva, ni para todos los niños, ni para todas las familias, los riesgos y beneficios de asistir a las guarderías son los mismos, de modo que cada cual debe sopesar los pros y los contras; las alternativas e informarse adecuadamente para, finalmente, decidir la mejor opción para la familia, esto cuando existe la posibilidad de elegir que, como sabemos, no siempre es posible. En realidad, la aportación de una buena guardería es clave en el desarrollo de los hijos, pues la convivencia diaria es tan enriquecedora, aunque la crianza familiar, sin duda, prevalece como la base. Psicoterapeuta Dra. Ma. Cristal Castillo Barrón Cel. 98383-98281 E-mail crispuntotal2004@yahoo
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 04:43:48 +0000

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