Dios y la obra de la Creación Sección1. El amor es la - TopicsExpress



          

Dios y la obra de la Creación Sección1. El amor es la motivación de Dios para la Creación 1.1. La obra de la Creación necesitó una inversión completa La creación del Cielo (mundo espiritual) y la Tierra (mundo físico) de Dios no significó la garantía de la vida. Fue para el aprovechamiento del ideal de amor. (188-196, 26.2.1989). Los científicos dicen que el universo está compuesto de energía y que se originó de la energía, pero no es así. Una corriente eléctrica no fluye solo porque hay energía; más bien, la electricidad se genera a través de una acción. Antes de una acción debe haber un “más” y un “menos;” es decir, un sujeto y un objeto recíprocos y acompañantes. La acción no puede ocurrir por sí misma y por esto es necesaria la intervención de un sujeto recíproco y un objeto recíproco. En todo, la acción requiere un “más” y un “menos” y esa acción genera electricidad. Dicho de otra manera, la fuerza eléctrica se genera solo por la interacción energética de un sujeto y un objeto recíprocos. Entonces, el universo no se originó de la energía como hoy dicen los científicos. La acción viene primero, no la energía. (111-126, 8.2.1981). ¿Qué es más importante, el amor o la vida? El amor es más importante. No decimos que la vida es más importante solo porque nuestro mundo vino de la vida de Dios. En realidad, decimos que el amor es más importante. Aunque Dios comenzó la creación del Cielo y de la Tierra con la vida, la fuente de la vida y la motivación por la vida es el amor. La razón por la cual la vida llegó a existir es debida al amor. ¿Por qué Dios creó el Cielo y la Tierra? Aunque Él es un Ser Absoluto, no puede sentir alegría por sí solo. Aun cuando fuera a sentir alegría, no puede sentir el estímulo de la alegría; por eso, Él creó. No importa cuánto el Ser Absoluto pueda decir: "Soy el Ser Absoluto, el Maestro del amor y el Amo de la vida"; mientras esté totalmente solo, no puede sentir el estímulo del amor. No puede sentir el estímulo de la vida que le hace sentir que ese Cielo y esa Tierra están dentro de su cuerpo. (38-152, 3.1.1971). Si Dios hubiera pensado solo en Él, ¿habría creado el Cielo y la Tierra? El proceso de creación requiere una inversión de energía. La gran esperanza de un artista es crear la obra maestra más hermosa. Él invierte todo su esfuerzo para hacer obras de arte grandiosas. Una obra maestra concluida solo aparece cuando el artista lo ha dado todo, cuando siente que no puede dar nada más. La creación comienza con invertirse a sí mismo. La creación es posible solo cuando se invierte energía. Sin invertir energía, no sale nada. Según el Principio Divino, un objeto recíproco acompañante completo solo aparece por medio de la inversión completa de su creador. Dios, como el sujeto recíproco acompañante, se invirtió a sí mismo completamente en la creación de su objeto recíproco acompañante. La Creación fue el comienzo del trabajo de Dios por el cual se determinó a no existir para su propio beneficio sino para el bienestar de su objeto recíproco acompañante. (78-111, 6.5.1975). Crear significa inversión de energía. Si Dios invirtió, ¿cuánto invirtió? Algunos piensan que, cuando Dios creó por la Palabra diciendo: "Hágase esto, hágase aquello,” fue como un juego. Pero no, Él invirtió completamente su vida verdadera, su amor verdadero y sus ideales verdaderos. Nosotros no amamos algo a lo que no le hayamos invertido trabajo, tampoco algo en lo que no hayamos invertido nuestra carne y nuestra sangre. Por consiguiente, antes de crear y después de crear hay una diferencia. Antes de crear Dios pensó basado en sí mismo, pero, después de emprender la creación, existió para su objeto recíproco acompañante. Nosotros no existimos para nosotros mismos sino para nuestros semejantes, para nuestros hijos e hijas. Así son las cosas. (69-81, 20.10.1973). La creación del Cielo y de la Tierra de Dios significó invertir su esencia misma. Finalmente, esto quiere decir que invirtió energía e invertir energía significa una disminución de su ser. Dios creó el universo como su acompañante por medio del amor y se invirtió a sí mismo para cumplir esta Voluntad. Dios resolvió que su inversión diera fruto en su acompañante en lugar de sí mismo. Por invertir, Dios no se sentía extraño sino satisfecho. Por eso, Dios creó por amor. (60-85, 6.8.1972). Aun después de tomar el desayuno, cuando trabajamos vigorosamente, nos sentimos rápidamente hambrientos y cansados. ¿Por qué? Porque cuando se invierte energía, esta es consumida. En todo lo que hacemos, no hay nada bueno en un resultado si hay una pérdida. Para que algo sea bueno, debe haber una ganancia. Entonces, la Creación de Dios, si ha de ser buena, debe tener algo que produzca una ganancia. ¿Entonces, cuándo puede Dios recuperar su ganancia? Con base en esto debe quedar la norma de la perfección de los seres creados. Hay un punto tal en el cual la inversión comenzará a originar ingresos. Lo mismo es cierto si, con un profundo deseo de lograr algo, ustedes hacen un esfuerzo y lo llevan hasta sus límites, el resultado vendrá sin falta. Esta es la ley del universo. Igual ocurre con Dios. Al crear a la humanidad, Él invirtió energía. Se consumió a sí mismo. Pero, después de crear a la humanidad, por haber invertido completamente todo lo que se puede emplear, los seres humanos perfeccionados no se irán a ninguna parte. Cuando ellos hayan alcanzado la perfección, volverán a Dios. Al regresar, ellos no lo harán con un valor inferior al que poseían durante la inversión, sino con el valor óptimo de la Creación de Dios. (65-20, 13.11.1972). ¿Cómo empezó el universo? Comenzó con Dios sirviendo e invirtiendo por otros y para su beneficio. Comenzó gastándose Él mismo. Entonces, ¿cuál es el propósito de gastarse uno mismo para crear a su acompañante? Después de que ambos se invierten, lo que ganamos es amor. Mientras que tengamos amor, somos felices sin importar cuánto nos disminuyamos. Desde que este principio es amor, Dios comenzó la creación basado en amor. Dios no hacía algo que le produjera pérdidas. Invertir deja un menos. Entonces, ¿por qué piensan que lo hizo? Como el amor tiene el poder de llenarlo todo, después de gastarse e invertirse Dios mismo, encontró a cambio amor. El amor verdadero no se disminuye cuando este se invierte, sino que crece más y más grande mientras más se mueva. Si, por el contrario, el principio fuera que ese amor verdadero se hace más pequeño, Dios se reduciría por su inversión; pero lo que sucede es lo opuesto. El amor verdadero crece más y más grande mientras más se invierta. (237-124, 13.11.1992). Como el amor tiene la capacidad de crear, este no crece cansado. Con un corazón de amor, usted nunca se cansa porque tiene el poder del amor, que siempre está cargado con más energía de la que consume, indistintamente de cuánto se haya invertido. Por eso a ustedes no les importa hacer ese esfuerzo, a pesar de que es difícil y doloroso. ¿Cómo continuarían si no les gusta? En el camino del amor, ustedes no pueden tener eternamente un corazón indispuesto. En el sendero del amor verdadero, no pueden tener eternamente un corazón mal dispuesto. La esencia de Dios no incluye el concepto de enemigo ni el concepto del mal. Por eso, su ser existe dentro del amor verdadero. (237-130, 13.11.1992). Entonces inviertan, inviertan e inviertan basados en el ideal de Dios para la Creación. Cuando ustedes invierten, comienza un movimiento circular. Tomando el aire como ejemplo, si hay una presión baja absoluta y una presión alta absoluta, surge una presión promedio. Dios desciende aunque nadie lo llame. Entonces, aquellos que quieren invertir más de un cien por ciento son siempre llenados por Dios. El principio del universo es así. Desde que, invertirse o sacrificarse completamente y olvidar lo que se ha invertido o dado está conectado al flujo del amor eterno, en ese nivel emerge el principio subyacente de la vida eterna. ¡La vida eterna! Si no es así, ¿de dónde deducen el principio de la unificación? Al vivir por otros y para su beneficio ocurre el movimiento circular, ¿no es cierto? ¿Qué sucede con algo que está en movimiento espiral? Se reduce más y más y luego asciende. Si la base de algo que rota como un ciclón se ensancha, disminuye su altura; pero la vida eterna, asciende más y más arriba. Así, automáticamente, Dios montará sus pies sobre los hombros de Adán y Eva y subirá junto con ellos. (205-95, 7.7.1990). ¿Por qué Dios creó el Cielo y la Tierra? Crear significa invertir energía. Eso es una inversión de energía. Invertir energía quiere decir gastándose a sí mismo. Sin embargo, el Dios omnisciente y omnipotente podría ser consumido inevitablemente si su abundante inversión de energía no muestra un retorno. (65-20, 13.11.1972). Dios invirtió toda su energía en crear todas las cosas y a los seres humanos. Invirtió todo e incluso invirtió más. Otras cosas se consumen al invertir en ellas; pero, con el amor verdadero, mientras más se invierte, más se prospera y más se produce. Si se invierten 100 unidades de amor verdadero, retornan 120. Por consiguiente, pese a que pareciera que quienes practican el amor verdadero perecen, no perecerán; más bien prosperarán eternamente y vivirán para siempre. (219-118, 28.8.1991). ¿Por qué existe Dios? ¿Para qué querría existir? Él quiere existir por causa del amor. Por eso, necesita un acompañante de amor. Por eso, el Dios omnisciente y omnipotente tenía que crear un acompañante de amor. Hasta ahora no sabíamos que Dios empezó a crear basado en amor como el ideal esencial. Fue por causa del amor que se creó todo el universo. (208-235, 1990.11.20). El deseo de Dios es tener una plataforma mundial para el verdadero dar. Desea un lugar libre, pacífico y feliz donde el dar no tiene acusadores y el recibir no tiene condiciones. Su propósito es extender este lugar mundial y traer a toda la humanidad para vivir allí. (13-249, 12.4.1964). 1.2. La realización del ideal de la Creación a través del amor Dios creó el mundo a fin de realizar el amor. Creó el universo para poder regocijarse en la gente y en todas las cosas creadas, las cuales se unifican centradas en su amor; además, para que pudiera regocijarse en la gente que se hacen esposos y esposas verdaderos, los cuales giran alrededor del amor de Dios y crean familias, comunidades, pueblos y un mundo de amor verdadero. También para saborear la alegría del amor al unirse con tales personas. Este fue el ideal de Dios de la Creación. (La familia bendecida y el reino ideal 302). Las bases de la mente original (en coreano: ma-um), con la cual el amor infinito de Dios puede amar centrado en su propósito, es el Corazón (en coreano: shimjung. Se refiere al impulso de buscar alegría a través de dar y recibir amor) Su valor no cambia. Para discutir el valor de la existencia de Dios, debemos hacerlo aferrándonos a ese amor. El valor es determinado cuando las condiciones para una relación recíproca son establecidas. La alegría comienza del Corazón de Dios y su propósito es realizado en los seres humanos. El Corazón del Dios incorpóreo, sin forma, se manifiesta en sí mismo en el corazón del ser humano corpóreo, con forma. Cuando las personas con tal corazón se multiplican horizontalmente y forman familias, estas se esparcen mundialmente y se hacen el centro del mundo. Dios bendijo a Adán y a Eva para que fueran fructíferos y se multiplicaran de modo que ellos pudieran tener tal familia mundial. La “cosmogonismo” es establecida sobre la base de ser fructífero, multiplicar y tener dominio sobre Todas las Cosas en el mundo físico y el espiritual. (27-28, 15.11.1969.11.15). ¿Por qué piensan que Dios creó el universo? Dios quiso obtener alegría a través del universo. Aunque Dios es el Ser Absoluto, solo no puede sentir alegría, porque la alegría surge cuando existe alguien con quien relacionarse. No es el conocimiento, el dinero o el poder lo que Dios necesita. No los necesita porque es absoluto, omnisciente y omnipotente. No importa cuán avanzada la ciencia pueda estar, no puede alcanzar o ir más allá de lo que Dios ha hecho. El inmenso universo está operando, de acuerdo con leyes, en una manera ordenada. Considerado el hecho que Dios ha creado y gobierna el inmenso universo, el cual está más allá del alcance del pensamiento humano y de la ciencia, podemos concluir que Él también es un científico. (La familia bendecida y el reino ideal 302). ¿Piensan que alguien que se ha atado al amor original de Dios y lo ha probado, querrá estar separado de él? Cuando una abeja está chupando la miel y tiran de su abdomen, no retirará su boca de la miel, aun cuando le arranquen el abdomen. ¿Qué tal si hubieran experimentado el sabor de ese amor? Ustedes podrían marcharse, pero al rato darían una vuelta y regresarían, tratarían de agarrarse de él. (137-57, 18.12.1985). El Principio Divino de la Iglesia de la Unificación concluye que el amor de Dios significa la realización del “fundamento de cuatro posiciones” (base de cuatro puntos de apoyo) Entonces, ¿qué significa la realización del fundamento de cuatro posiciones? El amor de los padres (papá y mamá) se supuso para ser trasmitido y sentido por los hijos (e hijas) Centrado en el amor de los padres, el cual es el centro del fundamento de cuatro posiciones, los padres se unen con sus hijos, el hombre y la mujer se unen en amor como cónyuges y, finalmente, la familia se une al amor de Dios. Este es el fundamento de cuatro posiciones. (La familia Bendecida y el reino ideal 302). La familia de Adán tiene que unirse a Dios y lo que los une es el amor. El representante bidimensional del mundo de la existencia es el ser humano y el representante tridimensional es Dios. El amor es el punto central, el lazo que los une eternamente. Cuando los seres humanos, quienes tienen un cuerpo, logran la unidad con Dios, su corazón y sentimientos estarán inmersos en un estado ilimitado de experiencias profundas y felicidad. (35-156, 13.10.1970). Finalmente, Dios y el ser humano se unen a través del amor. Los seres humanos y el mundo se unen a través del amor y la realización del mundo ideal, el propósito de Dios para la Creación, empieza aquí. La realización del ideal de Dios finalmente emerge en el lugar donde el nuevo amor centrado en Dios o el amor de acuerdo a la ley de la Creación, es fijado. (35-356, 13.10.1970). ¿Qué es lo que nosotros, los seres humanos, queremos al levantarnos en la mañana? Desayunar temprano, salir a trabajar y preocuparnos por el mundo entero no son asuntos de importancia. Más bien, lo que queremos es tener un corazón de amor inmutable, día y noche, a través de las cuatro estaciones y a lo largo de nuestra vida. Dios creó el Cielo y la Tierra por causa del reino ideal del amor, donde hombres y mujeres forman una línea completamente horizontal y se conectan con Dios, en un ángulo perfecto de 90 grados, un lugar de amor donde se unen el amor y el afecto humano y el amor y el afecto celestial. (213-157, 20.1.1991). Dios comenzó su acto creador desde su propia esencia, invirtiendo e invirtiendo para el beneficio del amor y olvidándose de lo invertido. Por lo tanto, si los compañeros de Dios están para recibirlo, deberá invertir de la misma manera. Esto es como una inversión desde arriba y una inversión desde abajo que se encuentran. De esta manera, el Cielo y la Tierra se unen armoniosamente y se vuelven una sola unidad. Ellos se unen girando alrededor del amor que puede abrazar y mover el Cielo y la Tierra. Esto genera gran poder. (237-130, 13.11.1992). Para ocupar el amor, deben invertir y olvidarse de lo que dieron, invertir y olvidarlo otra vez. ¿Por qué tienen que tener tal amor? Porque el amor tiene la cualidad que mientras más se mueve más se engrandece, en vez de menguar. De acuerdo a las leyes de la dinámica, los elementos en la naturaleza disminuyen mientras más se mueven y mientras más operan, ¿no es así? En la naturaleza, los elementos se hacen más pequeños mientras más se mueven, pero, en el mundo del amor verdadero, las cosas crecen más mientras más se mueven. Dios pudo comenzar la Creación con el amor verdadero porque sabía esto. (237-127, 11.13.1992). AYU
Posted on: Wed, 21 Aug 2013 05:24:12 +0000

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