Discurso desde la Summa de Santo Tomás Autor: P. Jesús Martí - TopicsExpress



          

Discurso desde la Summa de Santo Tomás Autor: P. Jesús Martí Ballester Capítulo 4: 4.8 El sacramento del Matrimonio Para conocer el pensamiento de Santo Tomás, además del tratado del compilador del Suplemento, contamos hoy con la "Summa contra gentes", los "comentarios a las Epístolas de San Pablo" y la exposición a los "Eticos" de Aristóteles del mismo Santo Tomás. Desde estas fuentes pues, damos su cuerpo de doctrina. Enseña Santo Tomás que el matrimonio es de derecho natural y de derecho divino positivo, como leemos en el Génesis: "Creó Dios al hombre a imagen suya, hombre y mujer los creó, los bendijo y les dijo: ´Creced y multiplicaos y llenad la tierra’” (Gn 1, 27). La exclamación de Adán, ante Eva recién creada: “¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Hembra, porque la han sacado del Hombre. Por eso un hombre abandona padre y madre, se junta con su mujer y se hacen una sola carne", brotó de los labios del primer hombre movido por inspiración del Espíritu Santo y con ella declaró que el vínculo matrimonial es indisoluble, como enseña el Concilio de Trento. "Que esto significa una unión indefectible de sus vidas, el Señor mismo lo demuestra recordando cuál fue ´en el principio´, el plan del Creador: ‘De manera que ya no son dos sino una sola carne’" (Mt 19, 6) (CIC 1605). Afirma santo Tomás: "Se dice en la carta a los Efesios: Este sacramento es grande"; luego es sacramento". Y aunque el matrimonio no se asemeje a la pasión de Cristo en cuanto al sufrimiento, se le parece en la caridad, que es la que impulsó a Cristo a padecer por la Iglesia. La unión de Cristo con la Iglesia no es la cosa contenida en este sacramento, sino la cosa significada". El matrimonio pues, en la Nueva Ley es sacramento, por tanto confiere la gracia santificante y el derecho permanente de recibir las gracias actuales que ayuden a los cónyuges a cumplir los fines del matrimonio. Santo Tomás difiere de Melchor Cano Se distanció Santo Tomás de Melchor Cano en la determinación de la forma del sacramento del matrimonio: "las palabras, dice, con que se manifiesta el consentimiento matrimonial, son la forma del sacramento; no es la bendición del sacerdote, que sólo constituye un sacramental". Por tanto los ministros son los propios contrayentes. Entre bautizados no puede haber contrato matrimonial válido, que no sea sacramento. Pío XI en la Encíclica Casti connubii, dice: "Los fieles al prestar el consentimiento matrimonial se abren al tesoro de la gracia sacramental, de donde sacarán energías sobrenaturales para cumplir sus oficios y deberes fiel, santa y constantemente mientras vivan". Matrimonio, símbolo de la unión de Cristo con la Iglesia En cuanto que el matrimonio simboliza la unión perpetua de Cristo con la Iglesia, y es ordenado al bien de los hijos, le compete la indisolubilidad. En una sociedad en la que una encuesta del Centro de Investigaciones Científicas, revela el dato de que la mayoría está por la ambición del dinero y posponen el valor del matrimonio y de la familia; que prefieren el placer inmediato, con lo que se desgajan de la ley natural, impresa en el corazón de los hombres por el Creador, y por tanto responde a las aspiraciones más hondas del hombre y está al servicio de su persona y de su felicidad, hay que proclamar la indisolubilidad del matrimonio como querida por Dios, y el divorcio, como tolerado por Moisés "por la terquedad de vuestro corazón". Si Moisés toleró el acta de repudio, fue porque el hombre estaba aún desposeído de la gracia de Jesús que, con ella ha venido a perfeccionar la Ley y a posibilitar su cumplimiento. Divorcio, pobreza Cuando hoy se busca el divorcio, no se admite la riqueza de la gracia de Cristo y se cae en la pobreza de lo antiguo, con pretexto de modernidad. Cuando la autoridad, aunque sea legítima, legisla contra la ley natural, deja de ser legítima, porque el legislador no puede suplantar la ley natural: "Serán los dos una sola carne" en comunidad de amor, para continuar la creación y propagar la fe desde la verdadera iglesia doméstica". Cuando la Iglesia disuelve el matrimonio ratificado y no consumado, lo que no sería matrimonio no sólo fisiológicamente, sino en toda su plenitud psicológica, por causa de patología humana, no separa, sino declara que no había matrimonio.
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 14:14:44 +0000

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