Durante muchos años se repitió que César Vallejo habÃa muerto de sÃfilis debido a una irresponsable tesis de Xavier Abril. Hasta que Javier Mariátegui decidió estudiar las recetas y medicina que se suministró a Vallejo y asÃ, desmintió al autor de César Vallejo o la teorÃa poética. Lo mismo sucedió en torno a la muerte de Abraham Valdelomar. Por eso, es preciso celebrar el trabajo de investigación de Gotardo Almonacid Cisneros. En efecto, Abraham Valdelomar viajó a Ayacucho para participar en el Congreso Regional. Llegó a caballo procedente de Huancayo, el lunes 27 de octubre a las 4.30 p. m., de 1919. Todos los diputados fueron invitados al hotel Bolognesi a una cena de gala. Antes, Valdelomar visitó una farmacia y después necesita estar solo. Gotardo Almonacid Cisneros, escribe: Cuando Valdelomar sale del comedor, Pacheco va con él o le sigue los pasos. Nuestro escritor marcha por un paso desconocido, hacia una simple pared que conduce a una escalera a interior de piedra, da un paso en falso y cae al vacÃo, rompiéndose la columna vertebral contra el pretil de una vieja escalera del tiempo de la colonia y, rebotando cae sobre un montÃculo de piedra al lado de aquella escalera. Transcurridas algunas horas, lo encontraran quejumbroso, con la columna vertebral fracturada y dolores insoportables. () Abriendo los ojos desmesuradamente, murmuró: Me estoy muriendo y exclamó haciendo un último esfuerzo: Dios mÃo, ¿por qué me llevas tan pronto?, si todavÃa no he terminado mi trabajo. Expiró a las dos y media de la tarde del 3 de noviembre de 1919 Como dice Gotardo Almonacid Cisneros: La muerte trágica de Valdelomar sirvió para que sus enemigo se ensañaran con él después de muerto, tejiendo una versión tergiversada de los hechos, haciendo correr el rumor malévolo que habÃa muerto encima de una inmundicia. Afirmación sin pruebas. Quienes lo encontraron declararon haberlo hallado sobre un montÃculo de piedras, al pie de las gradas, con la columna espinal quebrada. Esos ególatras y figuretis que siempre eran los mismos que destilaban el veneno de la envidia y la incomprensión contra César Vallejo y José Carlos Mariátegui.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 15:51:05 +0000