Durante más de 30 días el Gaucho custodió aquella sepultura para luego salir en las mañanas a recoger algún alimento que el pueblo le brindara. Recorría las calles, para volver de tarde otra vez junto a la tumba de su dueño allí en el Cementerio. De esta manera vivió mucho tiempo, haciéndose querer por la gente y los niños. Cuando el animal fallece la gente de la zona tiene un gran pesar al conocer la historia de fidelidad del can. .
Posted on: Sat, 26 Oct 2013 02:55:16 +0000