Día 6 La lengua argumentativa Las personas argumentativas - TopicsExpress



          

Día 6 La lengua argumentativa Las personas argumentativas disfrutan el resistirse ante cualquier persona cuyo punto de vista sea distinto al suyo. Evitar una pelea es una marca de honor; sólo los tontos insisten en las disputas. Proverbios 20,3 De manera distinta a las personas que dividen a las personas, cuyas acciones destruyen la unidad entre amistades, las personas argumentativas disfrutan el resistirse ante cualquier persona cuyo punto de vista sea distinto al suyo. De hecho, están alerta de cualquier cosa por la cual puedan discutir y poner a alguien a la defensiva. Nunca sin buscar una pelea verbal, ellos dependerán siempre de una discusión religiosa o política para producir peleas que no tengan fin. Ser argumentativo es un usual inútil de la lengua y ciertamente no es la manera de ganarse amigos o de influenciar personas. Will Roger, un legendario cowboy americano que se convirtió en animador, quien nos previene, “Las mentes de las personas son modificadas a través de la observación y no por los argumentos”. En otras palabras, la falta de contenido niega la habilidad de producir cierto cambio en las personas. Veamos por que la gente se vuelve peleonera. Muchos peleoneros o personas argumentativas crecen en hogares donde la discusión o las peleas son un patrón que se ve más que la misma comida. Por ello ellos piensan que es normal el confrontarse. Yo crecí en un ambiente muy alegre. No recuerdo ninguna discusión que haya terminado en una amistosa resolución del tema principal de la misma. Mejor dicho, parece que cuando los peleoneros no pueden encontrar mejores leños que poner en el fuego, simplemente encienden un nuevo fuego y continúan el proceso hasta que estén cansados de hablar. Yo juro que nunca me involucraré en tales comunicaciones inútiles. Por el otro lado, tengo un hermano que siempre intenta involucrar a las personas en cierta discusión que normalmente resulta en un argumento. Cuando se le terminan los temas que puedan confrontarse o no tiene respuestas lógicas que decirle al oponente, él recurre al ataque personal y empieza a llamarle con ciertos nombres. Él eligió imitar el comportamiento que vio durante su infancia. Otra razón por la cual las personas eligen el pelear y discutir es para soportar su propia autoestima. Sólo se pueden sentir bien sobre ellos mismos, atacando la validez de la opinión, filosofía o creencias de las demás personas, y luego manipulándolos para que defiendan su posición. La meta de las personas que discuten es no agregar valor a la vida de las demás personas, enseñándoles los errores de su camino. De hecho el Señor peleador estaría decepcionado si su blanco respondiera, “Oh gracias por iluminarme en este aspecto. Cambiaré mi manera de pensar inmediatamente.” Porque, dicha concesión terminaría con cualquier argumento! He decidido que es mejor hacerle caso al consejo de Salomón: “Empezar una discusión es como abrir la compuerta, deja el asunto por la paz antes de que la discusión se desate” (Proverbios 17:14 ). Cuando te involucres con un peleador, mi respuesta favorita es decir desde el comienzo, con la mayor determinación que pueda reunir, “Ok. Esa es su opinión.” Eso me mantendrá fuera de cualquier medio de disputa en la cual los peleoneros son expertos tejedores. No les toma tiempo enredar la situación. Jesús nos previene “esté de acuerdo con su adversario de manera rápida” (Mateo 5,25). La mayoría de las personas, con excepción de los peleoneros, minimizará o evitará cualquier discusión con las personas que son argumentativas. Encuentran muy estresante caminar sobre cascarones de huevo tratando de limitar sus conversaciones a temas seguros que no sean debatibles. Uno de los retos de los hijos de Dios es aprender a no estar de acuerdo sin ser desagradable. Glorificamos a Dios cuando permanecemos amorosos sobre todo cuando estamos en desacuerdo con los puntos de vista y los valores de los no creyentes. Debemos de tener cuidado de cómo disentimos, a fin de que no comprometamos nuestro testimonio. Seguramente tenemos la gracia de registrar nuestras protestas sin ser malos o sin espíritu. Benjamín Franklin fue conocido por su diplomacia, “En este punto, estoy de acuerdo. Pero en el otro, si a usted no le importa, puedo hacer una excepción?” Si tiene la tendencia de ser combativo o argumentativo, recuerde que no le cuesta nada respetar la opinión de los demás – especialmente en temas que no tienen consecuencias eternas. LA AFIRMACIÓN DE HOY: Resistiré a convertirme en una persona combativa, respetando el derecho de los demás de tener sus propios valores y puntos de vista.
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 05:46:06 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015