EL CARLOS…UNA HISTORIA VERIDICA Y TETRICA DE MACHAGAI QUE AUN NO TERMINA. (NO es un cuento de Horacio Quiroga, ni de Garcia Marquez. Apenas si una crónica tétrica de la vida. Ayer se murió el Carlos. Cerca del medio día cuando la esposa salía del trabajo se voló la cabeza de un tiro. Tenía unos 35 años. Trabajaba de albañil, pero desde hace varios meses no podía hacerlo por una fractura en la pierna que o se terminaba de curar. Buen tipo el Carlos. Siempre atento, respetuoso, simpático, trabajador. Quien diría que con ese animo terminaría así. Había problemas en casa de Carlos. No tenía mas dinero que el que cobraba su esposa como empleada domestica en dos casas. El debía ir a Resistencia o Sáenz Peña a ver a los traumatólogos por las cirugías de su fractura que había conseguido en un accidente con la moto viniendo del trabajo. Y el dinero no alcanzaba. Hace como un mes había hecho una changuita que le duró solo una semana, y esa plata voló en deudas y gastos. Mucho dolor en la pierna, peor si trabajaba. Porque ya sabemos que el albañil es un trabajo pesado. Sube y baja ala escalera o estar horas en cuclillas poniendo mosaicos, o haciendo pastones gigantes para una losa. Sonriente y atento, respondía y hablaba cuando nos encontrábamos y seguía trabajando mientras. Desde que se fracturó, el Carlos había agregado otro ingrediente a su vida además del trabajo, la moto y su esposa. Una changuita hermosa de unos 15 años vino a vivir con ellos, sobrina de su esposa, para que pudiera ir al colegio secundario porque vivía en el campo y no podía hacerlo. Se enamoró el Carlos….el de ella y ella de el. Se dice que retozaban juntos cuando estaban solos. Desde hacia años que andaban buscando tener un hijo con su esposa, con la que no estaban casados sino rejuntados. Nunca pudieron. En los últimos 6 meses ella anduvo contenta como una semana porque no le venia la menstruación. Fue al hospital y se hizo atender por médicos. Le dijeron que tenia problemas hormonales, probablemente la tiroides, porque había engordado mucho y no le venia la menstruación. Le pidieron montones de análisis, sin poder llegar a un diagnostico. De esto hacen un poquito mas de seis meses. Ida y vuelta al hospital cada quince días o un mes. Análisis mas análisis y nada. Ya le habían conseguido turno para el servicio de endocrinología del hospital central de la provincia. Ayer ella sale de su casa alrededor de las doce horas, como siempre y va para su casa. Gran revuelo de vecinos en su casa, y un patrullero de la policía. El Carlos se había matado reciencito. Como esperándola. Como calculando la hora para que ella lo descubra y no otro. Los vecinos dijeron que escucharon un ruido pero crearon que eran los pibes tirando piedras arriba de las chapas del techo. No eran los pibes…. Era el Carlos. No se cumplían todavía tres días de que mandara a la sobrina a su casa con sus padres harta la mujer de las habladurías del barrio. Y el Carlos se mató. En su casa. Rodeada de vecinos mirones y chismosos. Con el muerto y el arma sobre la cama, la esposa siente retorcijones de vientre. Va al baño y no eran deposiciones, nacía su hija de seis meses y medio de gestación. La que nunca ningún medico diagnosticó, ni pidió análisis de embarazo, ni ella sintió patear en su panza. Nacía la hija del Carlos. La que Carlos y ella tanto deseaban pero no sabían que existía. Ella pare en el inodoro, frente al cadáver de su marido recién suicidado. La llevaron al hospital y derivaron madre e hija al servicio de pediatría en Resistencia donde la niña esta en cuidados intensivos. Todavía no se cierra esta historia. La niña debe sobrevivir a su corta edad gestacional. Y la madre prepararse para uno o dos velorios según venga la situación. Aun los forenses no entregaron el cadáver del Carlos. Severo 04/10/13 23:38hs Se ha cambiado el nombre del implicado
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 01:39:27 +0000
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