EL CINE INOLVIDABLE LOS AFORTUNADOS MATCH POINTS DE LA VIDA Hay una gran cantidad de películas de Woody Allen mucho más importantes que “Match point” (2005), pero ya habrá una mejor ocasión para analizarlas. Ahora, ante la que podría ser una histórica final en Wimbledon, el torneo más importante del mundo, vale la pena recomendar este pieza con la que el director prácticamente comenzó su faceta europea. Pese a sus 77 años, Allen se ha metido en una etapa de renovación antes insospechada. Durante décadas grabó en Nueva York y siempre con la tendencia a repetir reparto. En los últimos años ha saltado de Londres a París y Roma, apoyándose en actores jóvenes y, principalmente, europeos. En “Match point”, el hipocondriaco director cuenta la historia del pobretón Chris Wilton (Jonathan Rhys-Meyers), quien sin futuro en la vida se mete a dar clases en un club de prestigio en Londres en lo único que sabe hacer mediamente bien: el tenis. Chris se topa entonces con la Diosa Fortuna que lo saca de una vida miserable de sopas instantáneas. Le pone enfrente a la millonaria Chloe Hewett (Emily Montimer), con quien más tarde habrá bodorrio, y lo saca de aprietos cuando se enreda con la cachondísima Nola Rice (Scarlett Johansson). “Match point” es exhibida en cable con regularidad y está a la venta en cualquier tienda decente (y hasta en una indecente). La escena inicial de la pelota bailoteando en el cintillo de la red, con el monólogo sobre la suerte, es excepcional. Perdonen el horrendo doblaje gachupín.
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 14:47:29 +0000
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