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EL CÍRCULO JOSÉ MA. FONSECA ROMERO DEBEN DESAPARECER LOS RELLENOS SANITARIOS • Esos sitios se han declarado obsoletos en países desarrollados, y en el territorio los reglamentados “se cuentan con los dedos de una mano” • Proponen edafólogos, geólogos, microbiólogos e ingenieros ambientales, sustituirlos por centros integrales de residuos sólidos • En la actualidad se estima que cada persona genera 1.4 kilos de basura diariamente Ante la polémica desatada por la compra de un terreno aledaño al tiradero municipal de San Francisco del Rincón, es importante analizar la conveniencia o no de seguir utilizando este modelo como el único para la disposición final de los desechos sólidos urbanos e industriales. La cosa no es simplemente buscar un sitio donde aterrar los desechos, esto tiene más trasfondo científico y no se debe utilizar, en ningún momento, como bandera de ningún partido político. Los rellenos sanitarios deben desaparecer en un futuro cercano y ser sustituidos por centros integrales de residuos sólidos urbanos y plantas de reciclaje, coinciden en señalar edafólogos, geólogos, microbiólogos e ingenieros ambientales. Esos espacios han sido declarados obsoletos en los países desarrollados y en México los que funcionan, de acuerdo con la norma oficial respectiva (NOM-083), “se cuentan con los dedos de una mano”. Empero, son más sus desventajas que aspectos positivos, como el alto costo de construcción y manejo, y la permanente e irreversible pérdida de suelos. La problemática surge de la confusión persistente entre la población que considera como “basura” a todos los desechos generados a diario en los hogares, en las escuelas u oficinas, mezclados en un solo contenedor. En contraste, se considera residuos a aquellos materiales que están separados en diferentes recipientes para su manejo. Esa acción, sumada a otras como la concientización de la gente para que reduzca sus residuos, son los primeros pasos para enfrentar este problema que crece día con día. Al tiempo, “habría que dejar de pensar en la construcción de más rellenos sanitarios”, han reiterado los científicos. La generación de los residuos ha cambiado en los últimos tiempos. Según cifras del gobierno local, en la década de 1950 cada persona producía 0.37 kilogramos diarios. En la actualidad, se estima que la cifra alcanza 1.4 kilogramos al día. El promedio en esta ciudad es más alto que el nacional, que es de un kilogramo. Un gran porcentaje corresponde a residuos de la industria del cuero y del calzado. Éstos no sólo son sintéticos en su mayoría, sino que cubren grandes extensiones y con ello reducen sustancialmente la vida útil de los tiraderos de basura municipales. “Son un gran problema”, asevera el encargado del manejo del tiradero. Para la mayoría de los especialistas en el tema, un relleno sanitario es un lugar de disposición final de residuos sólidos, donde se controlan los contaminantes, lixiviados y biogás, para que no alcancen los suelos y la atmósfera, y donde se debe llevar un monitoreo adecuado para asegurar el buen funcionamiento. Hasta el 2005, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), censó 95 rellenos sanitarios en el territorio nacional, siendo Puebla la entidad con el mayor número (14), seguida por Querétaro y Guanajuato (con 6) y Coahuila (5). De ellos, opinó, sólo 13 funcionan de manera regular, es decir, cumplen parcialmente con la norma ambiental que considera parámetros de distancias, sistemas de impermeabilización, de captación y manejo de lixiviados, cobertura y monitoreo, y manejo de biogás.Un espacio de este tipo, no sólo requiere del uso de tecnología, sino de la elección adecuada para la ubicación. Las geomembranas que se colocan en el relleno para evitar filtraciones, fabricadas de polietileno de alta densidad, cubren grandes áreas y no vienen completas, sino en “trozos” que se unen: justo ahí se crean “zonas de debilidad”, en las uniones, que pueden romperse. Por ello, debe buscarse que el terreno sea impermeable para que no haya contaminación de aguas subterráneas. Se debe aspirar a un manejo integral de residuos, a no crear basura, sino transformarla, pero para ello aún falta un largo camino por recorrer, sostuvo. Mientras tanto, sí son necesarios nuevos sitios, que se deben diseñar a partir de estudios geológicos que cumplan con el objetivo de aislar los residuos para que no causen problemas ambientales. Eso no lo garantiza la geomembrana, sino un sistema híbrido, que combina material natural impermeable como las arcillas. La elección del sitio adecuado, también se relaciona con un fenómeno de origen antropogénico: los hundimientos diferenciales que agrietan el subsuelo, producto de la sobre-explotación de los acuíferos, que se presentan en estas zonas. Eso limita cada vez más los lugares geológicamente adecuados para estos rellenos. A eso se suma el factor de los sismos que pueden romper las geomembranas. Estos espacios tienen un alto costo de construcción. Cada celda tiene un valor de 30 a 40 millones de pesos, y un relleno se compone de al menos 10 celdas. A ello se suma el manejo, “exageradamente caro”, porque requiere de manera continua el uso de maquinaria pesada, como compactadoras. Pero el costo no es sólo económico, sino también ecológico. Cubrir cada capa de residuos implica el uso de “bancos de préstamo” de tierra de baja permeabilidad, de tipo arcilloso, que a veces no se encuentran cerca, o bien, tiene que arrasarse algún cerro. La vida útil de un relleno no va más allá de 10 o 15 años. Cuando se clausura, se necesitan estudios geofísicos para verificar que no existen fugas de lixiviados al subsuelo y mantos freáticos, así como controlar los gases (metano principalmente), que se producen por la descomposición de residuos orgánicos sin presencia de oxígeno y que, en lugar de aprovecharse para generar energía, escapan a la atmósfera, contaminándola. Por todo ello, lo ideal es transformar los residuos en productos aprovechables y no enterrarlos. De otro modo, periódicamente se destruirán muchas hectáreas de suelo. Para ello, se necesita con urgencia una cultura ambiental fomentada desde la niñez. Es importante, reducir los desechos destinados al relleno sanitario y aprovechar los de otro tipo. Por ejemplo, en México es mayor la producción de basura orgánica que en EU, porque se consumen más alimentos naturales. Todo eso tiene potencial para composta, aunque la degradación es diferente para un vegetal o un trozo de carne, por mencionar un caso. También se señala la importancia de que se reutilicen los desperdicios de la construcción, aunque sólo existe una planta en el DF, la única en el país, dedicada a ello. “Es una tecnología nueva”. La meta es evitar que esos residuos se tiren de manera clandestina en terrenos baldíos o a la orilla de la carretera.
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 13:51:05 +0000

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