EL FIN, UN CUENTO DE BORGES. PROTAGONISTA: LA PAYADA. LES DEJO UNA - TopicsExpress



          

EL FIN, UN CUENTO DE BORGES. PROTAGONISTA: LA PAYADA. LES DEJO UNA EXCELENTE INTERPRETACIÓN HALLADA... .Lo que allí se cuenta es la muerte de Martín Fierro, un Fierro que ha perdido sus hábitos quejumbrosos, un Fierro sin énfasis, escéptico y pacífico, un Fierro-Borges. Ese Fierro muere, de mano de aquel Negro a quien él había vencido en una payada siete años antes. Borges, con ese cuento, no sólo pretende “darle” un fin al personaje que Hernández había dejado en vida, sino además “ponerle” un fin al “fierrismo” dominante. Como había ya hecho con la Beatriz de la Commedia, en “El Aleph”, Borges se substituye una vez más al creador de un personaje para inventar un pasado alternativo y, en cierta medida, “lo corrige”, imponiéndole su propia orientación. El relato de El fin, es la continuación (efecto) de un pasaje (causa) del Martín Fierro de José Hernández. El personaje común a ambos relatos es Martín Fierro. Él se constituye en el protagonista que los enlaza. El otro elemento de unión entre los relatos es una pelea, que antes de El fin sólo se componía de un tiempo, el pasado y que, después del cuento de Borges, se ha vuelto infinito, pues éste puso en movimiento la interminable rueda de las causas y los efectos. Mientras sólo fue parte del poema de José Hernández, el tema de la pelea entre Martín Fierro y el Negro era la prueba del coraje a que todo gaucho se enfrenta a cada momento de su vida. Después de El fin, el tema es el movimiento de las causas y los efectos que dan forma al infinito. El cuento de Borges ahora incluye al pasaje del poema de Hernández y viceversa. Sin desvirtuarse uno al otro, El fin le ha proporcionado una nueva dimensión a ese pasaje del Martín Fierro, haciéndolo parte de un infinito del que, cuento y fragmento del poema, son dos de sus estadios. De los Destinos a cumplir en el relato El fin, se destacan semejanzas y diferencias entre ellos. Algunas de ellas son de temporalidad, otras de resultado y otras más de los antecedentes que contienen. El fin cuenta el momento culminante de una serie de acontecimientos previos orientados a ese instante. Lo asombroso resulta que el desconocer los antecedentes de ese clímax (el Martín Fierro de José Hernández y la historia del gaucho Fierro con el negro payador) no entorpecen la lectura. Existen un par de antecedentes que afectan a los tres personajes: la pelea de Martín Fierro con el hermano del Negro payador, y, por supuesto, el poema titulado Martín Fierro. Los demás antecedentes no son iguales para los tres personajes protagónicos del relato de Borges. Martín Fierro es el que posee mayores antecedentes. De hecho, todos los elementos del poema de Hernández dan pie a lo que sucede en El fin. En el relato de Borges, Martín Fierro llega al encuentro con su Destino (en la persona del Negro payador), después de deambular "una porción de días". Este deambular y la imprecisión en el tiempo transcurrido antes del encuentro final, bien podrían ser toda la historia del gaucho. Quizá sólo un doblez del tiempo que Fierro cuenta en días y el Negro payador en años. Lo cierto es que, a Martín Fierro es posible identificarle un pasado. Por lo tanto, son más numerosos los elementos que nos permiten deducir el carácter epifánico de su encuentro con el Destino. En el canto VII del poema (versos 1131 y 1138 de la edición de Editores Mexicanos Unidos4), se lee: No tenía mujer ni rancho, Y a más, era un resertor; No tenía una prenda güena Ni un peso en el tirador A mis hijos infelices Pensé volverlos a hallar; Y andaba de un lao al otro Sin tener ni que pitar. En estos versos se encuentra sólo una muestra de los antecedentes de Martín Fierro, que servirán para una parte del diálogo con el Negro payador en El fin. Aplicando de nueva cuenta la propuesta de Alazraki, diríamos que Martín Fierro es la causa central de la anécdota que desencadenará El fin. La epifanía que vive en el relato de Borges, se la ha ganado a pulso. En esta epifanía destacan varios aspectos: 1) Martín Fierro, si ha de representar a su grey, gaucho al fin, no podía, no debía, morir en su cama, 2) Debe hacerlo con el honor, la suerte y el puñal en las manos, 3) Sabe de antemano que así sería y no existe pena por el encuentro. Fierro cumple con su Destino y termina su vida, no así sus efectos. Su muerte es la causa de lo que ha de sucederle, de ese momento en adelante, al Negro payador. El Negro payador, por su parte, posee antecedentes oblicuos en el poema. Él jamás aparece en éste. Más aún, ningún elemento en el poema presagia su aparición posterior. Nunca se menciona en el poema que el Negro con que se lía a cuchilladas Martín Fierro, tenga un hermano o varios, que en algún momento desearían vengar su muerte. Incluso, ni de la mujer, motivo de la pelea, se puede esperar que exista una causa posible para la creación de El fin. Los antecedentes literarios del Negro payador, le son prestados. Posiblemente aquí se encuentra parte de la razón por la que no muere en el relato de Borges. Sí el Negro payador hubiera sido el muerto, no sólo no tendría pasado, sino tampoco futuro. Sería un muerto literario más. Incluso, el que sea el vencedor de la justa le proporciona una dimensión distinta, que incluirá a su hermano, pues los saca de la temporalidad en la que se encontraba uno y caería el otro, colocándolos en el continuo infinito borgiano. Quizá también debido a ello, el Destino que el Negro payador cumple en El fin, no es epifánico, sino más bien, redentor. Se ha presentado en la pulpería para cumplir con la redención de su hermano. Ha ido a saldar una cuenta que no es del todo suya. Su Destino no es culminatorio de su vida, sino de la de su hermano. En cierto modo, su Destino, hasta antes de matar a Fierro, está compartido con su hermano. Después de ello, su Destino es una mezcla de consuelo por redimir a su hermano y desolación por su propio porvenir. A partir de la muerte de Martín Fierro, el Destino del Negro payador es totalmente suyo y espera un momento epifánico futuro que le permita su propia redención. Finalmente, Recabarren representa un tipo de Destino sin glorias aparentes. Su presencia parece obedecer tan sólo al necesario contraste de la luz y las sombras. Sombras de un Destino sin epifanías que se hace presente para que podamos ver con claridad la suerte de los héroes. No con ello quiero decir que su sea un personaje prescindible. De no existir, no habría la pulpería y un tiempo para el encuentro de los cuchilleros. También existe el contraste de que Recabarren n es un hombre lisiado que de ninguna manera podría participar de una pelea. Su invalidez, le permite ser un testigo reposado e inevitable del encuentro entre Fierro y el Negro. Recabarren representa la temporalidad y la espacialidad indispensables para el cumplimiento de los momentos del Destino. Su importancia es fundamental. Representa la posibilidad del testimonio y con él, de la literatura.
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 01:28:34 +0000

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