EL FISCO "CEDIN", TIENE HISTORIA Billetes, impuestos y la Revolución Francesa aprenderse tres fáciles lecciones: • la primera es que una vez que se comienza a imprimir y a buscar atajos para no hacer reformas, la máquina no se detiene hasta que se choca con la realidad. • La segunda es que cuando hay una devaluación, alguien gana y otro pierde. • La tercera es que siempre que el Estado tiene poder discrecional para otorgar o negar se genera corrupción. A fines de 1789, el Estado francés nuevamente estaba arruinado. Desde la toma de la Bastilla en julio, el desorden administrativo era total y los impuestos sencillamente no se recaudaban. Había que encontrar alguna solución, pero ¿Cuál podría ser? El recuerdo de Law y su burbuja de papel moneda todavía estaba fresco en la memoria colectiva y nadie podía volver a pensar a imprimir papel moneda.Entonces, el diputado Talleyrand tuvo la idea de confiscar los bienes del clero. El patrimonio confiscado fue calculado en la suma de Trescientos Millones de Libras y su puesta en venta fue confiada a un organismo creado a tal efecto, la “Caisse Extraordinarie”.El problema era que el dinero se necesitaba ahora y como es lógico, la venta de los bienes iba a tardar, de modo que junto con la “Caisse Extraordinarie” los revolucionarios crearon un billete por un monto equivalente asignados exclusivamente a la compra de los bienes confiscados. El mecanismo era simple, si alguien quería comprar alguna propiedad que estaba a la venta, la única manera era a través de los billetes “asignados” a tal fin y esos billetes debían ser comprados con monedas de oro o de plata.Salvo para clero por supuesto, en teoría, la idea era buena. Los Assignat, como se llamaron entonces, eran una suerte de préstamo que los particulares hacían al Estado. Una vez recuperados los Assignat a través de la venta de los bienes, éstos debían ser destruidos y todos quedaban contentos salvo los sacerdotes, claro.En un primer momento se imprimieron billetes de un valor fiscal tan elevados (1.000 libras) que resultaba inútiles para las transacciones cotidianas. Nadie podía decir que se estaba emitiendo moneda (el Assignat claramente no lo era) y mucho menos que estaba siguiendo los pasos de Law.El problema es que una vez que un gobierno pone en funcionamiento la máquina de imprimir es muy difícil que la detenga voluntariamente. El Gobierno revolucionario comenzó a imprimir e imprimir Assignat y cuando el público ya no quiso comprar los Assignat pagándolos a su valor nominal en oro o en plata, el Gobierno simplemente los entregaba como pago cancelatorio. Lógicamente tuvo que imprimir billetes de denominación menor para ello y al poco tiempo, el Assignat circulaba como moneda. El 17 de abril de 1790 el Assignat es declarado oficialmente papel moneda.El Gobierno intentó medidas para mantener el valor de la nueva moneda. Hizo cerrar la Bolsa. Prohibió la publicación de la cotización del Assignat y más tarde, durante el terror, quien osara no aceptar un pago en Assignat bien podía terminar en la guillotina.Vaya a saber uno la razón, el hecho es que un gobierno puede disponer de la cabeza de sus súbditos (o de sus ciudadanos tratándose de la Revolución Francesa) pero nunca de su patrimonio. El descontento con los Assignat era tan grande que el Gobierno organizó un espectáculo el 30 de pluvioso del año IV (19 de febrero de 1794) en el que el verdugo quemó an la actual Place Vendome las máquinas para imprimir la moneda, las planchas y hasta los cuños. Seguramente el Gobierno quiso que el pueblo creyera en el papel moneda en sí mismo y no de sus emisiones irresponsables por parte del Gobierno era el causante del fiasco. de todas formas, una vez retirado de circulación el Assignat, el Gobierno creó otra moneda de papel., el “Mondat” que conoció la misma historia que el Assignat. El 4 de febrero de 1797 también fue retirado de circulación y a partir de ahí, el pueblo no volvió a confiar en el papel moneda durante casi 100 años.Pero hubo otros aspectos en el experimento francés. Los Assignat fueron emitidos para la comprar propiedades. Evidentemente era un gran negocio la comprar propiedades y pagarlas a una fracción de su valor real como consecuencia de la devaluación. Seguramente todos querrían comprar propiedades. Pero ¿Quién decide a quién se le vende y a quién no? Quienes lo decidían eran funcionarios de la Caisse Extraordinaire o los políticos que los habían designado en esos cargos, y a esta altura, es evidente lo que sucedió.El resultado fue sencillo aunque nunca termina de aprenderse tres fáciles lecciones: • la primera es que una vez que se comienza a imprimir y a buscar atajos para no hacer reformas, la máquina no se detiene hasta que se choca con la realidad. • La segunda es que cuando hay una devaluación, alguien gana y otro pierde.• La tercera es que siempre que el Estado tiene poder discrecional para otorgar o negar se genera corrupción.Esperemos que los CEDINES no terminemos como los Assignat. Esperemos que cada CEDIN que emita el gobierno Nacional tenga un respaldo en dólares físicos.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 15:46:25 +0000