EL MILAGRO DEL CARIÑO Como cualquier otra madre, cuando María se - TopicsExpress



          

EL MILAGRO DEL CARIÑO Como cualquier otra madre, cuando María se dio cuenta de que había otro bebé de camino, hizo todo lo conveniente para preparar a Miguel de 3 años de edad, para prepararle a recibir un nuevo hermano. El nuevo bebé iba a ser una chica, y día tras día, noche tras noche, Miguel cantaba a su hermana en el estómago de su madre. El estaba construyendo un lazo de amor entre su hermana y él, incluso antes de que la conociese La preñez progresaba normalmente para María, una mujer joven religiosa y creyente. En su momento, los dolores de parto llegaron, en momentos cada 5 minutos, luego cada 3 minutos y ya cada 1 minuto. Pero al final se complicó el parto y María se encontraba desesperada. Al final, después de muchos esfuerzos, la hermanita de Miguel nació pero estaba en unas condiciones muy malas. La llevaron esa misma noche al Hospital Comarcal, al servicio de urgencias y cuidados intensivos. Los días pasaban y la chiquita empeoraba. El pediatra tuvo que decir a sus pdres que habían pocas esperanza. Que se preparasen para lo peor. María y su marido se pusieron en contacto con la Compañía de Seguros para organizar los funerales. Ellos, que habían habilitado una habitación para su bebé, tenían que hacer planes para su entierro. Miguel, sin embargo, no dejara de pedirles a sus padres que le dejasen ver a su hermana “Yo quiero cantarle”, no dejaba de decirles. Después de 2 semanas en cuidados intensivos, parecía como si el funeral pudiese tener lugar en cualquier momento. Miguel no dejaba de pedir a sus padres que le dejasen cantar a su hermana, pero a los niños nunca se les permito acceder al area de Cuidados Intensivos. María decidió llevar a Miguel, les gustase ó no, si él no veía entonces a su hermana, quizás no la vería nunca. Ella le vistió con un traje que le venía grande y se marcharon juntos hacia la Unidad de Cuidados Intensivos. La Jefa de Enfermería le reconoció como un niño y dijo enfadada “Saquen a este niño de aquí. No se permite la entrada a los niños” La madre se levantó, echo una Mirada de enojo a la enfermera, frunciendo sus cejas y demostrando el gran enfado que la invadía, “El no se va a marchar hasta que le cante a su hermana”. A continuación, María condujo a Miguel al lado de la cama de su hermana. El observó a la pequeña moribunda. Después de unos momentos en los que no dejó de mirarla, el niño empezó a cantar a su hermana con la voz de un infante de años. “Hermanita, te quiero tanto que no voy a poder vivir sin ti. Quédate conmigo” Al instante la bebé parecía reaccionar, el nivel del pulso empezó a descender y se normalizó. “Sigue cantanto, Miguel”, le animaba su madre con lágrimas en sus ojos. “Hermanita, te quiero tanto que no voy a poder vivir sin ti. Quédate conmigo” Según Miguel cantaba a su hermana, la respiración forzada del bebé se hizo más lenta y pausada, como el ronroneo de un gato. “Sigue cantando, cariño”. “La otra noche, cariño, cuando estaba durmiendo, soñaba en que te sostenía en mis brazos”. La hermana de Miguel empezó a relajarse, observándosele un descanso curativo que la arropaba. “Sigue cantando, Miguel” Las lágrimas habían conquistado la cara de la antes enfadada enfermera, María estaba muy feliz. “Hermanita, te quiero tanto que no voy a poder vivir sin ti. Quédate conmigo” Al día siguiente….., el mismo día siguiente…., la niña estaba lo bastante bien como para irse a su casa. Los niños y su bondad, hablan en un idioma distinto del de los humanos. Con su dulzura, un niño es capaz de conseguir metas que los mayores no somos capaces de alcanzar. Dios está más cerca de ellos que de nosotros.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 05:56:56 +0000

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