EL PROBLEMA ECONÓMICO DE VENEZUELA Por: José Leonardo Simancas - TopicsExpress



          

EL PROBLEMA ECONÓMICO DE VENEZUELA Por: José Leonardo Simancas García En este pequeño ensayo intentaré analizar un poco la razón por la cual ha fracasado el modelo económico de Venezuela, pero antes se deben introducir una serie de conceptos importantes para entender mejor esta situación. Toda sociedad tiene un gran problema que resolver: la satisfacción de las necesidades de los miembros de la misma. Existen varios niveles de necesidades, como por ejemplo las necesidades primarias que no son más que aquellas de cuya satisfacción depende la vida misma de las personas: alimentación, salud, etc. O las necesidades secundarias, de cuya satisfacción no depende la vida, pero que hacen más cómoda la existencia de las personas. Y así se podría continuar con las necesidades terciarias o suntuosas, los denominados lujos. Estas necesidades se satisfacen por medio de la producción de bienes y la prestación de unos servicios. Llegado este punto a una sociedad se le presentan 3 interrogantes que debe responder: ¿Qué bienes debe producir? ¿Cómo o de qué manera se van a producir los bienes? Y ¿Para quién se van a producir los bienes? La forma como una sociedad o nación responde a estas preguntas da origen a los sistemas económicos. Los sistemas económicos más conocidos en la actualidad son los siguientes: aquellos basados en costumbres o tradiciones, los autoritarios, los de mercado y los mixtos. En los sistemas por tradición los procesos o hechos económicos se rigen por las costumbres que se han transmitido de generación en generación dentro de la sociedad. De manera general esto ya no es común en las naciones modernas, salvo unos cuantos casos excepcionales. El sistema autoritario no debe ser mal interpretado, ya que su nombre podría sugerir una dictadura, pero esto no es así. En el sistema autoritario las respuestas a las preguntas planteadas antes son respondidas por una autoridad central que se encarga de planificar el funcionamiento completo de todos los procesos económicos que se dan dentro de la sociedad en cuestión. En el mejor de los casos, y de manera general, esta autoridad es el Estado, quien además es el propietario en representación del pueblo de los medios productivos y es quien establece las relaciones de producción entre los agentes económicos. En el sistema de mercado el funcionamiento de la economía no es regido ni por costumbres ni por planificación central, sino por las leyes de la oferta y la demanda que se dan en un mercado, entendiendo este último como una organización en donde confluyen todos los agentes económicos para dar respuesta a las 3 preguntas fundamentales ya presentadas. En este tipo de sistemas se requieren libertad económica para que sean los agentes económicos quienes por decisión individual determinen la manera como se llevara a cabo la satisfacción de las necesidades. Finalmente, se tienen los sistemas mixtos, en donde hay una combinación del sistema autoritario y del sistema de mercado. Para que esta mezcla sea beneficiosa para la sociedad, los miembros de esta última deben avalar la convivencia de los 2 sistemas. De no ser así, la mezcla puede ser volátil porque las relaciones económicas serán hostiles y el tejido social se verá afectado. En un sistema mixto el Estado debe escoger que aspectos de la economía van a estar a su cargo y cuáles no. Aquellos aspectos que no queden a cargo del Estado funcionaran libremente y todo estará regido por las leyes del mercado, y la autoridad central debe respetar esta condición si no se quiere experimentar un fracaso económico. La mayoría de los Estados modernos han adoptado este sistema económico combinado, aunque se pueden observar tendencias hacia el uno u otro, dependiendo del sistema político y la ideología de desarrollo del país en cuestión. Actualmente a los sistemas autoritarios se les conoce como socialismo, a los de mercado como capitalismo, y a los mixtos como mixtos. Ahora estamos listos para hablar de Venezuela específicamente. Este país, en la era pre-Chávez, al igual que la mayoría, había adoptado un sistema económico mixto, aunque por razones políticas con tendencia hacia una economía de mercado. Aunque la tentación es interesante, no convendría hablar en este ensayo de los problemas sociales que se habían desarrollado en torno a la estructura política venezolana de ese tiempo y permitir que se entrometa la ideología, restándole objetividad a estas reflexiones. Seguiré exclusivamente la senda de la economía. Cuando Chávez subió al poder y, dadas sus inclinaciones políticas, tomo la iniciativa de migrar de un sistema económico con tendencia hacia el capitalismo a uno puramente socialista. Este cambio fue hostil, ya que atentaba contra la ideología de la clase política venezolana tradicional, y el Estado venezolano no contaba con la capacidad de adueñarse de la totalidad de la economía del país, generándose en la transición un modelo combinado con una mayor tendencia hacia el socialismo, pero debido a que no se trataba de un cambio adoptado por toda la sociedad de manera consciente, el resultado fue un modelo inconveniente. Una parte de la economía estaba a cargo del Estado y fue adquirida de manera agresiva a través de expropiaciones, y la otra parte estaba en manos de los privados, pero ni la autoridad central encontró satisfacción en el resultado, ni los privados estaban felices con la situación. Como ya se dijo, la hostilidad reinaba en esta nueva forma de economía venezolana. Ahora bien, si el Estado ya no tenía mayores recursos económicos y mucho menos jurídicos para seguir tomando control de todos los sectores económicos, el presidente Chávez debió aceptar esta condición y manejarla de una mejor manera. No se trata aquí de juzgar la inteligencia o equilibrio mental del fallecido mandatario, sino de establecer que su ideología política fue superior a su razón en el manejo conveniente de la emergente economía de ese país. Si ya la economía había resultado fraccionada de la manera descrita, pues la autoridad central debió respetar este resultado y permitir que la parte privada tuviese la libertad de funcionar a través de las leyes del mercado, y planificar de acuerdo a su criterio los sectores que ya eran de propiedad estatal. Y en aquellos puntos en donde coexistieran privados y Estado, era mejor dejar que el mercado dominará, ya que la posición ventajosa de la autoridad central generó desequilibrios que afectaron el correcto funcionamiento de la economía en algunos sectores. Fíjese en este punto que no estoy tratando de juzgar las bondades o maldades de los sistemas económicos, no trato de endiosar uno y estigmatizar otro, ya que cada uno tiene sus ventajas y desventajas, sino que intento resaltar que el fraccionamiento del tejido social sobre el que se soporta la economía afecta el correcto funcionamiento de esta última. Se presentaran unos ejemplos hipotéticos sobre el tipo de errores económicos cometidos por la administración Chávez. Piense primero que el gobierno de Venezuela no pudo expropiar o comprar las empresas productoras de arroz, y estas últimas quedaron en manos de los privados. Ante esta situación no hay mucho que hacer por parte de la administración salvo garantizar las libertades que permitirían al mercado operar correctamente regidos por las leyes de oferta y demanda. Pero si el gobierno establece por decreto o mandato que el precio social del arroz es X bolívares y no se puede vender a uno mayor, y además este precio está por debajo de los costos de producción, se arruina el sector y se crean problemas desabastecimiento, ya que si bien el Estado tiene el compromiso moral de proporcionar productos para la satisfacción de necesidades a precios muy bajos, un privado no tiene tal obligación. El único interés de un empresario particular es obtener un beneficio, y si este beneficio es eliminado entonces no habrá incentivos para continuar operando y cerrara su empresa. Y ningún gobierno puede obligar a un particular a renunciar al beneficio de su actividad mercantil, y mucho menos obligarlo a operar si el negocio solo produce perdidas. Casi ningún ser humano, sea de tendencia socialista o capitalista, está dispuesto a trabajar y realizar esfuerzos si no gana algo con ello. En otras palabras, no son muchos los que trabajan por amor al arte o al prójimo (salvo este prójimo sea su propia familia). Para esta situación solo hay 2 soluciones: la primera es que la administración adquiera la totalidad del sector y planifique los precios y la operación de las empresas. La segunda es que si no se puede conseguir lo anterior, se deje operar el mercado libremente. Otro ejemplo hipotético es aquel en el que si bien la autoridad central adquiere una parte de un sector económico, no lo hace en su totalidad. Esto también es un problema, ya que competirán en el mercado empresas estatales con empresas privadas. Debido a que las empresas estatales no están interesadas en obtener beneficios económicos y debido a su compromiso moral con los menos favorecidos, pueden ofrecer precios muy por debajo de los costos de producción promedios del sector, haciendo que los privados ya no puedan competir y tengan que cerrar sus empresas por las razones presentadas en el ejemplo anterior. Para esta situación la única solución es que las empresas estatales no tomen atajos y compitan de manera convencional en un mercado libre con los privados. El único motivo para ofrecer precios menores debe ser la reducción de los costos de producción conseguidos por medio de mejoras en la eficiencia técnica y administrativa. Para finalizar los ejemplos se puede mencionar el caso de Ecuador, en donde el presidente Correa, quien es economista, magister en economía, y doctor en economía, entiende muy bien estos fenómenos, y si bien ha oficializado muchos sectores económicos ha respetado las leyes del mercado en aquellos sectores que aun pertenecen a los privados o en donde el estado compite con los privados. Mejor no podría irle a Ecuador en materia económica, hasta el punto que hoy día muchos expertos internacionales admiran el modelo ecuatoriano. Como dato interesante y complementario, Colombia importa productos de primera necesidad de ese país (arroz, atún, etc.) La principal conclusión que puedo sacar de las reflexiones en este ensayo es que los extremos son inconvenientes, debido a que la economía debe permitir la convivencia pacífica entre el libre mercado y los compromisos morales del Estado con la sociedad que lo conforma. La segunda conclusión es que la combinación de sistemas económicos puede resultar nociva para la sociedad si no se respeta la esencia de cada uno de los modelos, independientemente de las convicciones ideológicas de los agentes económicos que intervienen. El estado no debe controlar la operación de las empresas privadas que compiten en un mercado libre, aunque si vigilar que aquellas no cometan abusos de sus libertades. La tercera conclusión, pero no menos importante, es que en ocasiones las ideologías pueden impactar negativamente en los criterios necesarios para el trazado de las políticas económicas de una nación. Finalmente se debe agregar que en este ensayo no se tenía como intención evaluar las ideologías políticas de los implicados en el análisis, ni juzgar su inteligencia, cordura o buenas intenciones, sino simplemente presentar como pequeñas perturbaciones en las sutilizas de la economía pueden convertirse en anaqueles vacios, situación que no es exclusiva del país objeto de análisis en este escrito, sino que puede pasarle aun a las economías más poderosas.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 20:19:15 +0000

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