EL RÉCIPE DE DIOS: Cuando Dios emite su diagnóstico sobre la enfermiza condición humana, de inmediato extiende su récipe, con sus acertadas indicaciones, las cuales están descritas en el libro del profeta Isaías (Cap. 1): * Lavaos y limpiaos, quitando la iniquidad de vuestras malas obras. * Cambiad los hábitos, dejando de hacer lo malo; haciendo el bien. * Aprended nuevas costumbres. * Restituid el daño que habéis hecho al agraviado. * Obrad con justicia. * Amparad al desvalido. La aplicación de estas recomendaciones traerán salud a la tierra! Estamos tan acostumbrados a echarle la culpa a los demás de los males que nos aquejan y siempre estamos demandando soluciones, sólo a las autoridades- y si bien es cierto que estas deben hacer su parte- no es menos cierto, que la suma de esfuerzos colectivos contribuirá notablemente a los cambios positivos que todos anhelamos. Es un deber insoslayable de todo ciudadano el contribuir para hacer un mundo mejor en el cual vivir, y la manera más práctica de contribuir es comenzar por hacernos mejores nosotros mismos, lo cual podremos lograr allegándonos a Dios para acatar sus siempre sabias recomendaciones. Lo más grandioso es saber que en el récipe de Dios está implícito su deseo de "sanar nuestra tierra": "He aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad" (Jer. 33:6). IR AL MÉDICO NO ES SUFICIENTE, LO ESENCIAL ES CUMPLIR SUS INDICACIONES!!! bettycontrerasgaliano@hotmail
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 14:11:16 +0000
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