ERA VIERNES Me quedé en el consultorio una hora más - TopicsExpress



          

ERA VIERNES Me quedé en el consultorio una hora más estudiando un caso que me intrigaba. Era un muchacho, tenía veinticinco años, muy educado, pintón, lo que realzaba con su buen gusto para vestirse, sabía cinco idiomas, trabajaba en relaciones públicas en un hotel internacional, ganaba muy bien. Pero nunca había tenido un coito, a no ser con prostitutas. Le di una vuelta más al caso, que lo sospechaba fácil, pero debía seguir indagando. No hoy, me sentía cansado, cinco horas en el hospital, más seis en el consultorio, era mucho. Me duché, elegí la chomba beige, un pantalón crema y mocasines negros. Iba a cenar y luego a casa. Apagué la PC. Cerré la puerta, y chau, hasta el lunes. Respiré el escaso aire fresco que corría, por decirlo así, yo lo notaba estático, pesado, me adormilaba. A paso lento, llegué hasta lo de Rosaura. Pedí un churrasco con ensalada de tomate y un tinto con hielo. Rosaura me mandó una ensalada de fruta, bien helada. Pagué, y fui a saludarla. ¿Cómo te va, mi comensal favorito? Aquí, visitando a mi cocinera preferida. La abracé. Te voy a pegar el olor a comida. No importa, de acá me voy casa. No te creo, estás muy empilchadito para encerrarte. Estoy muy cansado, y el juguito de la fruta, que se mezcló con el tinto, me terminó de tirar. Te agradezco por todo. Mañana chateamos un ratito. Sí, a las cuatro te llamo. De acuerdo. Le di otro abrazo y un piquito. No se te puede dar confianza. ¿Te ofendí? Meneó la cabeza. Fue muy lindo. Chau. Salí de la cocina, lo vi. Me volví. Estaba con una mujerona preciosa. No puedo irme. ¿Por? Le resumí el caso mi paciente. ¿Y? va a pensar que lo estoy siguiendo Ustedes, los sicoanalistas tienen más vueltas que una oreja. Tomá ese delantal, y adobá ese matambre. Ente verduras, hortalizas y demás condimentos, me distraje. Entró uno de los mozos. Los muchachos de la catorce quieren asado con achuras y ensalada. ¿Muchachos? Si uno es traba. Está bien, deciles que va estar en unos veinte minutos, mientras serviles el vino y el pan. A las dos los mozos cerraron el restorant. Andá a darte una ducha, mientras preparo nuestra cena. En el segundo cajón del placar hay un slip, que dejaste la última vez. Rosaura oyó la ducha, y se metió al baño. Comí poco y tomé bastante. ¿Te quedás? Perdoname estoy muy cansado. El vino y la cocina me descompusieron. Mañana a las cuatro te llamo. Recorrí los cuatro pubs. Hola. Le sonreí. Hola, respondió. ¿Un whisky? No, gracias. Te quiero fresco. Danny Delaney
Posted on: Tue, 19 Nov 2013 15:33:52 +0000

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