ESPACIO ABIERTO Augusto Ortiz de Zevallos Catarsis malhablada - TopicsExpress



          

ESPACIO ABIERTO Augusto Ortiz de Zevallos Catarsis malhablada sobre fútbol y país. Sobre lo feo, lo malo, lo bueno y lo mediocre en esta semana. Lo feo, obviamente, ha sido el hijoeputismo, en grado Cum Laude, del árbitro Lostau. Aunque hay precisiones que hacer porque ese pobre tipo puede no merecer ni ese reconocimiento. Dijo certeramente una vez Marta Hildebrandt (aunque con cálculo político anti VargasLlosiano) que decirle a alguien hijo de puta (se lo decía De Soto) no agravia a la madre de ese hijo. Y abundó en documentadas explicaciones de lingüística contemporánea e inteligente dejando a las mamás tranquilas. Además no es la mamá quien cobra. Así que la puta es el hijo, no la mamá. Esa designación putañera, sin mediación materna, si la merece, creo, este árbitro indigno. Y también, para escoger bien el calificativo, sepamos que, reveladoramente, en el país del árbitro a quien nos referimos decirle a alguien hijo de puta es elogiarlo, como también hacemos aquí con nuestro vocablo pendejo, contrario al uso mexicano o colombiano, que equivale a cojudo. Este tramposo no era cojudo. Ya en la televisión (que en el Perú en futbol hay que ver tristemente sin volumen porque si no los partidos empeoran), se le vio en risitas previas con sus amigos platenses a quienes engreiría. Tú da codazos, que yo no cobro. Así haya sangre y bronca. Y además te regalo expulsión y penal. Servicio completo. Además, conversarían, Burga no sabe mover ningún hilo en esta mafia que otros conocen bien. Pobres peruanitos. Creo por primera vez que el Cardenal tiene razón diciéndole sinvergüenza. Lo malo fue caer en ese juego Yotún fue tonto y gravemente perjudicial en convertir su bronca comprensible en pretexto. Y (ya lo explicamos) el puta, hijo de su inocente mamá, aprovechó eso, decidiendo una expulsión inmediata sin amarilla previa. Sin que ese pelotazo, que era ingenuo y anecdótico, haya agredido de verdad, como si agredieron y varias veces escondidamente los defensas uruguayos, con alevosía, impunidad y ventaja, a Farfán y a Guerrero. Y por si fuera poco el susodicho hijo de su mamá al final le puso la amarilla a Farfán, nuestro mejor jugador en la cancha, y lo sacó así del próximo partido, por hacer dar botes en el piso a la pelota después de otro cobro suyo más que dudoso. Creo que Pizarro, capitán, además de jugar bien declaró bien, sobre que nuestra ingenuidad nos pasa factura, y ya van varias expulsiones que resultan decisivas. Jugar con diez en vez de once en casi todo el partido volvía remontar el score casi imposible. Farfán acercó eso. Pero al final el balance es que nos la hicieron, sucia e injustamente. Fuimos mejores. Los peruanos jugaron bien. Y pusieron coraje todos, aunque algunos también inmadurez y cierto desorden. Lo de Guerrero y Farfán fue notable, así como lo del arquero Fernández, y Cruzado, cada vez mejor. Y nadie desentonó. Pero perdimos, otra vez más. Adiós Mundial, salvo milagros que no hay. Pero igual, vamos Perú. Sería fácil, pero también es injusto, concluir (como algunos se entretienen y empeñan en repetir) que eso pasa siempre. Como lo es echarle culpas esta vez al entrenador Markarián o a los jugadores más notorios. Y es penoso ver como hinchas de clubes agreden a quienes no son del suyo. El balance de esta campaña dura es otro que el antes muy mediocre, improvisado e irresponsable, cuando Chemo o el antes perpetuamente conformista y derrotista cuando Oblitas. Esta vez no hubo ni mediocridad ni falta de calidad. Markarián ha liderado, con errores, pero con integridad. Perú ha jugado mejor y merecería mejor suerte y menos trampas. Jugadores hay. Dirigentes no. Clubes tampoco. Ni al parecer hay estrategias o ideas o líderes para salir de este largo entrampamiento, lo que le ha costado al Presidente Humala un lamentable e inaceptable bochorno a la salida del Estadio. Pese a ser él un deportista. Y es que más de lo mismo es lo que no puede haber como promesa y eso es lo que significa que lo que hay quiera perpetuarse. Otros saben mejor que yo de esto, pero resumamos rápido. Dirigencias que recuerdan el feudalismo, padecidas largamente por equipos claves como Alianza, la “U” y el Boys. A cargo de descarados vendedores de jugadores, premunidos de estatutos que les permitían todo. Elecciones tramposas, hinchadas sin ninguna participación ni representatividad. Manipulación grosera de los cargos y recursos FIFA, desde el anterior presidente, padrino del actual, y desprestigio absoluto del sistema. Ausencia de cursos de educación física, insuficiencia general de equipamiento deportivo, muy escasa presencia de sponsors privados, tacañería y enredos burocráticos con los recursos públicos. Un laberinto. Salir de él es urgente. Quizá cuando termine este saludable desfile de diálogo (con algunos monólogos) de la clase política, o al mismo tiempo, hace falta otro sobre cómo cambiar este derrotero que lleva a más derrotas que el país no merece. Y nuestros jugadores, más íntegros , cultos y responsables que sus dirigentes, tampoco. Que le ganemos a Venezuela. Arriba Perú.
Posted on: Sat, 07 Sep 2013 23:58:07 +0000

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