¡ESTAMOS EXAGERADAMENTE BIEN Y CON PELIGRO DE MEJORAR! Mateo 13 1:9 13:1 Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. 13:2 Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. 13:3 Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Salió un sembrador a sembrar. 13:4 Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. 13:5 Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; 13:6 pero en cuanto salió el sol se agotaron y, por no tener raíz, se secaron. 13:7 Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. 13:8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. 13:9 El que tenga oídos para oir, que oiga.» La semilla enviada por el sembrador, inicia una carrera de obstáculos, con varias variables: El camino, El pedregal, La maleza y La tierra buena. Cada una de las diferentes condiciones en que cae la semilla, genera dos dos resultados: Muerte de la semilla (en el camino, en el pedregal y en la maleza) Germina y da buen fruto la semilla (en la tierra buena) Nosotros representamos cada una de esas variables, es nuestro deber situarnos y valorar profundamente nuestra vida, para reconocer a cual tipo de suelo y condición pertenecemos. Camino: Son todas aquellas personas que tan solo son oidores y no hacedores (Lucas 8:12), Pedregal: Son todos aquellos que reciben la palabra con alegría, pero cuando llega la prueba se alejan (Lucas 8:13), Maleza / Espinos: Son todos aquellos que reciben la palabra de Dios, pero las diversiones, placeres, distracciones y preocupaciones del mundo les consumen y apartan de de Dios. Tierra buena: Son todas aquellas personas que oyen el mensaje, lo aceptan, lo aplican a su vida y lo comparten con sus semejantes. Es muy importante tener en cuenta que el fruto producido por las plantas, sirve para alimento de otros, mientras que el fruto de la palabra de Dios, es alimento para mi propia vida y de rebote, alimento para la vida de nuestros semejantes (seres queridos). En la semilla espiritual, esta presente todo nuestro futuro, porque ella lleva la base fundamental del alimento del alma, para un buen mañana y el resultado exitoso, varía de acuerdo a la calidad de la tierra que aportemos (interés, devoción y entrega sincera y cotidiana de cada uno de nosotros). REFLEXIONEMOS Descubramos entonces cuales son los caminos por donde transitamos que nos alejan de Dios, Identifiquemos cuales son las piedras que nos hacen tropezar y caer, Busquemos en nuestro interior que nos ahoga, que seca nuestra vida. ¿Cual es la semilla que debemos anhelar? CONCLUSIÓN Hay que ser muy buena tierra y nutrirla diariamente con las enseñanzas de Jesús, Producir frutos al 100%, Y en esa fértil condición podemos gritar con júbilo: "¡Estamos exageradamente bien y con peligro de mejorar!" Por favor: ¡No preguntes que puede hacer la Iglesia por ti, mas bien pregúntate que puedes hacer tu por la Iglesia! ¡Nunca olvides que algunos persiguen la felicidad, mientras que otros la crean! ¿Quién cómo Dios? ¡Nadie cómo Dios! ¿Después de Dios? ¡Nadie cómo María!
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 13:09:09 +0000
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