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Ed. Impresa Sudamérica esta entre las areas de riesgo Cada año aparecen cinco nuevas enfermedades Por Redacción Central | - Los Tiempos - 14/06/2011 Comentarios Epidemias explosivas de enfermedades no identificadas y reemergentes dan al mundo, cada cierto tiempo, un toque de atención. Entre 1940 y 2004 han aparecido 335 nuevas enfermedades, un promedio de cinco cada año. Década tras década, esos incidentes aumentaron de manera constante de unos 25 en los años 40, a unos 98 en la década de los 90, excepto un incremento de 103 en los años 80, según el informe del Consorcio para la Medicina de Conservación del Fideicomiso de Vida Silvestre. Las áreas con mayores riesgos, según el estudio, están en regiones de Asia, América Central y América del Sur, el subcontinente indio, África, Europa occidental, y algunos centros poblacionales de América del Norte. Algunas de estas enfermedades afectan al comercio y turismo internacionales, otras conducen al sacrificio en masa de animales de corral y de granja o al deshecho de vegetales. Algunas han superado la capacidad de los servicios de salud del país, donde se ha originado y desviado recursos de otras partes, pero casi todas han causado miedo y pánico, como la E.coli enterohemorrágica (Ehec), que recientemente ha puesto en alerta a Europa por la muerte de 35 personas. Según el biólogo Luis Aguirre, investigador de la Universidad Mayor de San Simón, del Departamento del Centro de Biodiversidad y Genética, la aparición de nuevas enfermedades se debe a que el hombre afecta la salud del ecosistema y provoca desequilibrios en la naturaleza. “Estamos afectando al medio ambiente, llegamos más allá de lo que cualquier otra especie en el planeta llega y eso tiene sus consecuencias”, acotó. El estudioso señala que estamos explotando demasiado los ecosistemas a gran escala, invadiendo territorios desconocidos donde están viviendo virus y no sabemos cómo eso nos afectará. Por ejemplo, el virus Chapare, el que pudo haberse cobrado por lo menos ocho víctimas con síntomas de fiebre hemorrágica, entre 2000 y 2008, surgió en la población de Samuzabety, a más de 30 kilómetros de Villa Tunari, y es único en su especie. Asimismo, al ponernos en contacto con ambientes nuevos, puede ocurrir lo que le sucedió a la comunidad de Orobayaya, en Magdalena, Beni, en 1959, cuando 400 de los 600 pobladores contrajeron una mortal fiebre hemorrágica provocada por un virus desconocido, cuyo reservorio era el roedor Calomys callosus. Igualmente, en la pandemia gripal de 1918 –y que puede reaparecer de nuevo, según expertos pandemiólogos– murieron alrededor de 40 millones de personas, más que el total de muertes registradas en la primera guerra mundial. El cambio climático y la salud Hay pruebas abrumadoras de que las actividades humanas están afectando al clima mundial, lo cual tiene graves repercusiones en la salud pública. El calentamiento global tiene consecuencias que ponen en riesgo la salud, tales como los fenómenos meteorológicos catastróficos, la variabilidad de los climas, que afecta a los suministros de agua y alimentos, los cambios de la distribución de los brotes de enfermedades infecciosas o las enfermedades emergentes relacionadas con los cambios de los ecosistemas. Las repercusiones sanitarias del cambio climático ya se están haciendo sentir: aumento del número de fallecidos por olas de calor, aumento de los desastres naturales tales como las inundaciones, y cambios de la distribución de enfermedades potencialmente mortales transmitidas por vectores, tales como el paludismo. Según la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, el cambio climático continuado tendrá profundas consecuencias negativas en algunos de los principales determinantes de la salud, como los alimentos, el aire y el agua. Las zonas que disponen de una infraestructura sanitaria débil, en su mayoría situadas en los países en desarrollo, serán las menos aptas para prepararse y dar respuesta a estos problemas si no reciben ayuda. Datos sobre el cambio climático y la salud UNO A lo largo de los últimos 50 años, las actividades humanas, y en particular la combustión de combustibles fósiles, han liberado cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero suficientes para afectar al clima mundial. La concentración atmosférica de dióxido de carbono ha aumentado en más de un 30 por ciento. Los cambios del clima conllevan una serie de riesgos para la salud, tales como el aumento de la mortalidad por las temperaturas extremadamente elevadas o el cambio de la distribución de las enfermedades infecciosas. DOS Del ecuador a los polos, el clima y la meteorología tienen grandes repercusiones directas e indirectas en la vida humana, animal y vegetal. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las grandes lluvias, las inundaciones o los huracanes ponen en peligro la salud y destruyen propiedades y medios de subsistencia. En la última década del siglo XX, los desastres naturales relacionados con las condiciones meteorológicas produjeron aproximadamente 600.000 muertes en todo el mundo, el 95 por ciento de ellas en países pobres. TRES Las variaciones meteorológicas intensas a corto plazo también pueden afectar gravemente a la salud, causando estrés térmico o un frío extremo (hipotermia) y provocar el aumento de la mortalidad por enfermedades cardiacas y respiratorias. Unos estudios recientes parecen asociar las temperaturas récord alcanzadas en el verano de 2003 en Europa Occidental, con las 70.000 muertes más en el mismo periodo de años anteriores. CUATRO El aumento de la temperatura global modifica los niveles y la distribución estacional de partículas aéreas naturales (por ejemplo, el polen) y pueden provocar el asma. Hay aproximadamente 300 millones de personas con asma y se teme que el alza en la temperatura eleve el número de personas con dicha enfermedad. CINCO La elevación del nivel del mar, otra consecuencia del calentamiento global, aumenta el riesgo de inundación de las costas y podría causar desplazamientos de población. Más de la mitad de la población mundial vive en una franja costera de 60 kilómetros de ancho. Además de producir directamente lesiones y muertes, las inundaciones pueden aumentar el riesgo de infecciones transmitidas por el agua y por vectores. Los desplazamientos de la población pueden aumentar las tensiones y el riesgo de conflictos. SEIS El aumento de la variabilidad de las precipitaciones puede poner en riesgo el suministro de agua dulce. La escasez de agua afecta ya a un 40 por ciento de la población. La falta de agua y su mala calidad pueden poner en peligro la salud y la higiene, con el consiguiente aumento del riesgo de enfermedades diarreicas (causa de la muerte de 2,2 millones de personas cada año), de tracoma (una infección ocular que puede producir ceguera) y otras enfermedades. SIETE La escasez obliga a las personas a transportar el agua desde lugares alejados y a almacenarla en sus casas. Esto puede aumentar el riesgo de contaminación del agua y de las consiguientes enfermedades, además de servir de criadero de mosquitos que son vectores de enfermedades debilitantes como el paludismo o el dengue. OCHO Las condiciones climáticas influyen en las enfermedades transmitidas por el agua y por vectores como los mosquitos. Las enfermedades sensibles al clima se hallan entre las principales causas de muerte. La diarrea, el paludismo y la malnutrición proteinocalórica produjeron más 3 millones de muertes en 2004, de las cuales más de un tercio se registraron en África. NUEVE La malnutrición es la causa de millones de muertes anuales, tanto por la falta de nutrientes suficientes para mantener la vida como por el aumento de la vulnerabilidad a enfermedades respiratorias y enfermedades infecciosas como el paludismo o la diarrea. Se prevé que el aumento de la temperatura del planeta y de la variabilidad de las precipitaciones reduzca las cosechas en muchas regiones tropicales en desarrollo donde la seguridad alimentaria ya es un problema. DIEZ Las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero pueden tener otros efectos positivos en la salud. Por ejemplo, el fomento del uso del transporte público y de los medios de desplazamiento activos podría reducir las emisiones de dióxido de carbono y mejorar la salud pública. Además de reducir las lesiones relacionadas con el tránsito, también reduciría la contaminación del aire y las enfermedades respiratorias y cardiovasculares asociadas. Esperanza de vida 68años es la esperanza media de vida al nacer de la población en 2009
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 04:31:59 +0000

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