Editorial 23/09/13: Por mucho que uno se resista a usarlos, siempre acabamos cayendo en los tópicos. Sobre todo, en este bendito oficio. Les voy a poner un ejemplo práctico: los aficionados al baloncesto de este país, que esperábamos un nuevo triunfo de la selección española en el campeonato de Europa. Nos ganó en semifinales Francia, que ayer alzó el triunfo. Dos tópicos: unas veces se gana y otras se pierde y, el segundo, por lo menos nos gana el campeón. No deja de ser verdad ninguno de los dos, pero es lo primero que se nos ocurre para consolarnos. Otro ejemplo clásico suele ocurrir en el momento del sepelio de algún conocido. Si la muerte ha sobrevenido de manera inesperada, todos decimos al unísono “por lo menos no ha sufrido”. Si por el contrario ha venido como consecuencia de una enfermedad lenta y dolorosa, el “ya ha descansado” es lo primero que sale de nuestra boca. Son verdades tan absolutas en el caso de los dos ejemplos reseñados, que no buscamos discusión ni alternativa. Ahora vamos con otros, que aún siendo verdad pueden ser discutibles. Este fin de semana los vecinos de calle Nicaragua –los pisos de Galo, para entendernos- se han despertado con la nada agradable sorpresa de sus garajes ardiendo. Dos tópicos que se nos vienen inmediatamente a la cabeza: “esto pasa no sólo en Ceuta” y “a Dios gracias, no hay que lamentar desgracias personales”. Ambos son ciertos, pero en este caso hay algo más importante que un campeonato de Europa de baloncesto. Del “esto pasa en todos lados” cabría decir que “el mal de muchos es consuelo de tontos” y, efectivamente, no hablamos de muertos ni heridos, pero si de gente que de momento se encuentra sin sus vehículos –en algunos casos, incluso instrumentos de trabajo-, con lo cual la faena esta hecha. Del mal el menos, cierto, pero el daño es considerable. Ceuta no es una ciudad tan insegura como otras muchas del territorio nacional. O, mejor dicho, con todos los condicionantes que tenemos podríamos ser una ciudad mucho más irrespirable. Pero no nos quedemos de nuevo en el discurso vacío y previsible del tópico. Lo primero para solucionar un problema es admitir que lo tenemos. Y, aunque no tengamos la sensación de inseguridad manifiesta –la gente sigue yendo a su trabajo, a desayunar, a comprar: como debe ser-, no me negará nadie que dos muertos por arma de fuego en tres meses, con un herido recientemente y no se cuantos incendios en un garaje no es un saldo favorable en los últimos meses. Y que nadie caiga ahora en el tópico de la crisis y la opresión que llega a la gente a pegarle fuego a un garaje de madrugada: lo de condenar el delito y compadecer al delincuente, que dijo Concepción Arenal, está muy bien. Pero ya va siendo hora de que, también, sintamos compasión por las víctimas.
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 10:51:57 +0000
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