Editorial 26/06/13 Son tiempos de rumores, de dimes y de diretes en todos los aspectos: en el político, en el económico, en el mediático, en el social y en el deportivo. Me van a permitir que me detenga, precisamente, en este último. El rumor –que parece más que confirmado- es que el Atlético de Ceuta va a desaparecer. No se trata, tranquilos, de un nuevo capítulo de deudas, denuncias y penurias, sino de un cambio de nombre porque, al parecer, Atlético de Ceuta debe sonar a antiguo y a tiempos pasados. Pues efectivamente, a eso se debe apelar para mantener el nombre del primer equipo de la Ciudad. El Atlético no nació ayer: lo hizo en 1956 con el fin del protectorado, recibiendo los restos de aquel otro Atlético –el de Tetuán- en el que deslumbró Chicha y que llegó a Primera División. A Primera aspiró el Atlético años después; el Elche, me cuenta algún jugador de aquel equipo que disputó la promoción, contó a favor con un arbitraje canallesco. Decir Atlético es decir Mezquini, Crespo, Paco Anta o José Martínez Pirri. Es decir tardes, décadas, de fútbol. Y este tiene un importante componente de sentimiento y cargándonos, por capricho o lo que sea, el equipo cada quince años no lo fomentamos. Luego diremos que la gente ya no va al fútbol ni siente los colores ¿Cuales?.
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 11:01:17 +0000
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