Ejem, ejem Un pastor tuvo un resfrío de aquellos. Se podría decir sin exagerar que tenía un montón de ranas en la garganta. A tal grado llegó la cosa que durante el mensaje se excusó desde el púlpito y se fue al baño. Luego procedió a despejar su garganta y la nariz de forma agresiva y ruidosa. Lo suyo fue mucho más que un carraspeo que la congregación pudo escuchar con absoluta nitidez, puesto que se olvidó de apagar el micrófono inalámbrico prendido a su corbata.
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 02:52:12 +0000
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