El 11 de septiembre[editar · editar fuente] Valparaíso[editar - TopicsExpress



          

El 11 de septiembre[editar · editar fuente] Valparaíso[editar · editar fuente] El 10 de septiembre, a las 16:00 horas, zarpa la escuadra, tal y como estaba previsto, ya que debe participar en las maniobras navales internacionales UNITAS XVI. Mientras el Ejército se acuartela. La razón dada: el probable desafuero de Altamirano y Garretón el día 11. Este desafuero, según explicó Pinochet al Ministro de Defensa Orlando Letelier, podía causar disturbios, por lo que se hacía necesario el acuartelamiento. En la madrugada del 11 de septiembre, la escuadra reaparece en Valparaíso y las fuerzas armadas toman la ciudad. El prefecto de Valparaíso, Luis Gutiérrez, realiza una llamada por el único teléfono que funciona en el puerto, el suyo (línea dejada libre a propósito por los golpistas), para avisar al subdirector de Carabineros, general Jorge Urrutia, que la infantería de marina está en las calles y ha empezado a tomar posiciones de combate. Urrutia telefonea al presidente, que se encuentra en su residencia de Tomás Moro. Allende, calmado, pide ubicar a Pinochet y a Leigh, pero son inubicables. Santiago[editar · editar fuente] A las 7:20, Allende, en su automóvil Fiat 125, y el GAP se enfilan hacia La Moneda, al que llegan veinte minutos después. Viste Allende una chaqueta de tweed y un pantalón marengo. Carga con un fusil AK-47, regalo de Fidel Castro, y el GAP ingresa al palacio de gobierno dos ametralladoras y tres RPG-7, además de sus armas personales. Paralelamente llega a esas horas Pinochet al comando de telecomunicaciones, en Peñalolén, con capacidad de anular las comunicaciones de algunas emisoras de radio, un poco retrasado en la hora. Se organizan las redes de comunicaciones con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, especialmente con Leigh, que se encuentra en la Academia de Guerra Aérea, y con Patricio Carvajal que esta en el ministerio de defensa, que será el coordinador de todo el golpe. Allende trata de obtener información sobre el movimiento, al no poder contactar a Pinochet exclama, "Pobre Pinochet, debe estar preso". Sepúlveda, director general de Carabineros llega a La Moneda, y le asegura que Carabineros le seguirá fiel al gobierno. Lo ignora, pero Carabineros ya estaba controlado por los generales César Mendoza y Arturo Yovane. Allende emitirá a continuación su primer mensaje del día a la nación, en el que advierte la sublevación de un sector de la marinería. No llama al pueblo a las armas ni a la violencia, sino que a la prudencia. Allende se queda en palacio junto al dispositivo de seguridad del GAP, sus médicos personales, algunos colaboradores cercanos, su secretaria personal, como también se encontraban en La Moneda detectives del Servicio de Investigaciones, actual PDI, al mando del Inspector Juan Seoane Miranda, seguido de los detectives Fernando del Pino Abarca, Carlos Espinoza Pérez, Quintín Romero Moran, David Garrido Gajardo, Eduardo Ellis Belmar, Pedro Valverde Quiñones, Erasmo Torrealba Aliaga, Douglas Gallegos Todd, Carlos San Martín Zúñiga, José Sotomayor Alamos, Juan Romero Moran, Luis Henríquez Seguel, Reinaldo Hernández Tarifeño, Héctor Acosta Rey, Gustavo Basaure Barrera y Juan Collio Huenuman, quienes pese a que Allende anteriormente los había dejado en libertad de acción, no abandonaron el lugar, aduciendo que quedarse a defender el palacio era cumplir con el deber. Primera proclama golpista[editar · editar fuente] A las 8:42, la «Cadena Democrática», formada por las radios Minería y Agricultura, emite la primera proclama militar. Allende debe hacer entrega inmediata de su cargo a la junta de gobierno, integrada por los jefes supremos de las fuerzas Armadas: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza —los dos últimos recién acababan de tomar las jefaturas supremas de sus ramas, Armada y Carabineros respectivamente—. Aún a esa hora, las cadenas de reacción de la UP en la periferia de la ciudad no se habían agrupado, cosa que les pareció sorprendente a los oficiales de las FF. AA. que tenían conocimiento de ellas a través de los informes de inteligencia, de la prensa y de los mismos sectores de izquierda que aseguraban tener estos grupos de reacción provistos de armamento liviano. A las 11:00 horas la mayoría de estas cadenas habían sido anuladas por personal de Carabineros o de las FF. AA., siendo la única sin desarticular la unidad perteneciente a La Legua, que sorpendió y repelió a las fuerzas de Carabineros encargadas de anularlas[cita requerida]. La proclama leída por el teniente coronel Roberto Guillard decía: A partir de este momento damos paso a una red provincial y nacional de radiodifusión de las fuerzas armadas. Se invita a todas las radioemisoras libres a conectarse a esta cadena. Santiago, 11 de septiembre de 1973. Teniendo presente: 1.°- La gravísima crisis económica, social y moral que está destruyendo el país; 2.°- La incapacidad del Gobierno para adoptar las medidas que permitan detener el proceso y desarrollo del caos; 3.°- El constante incremento de los grupos armados paramilitares, organizados y entrenados por los partidos políticos de la Unidad Popular que llevarán al pueblo de Chile a una inevitable guerra civil, las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile declaran: 1.°- Que el señor Presidente de la República debe proceder a la inmediata entrega de su alto cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. 2.°- Que las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros de Chile están unidos, para iniciar la histórica y responsable misión de luchar por la liberación de la Patria del yugo marxista, y la restauración del orden y de la institucionalidad. 3.°- Los trabajadores de Chile pueden tener la seguridad de que las conquistas económicas y sociales que han alcanzado hasta la fecha no sufrirán modificaciones en lo fundamental. 4.°- La prensa, radiodifusoras y canales de televisión adictos a la Unidad Popular deben suspender sus actividades informativas a partir de este instante. De lo contrario recibirán castigo aéreo y terrestre. 5.º- El pueblo de Santiago debe permanecer en sus casas a fin de evitar víctimas inocentes. Firmado: Augusto Pinochet Ugarte, General de ejército, Comandante en jefe del Ejército; Toribio Merino Castro, Almirante, Comandante en jefe de la Armada; Gustavo Leigh Gúzman, General del Aire, Comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile; y César Mendoza Durán, General, Director General de Carabineros de Chile. Se le da también al presidente un ultimátum: si La Moneda no es desalojada antes de las 11, será atacada «por tierra y aire». El ambiente en La Moneda es de tristeza, lo peor que podía ocurrir estaba pasando. Carabineros retira las tanquetas apostadas frente a La Moneda y el personal se retira.
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 17:35:50 +0000

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