El 18 de marzo de 1990 en un museo de Boston, el Isabella Stewart Gardner, hubo un robo escandaloso, pues alguien sustrajo tres Rembrandt, un Manet, un Vermeer y siete obras más. Escándalo mayor y lo peor es que hasta ahora no se ha podido recuperar ninguna de esas bellas obras. Había –y los bandidos seguramente lo sabían- dos guardias solamente cuidando tremendas joyas del arte. A media noche se acercaron dos policías para avisarles de un altercado grave cerquita del museo, y les pidieron acceso para inspeccionar el edificio. Los guardias les abrieron y los polis falsos ingresaron al inmueble. Ya con los guardias atados en el piso, durante una hora y media los bandidos uniformados recorrieron sin prisas el museo y se llevaron uno de los escasos óleos existentes del pintor holandés Jan Vermeer, el maestro de a luz al que le hicieron una película que se llamaba El joven de la Perla, o algo así. Entre los tres Rembrandt, se llevaron el famoso cuadro “Tempestad en el mar de Galilea”. El caso es que ya son 23 años y nada se sabe de quién fue, y ni siquiera se ha podido saber de algún comprador rico o coleccionista de arte “barato” que los tenga. Si acaso lo curioso de este golpe es que los policías falsos que parecían en primera instancia ser muy conocedores del arte, no se llevaron El Rapto de Europa de Tiziano, que estaba también en exhibición y es la pintura más valiosa que en ese tiempo había en Estados Unidos. El consuelo que le queda a la compañía aseguradora que vino pagando el pato, es que los cacos no eran tan conocedores como se suponía.
Posted on: Thu, 21 Nov 2013 05:16:33 +0000
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