El Columnista: Mi nueva vida Desde que me casé con María y nos habiamos convertido en padres, no me había dado el tiempo para visitar a ciertos amigos de los cuales me alejé, pienso que se debe a que quería enfocar la mayor atención en mi hija, solo verla y darme cuenta que es tan linda, indefensa, diría que me enamoro cada día de mi pequeña; siempre que despierto miro a las mujeres más hermosas de mi vida y están en mi cama. Mi esposa me ha enseñado a cambiar pañales, a preparar la leche de nuestra bebe, he aprendido con ellas a manejar horarios, cosa que nunca antes había hecho. Ahora recuerdo mi vida de soltero, sin preocupaciones, días de ocioso, donde me iba por algún trago, donde el ron con gaseosa y hielo era mi cuba libre. Donde llamabas a algún amigo y salía un plan, el famoso plan “H”. Nunca me ha gustado planificar algo, tengo una personalidad tanto extraña, cancelo los planes a última hora, así que llevo varias semanas intentando contactar a mis viejos amigos. Hace poco, cuando fui a comprar unos discos de música instrumental que la psicóloga me recomendó, entré a una tienda que está al lado de un tragamonedas, me quede observando los discos y mi mente recordaba las reuniones que hacía en casa de mi madre cuando ella viajaba. Por un momento sentí esas ganas de volver a vivirlas, me había preocupado tanto en mi hogar y mi familia, que mi circulo social se había reducido a las amigas de clases de psicoprofilaxis de mi esposa y a los esposos de ellas. Cuando salí de la tienda me cruce con un amigo que no veía en años, el chino Juan, un gran amigo de la secundaria, de la vida, con el que más de una vez nos botaban de clases de matemáticas, porque yo no prestaba atención y encima tenia la conchudez de reírme cada vez que este chino hablaba algo en su español mordido. Quedamos en vernos un día para recordar viejos tiempos, cuando hacíamos la chancha para comprarnos un trago barato, cuando falsificaba los permisos para salir del cole, la verdad sabía que no lo volvería a ver, mi tiempo ya no era mío, era mas de mi hija, así que espero él esté bien. Me resultaba aburrido que en cada reunión que organizaba mi esposa solo se hablaba de los niños, de que ropa había salido en las tiendas, de las promociones de paños húmedos, las promociones de pañales, nos habíamos olvidado de nosotros. Yo amo a mi hija demasiado, me preocupo por ella, me preocupo que su mamá no se vuelva loca cada vez que en su llanto terminan llorando ambas, así que contrate una niñera, yo tenía que trabajar, mis rutinas eran de casa a la oficina, de la oficina a casa, en casa a consentir a mi hija, después de hacerla dormir solo tenía un tiempo libre para ver alguna serie que compre en DVD, era un momento solo para mí. María llegaba algo más tarde, ya que era más requerida en su trabajo que yo, mi suegra al morir le dejo un buen puesto en una empresa exportadora, la mía me dejo la frase: -Te sacaste la lotería con esta chica. Ahora que lo pienso, mi madre tenía razón, me saque la lotería con ella, muestra de ello está mi hija que le puse de nombre Cielo. María quería que le pusiera su nombre, pero le di una explicación algo poética como: -Se llamará Cielo, porque ese nombre abarca toda la inmensidad que ves cada día que sales a caminar. Y quiero tenerla presente cada momento de mi vida. Hace poco en el trabajo me invitaron a una reunión de confraternidad, he dudado en ir, pero será la mejor decisión asistir. Ya es hora de conocer más personas, socializar, necesitamos nuevos aires, así que mi nueva vida tiende a mejorar, más de lo que ya está con mis dos amores.
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 05:25:20 +0000
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