El Hollywood más mecánico y previsible, el menos inspirado y creativo, es el que forja este producto de acción de consumo fácil y, lo habitual en estos títulos, fulgurante olvido. La consabida fórmula de guión apenas se muestra interesada en introducir alguna variación de interés, y opta por la canónica fórmula del agente renegado cuya traición al monstruoso sistema que le entrenó le permitirá al fin lograr la ansiada redención a través de: a) cruce con el “ingenuo novato” (Ryan Reynolds cada vez más “encerrado” en el cliché), y b) el oportuno sacrificio que, obviamente, acabará con su propia muerte. El desenlace es tan penoso como cabría esperar y tan solo la siempre solvente presencia de Denzel Washington hace que acompañemos el desaguisado hasta el final. Idéntica a su(s) modelo(s). Mala.
Posted on: Sun, 30 Jun 2013 15:18:15 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015