El «Proceso de Reorganización Nacional» (1976-1983)[editar · - TopicsExpress



          

El «Proceso de Reorganización Nacional» (1976-1983)[editar · editar código] Artículos principales: Proceso de Reorganización Nacional y Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas de 1970 y 1980. El dictador Jorge Rafael Videla en 1976 El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la Presidenta María Estela Martínez de Perón instalando una dictadura de tipo permanente (Estado burocrático autoritario) auto-denominada «Proceso de Reorganización Nacional», gobernada por una Junta Militar integrada por tres militares, uno por cada fuerza. A su vez la Junta Militar elegía a un funcionario con el título de «presidente», con funciones ejecutivas y legislativas. Al igual que la dictadura anterior, la Junta Militar sancionó en 1976 un Estatuto con jerarquía jurídica superior a la Constitución. El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas: 1976-1980: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti 1980-1981: Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna 1981-1982: Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Isaac Anaya 1982-1983: Cristino Nicolaides, Rubén Franco, Augusto Jorge Hughes En cada una de estas etapas, las juntas designaron como «presidentes» de facto a Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército. El «Proceso de Reorganización Nacional» llevó adelante un Terrorismo de Estado que violó sistemáticamente los derechos humanos y causó la desaparición de decenas de miles de personas (según los organismos de derechos humanos la cifra se eleva a 30.000). Su justificación fue el combate de aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que pudieran favorecer o apoyar a la "subversion" (al comunismo), en el contexto de la Guerra Fría. Internacionalmente, la dictadura argentina y la violación de derechos humanos contó con el apoyo activo del gobierno de Estados Unidos (salvo durante la administración de James Carter) y de Francia, y la tolerancia de los otros países de Europa occidental, la Unión Soviética y la Iglesia Católica, sin cuya inacción difícilmente hubiera podido sostenerse. Asimismo, en ese momento se instalaron con apoyo estadounidense dictaduras militares en todos los países del Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay) que coordinaron entre sí y con Estados Unidos33 la represión, por medio de una organización terrorista internacional denominada Plan Cóndor. En materia económica, mediante su ministro de economía José Alfredo Martínez de Hoz, la dictadura entregó formalmente los ministerios económicos a las asociaciones empresarias más conservadoras que impulsaron una política económica abiertamente desindustrializadora y neoliberal, con máxima expansión de una deuda externa contraída de manera fraudulenta y mediante mecanismos de corrupción conocidos popularmente como la "Bicicleta Financiera", en beneficio del sector privado (Esta deuda condicionará por mucho tiempo a los gobiernos siguientes): El Ministerio de Economía a José Alfredo Martínez de Hoz, presidente del Consejo Empresario Argentino (CEA). La Secretaría de Ganadería a la Sociedad Rural Argentina, representada por Jorge Zorreguieta (el padre de Máxima Zorreguieta, reina de Holanda). El Banco Central a la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA). En 1978 el país es sede de Copa Mundial de Fútbol. Diversas organizaciones aprovecharon el evento para denunciar la sistemática violación de los Derechos Humanos. Como contrapartida, la junta militar adujo que las acciones de esos grupos eran parte de una "campaña antiargentina" realizada por el terrorismo. La postura de los medios audiovisuales fue sumarse a la denuncia contra la campaña. La selección argentina gana la copa del mundo. Las relaciones con Chile empeoran por un conflicto por el canal de Beagle, y en 1978 ambos países llegaron al borde de una guerra, finalmente abortada. Pero sin embargo se mantendrán relaciones hostiles que tendrán peso más tarde. En 1982, bajo el comando de Leopoldo Galtieri el gobierno militar emprendió la Guerra de Malvinas contra el Reino Unido, en un acontecimiento sobre el cual siguen siendo muy oscuras las causas desencadenantes. La derrota infligida provocó la caída de la tercera junta militar y meses más tarde la cuarta junta llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983, en las que triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín. Los jefes militares fueron posteriormente enjuiciados y condenados, y muchos de ellos llevados a prisión, en complejos procesos que aún siguen en marcha. La dictadura militar llamada «Proceso de Reorganización Nacional» fue la última. Si bien entre 1987 y 1990 se produjeron varias insurrecciones militares, denominadas carapintadas, pero ninguna de ellas con el fin de derrocar a los gobiernos democráticos.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 20:58:31 +0000

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