El Termómetro Es de verdad triste que los muchachones del - TopicsExpress



          

El Termómetro Es de verdad triste que los muchachones del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, que comanda el Maestro Alonso se muestren insaciable en sus apetitos económicos, y es que Don Gato (que a veces, pero ya casi nunca, responde al nombre de Alberto Alonso Criollo), por andar queriendo hacer su agosto en el mes de julio, anda muy atribulado por el tema del monitoreo. Allá en el Instituto, todos dicen que el trabajo fue impecable y que las cosas son tan maravillosas que por eso están abiertos a cualquier escrutinio. Pero ahí mismo en el IEEPCO andan hechos bolas porque ya no saben cómo dar por terminado ese asunto, y cómo dejar atrás ese tema bochornoso que ha dejado con las bolsas llenas a algunos, y con un palmo de narices a todos los que de verdad querían saber cuál era el comportamiento de los medios de comunicación con los partidos y candidatos durante el proceso electoral. A estas alturas, ya sabemos que la treta era redonda: Don Gato se coludió con algunos de sus funcionarios y decidieron contratar a una empresa llena de malos antecedentes que se prestó al juego de absorber esta raya más al tigre, con tal de ser parte del negocio de 15 milloncitos de pesotes que valía el monitoreo. Si dicen que siempre hay que pensar mal para acertar, esta es la hipótesis que nos da nuestra reportera electoral: don Gato y sus secuaces se coludieron para “contratar” a esa empresa. En el contrato, en las letras chiquitas, establecieron sanciones de mentiritas para el incumplimiento del contrato. Luego montaron oficinas fantasmas y contrataron a dos o tres pelagatos para hacerla de “representantes” de la empresa en Oaxaca y para que hicieran los reportes que –de verdad se los décimos dan pena hasta para los chavos de la secu, y al final decir que todo salió mal, que fue culpa de la empresa y que, con la pena, pues había que pagarles para no hacer grande este bochorno, pero junto con la sanción del “veto” para no volverlos a contratar nunca. Mientras, los 15 milloncitos quedarían bailando. Pero como el presupuesto paga, y todos hicieron su trabajo “impecable”, entonces ¿qué remedio? Para reforzar lo anterior aquí va en lo que basamos nuestra hipótesis. Según ha sido publicado en la prensa, el Consejo General y todos, incluido el tal Gelacio Morga (que la hizo de pararrayos de Don Gato y fungió como presidente del Comité de Radio y Televisión), siempre supieron de la porquería de trabajo que hizo Verificación y Monitoreo con las labores que les fueron encomendadas. Siempre estuvieron al tanto de que los reportes que entregaban parecían hechos en un jardín de niños, y al madrazo, y no por una empresa sería que cobraría una millonada por ese servicio. Platican que incluso el único que se supone que fue a explicar a los integrantes del comité de radio y televisión la metodología utilizada por la empresa, es un chavo que estudia “algo” (posiblemente secundaria o bachillerato, porque no demostraba más nivel) en la Univas, y que cuando tuvo la intención de explicar su labor fue apaleado y exhibido por todos los integrantes del Comité, como todo un ignorante del tema y por lo improvisado que demostró ser. También supieron que a pesar de que instalaron nueve centros de monitoreo (en Huatulco, Tuxtepec, Loma Bonita, Huajuapam, Tlaxiaco, Putla, Pinotepa Nacional, Juchitán y Matías Romero), de los nueve todos estaban en el vil abandono y que sólo el de Oaxaca de Juárez medio funcionó, aunque sólo en días y horas hábiles (jajaja) y que nunca pudieron hacer una cobertura de todo lo que se les encargó. Todos supieron siempre que no se cumplía con la metodología establecida, que no se satisfacían los requerimientos que había puesto el propio IEEPCO, y que todos sospechaban que ahí había gato encerrado, y que no era precisamente Don Gato. El caso es que hubo una insistencia enorme porque el tema no fuera filtrado a la prensa, y cuando no pudieron hacerlo trataron de darle un final apresurado a esta triste historia. ¿Pero qué creen? Que ni eso les salió. Y es que se pasaron de veras en el intento chafa de dar por terminado todo. Extender el quequesote a favor de la empresa y a otra cosa mariposa. Pues resulta que don Gelacio Morga (apa nombrecito…) mandó a hacer un acta en el que se decía que todos los integrantes del Comité de Radio y Televisión se daban por satisfechos del trabajo hecho por la empresa chafa, y que no tenían ninguna inconformidad ni asunto pendiente por lo que extendían su anuencia con todo el trabajo. Ese documento es la base para extender el cheque respectivo y darle un final feliz a este tema. ¿Pero qué creen? Que a pesar de que la minuta de esa sesión que nunca se llevó a cabo, se establece que todos los integrantes APROBARON POR UNANIMIDAD el orden del día, las “correcciones” hechas por la empresa a su informe final, y finalmente la recepción y aprobación de los “informes de monitoreo de los espacios noticiosos en radio y televisión durante las precampañas, intercampañas, campañas, periodo de reflexión, jornada electoral e informe general durante el proceso electoral ordinario 2012-2013 para la elección de concejales a los ayuntamientos y diputados por el principio de mayoría relativa” por tanto, seguía el documento, túrnese la presente, así como los informes de monitoreo, a los integrantes del Consejo, al Director General, y al Comité de Adquisiciones” (no lo dice, pero nosotros lo sabemos) para que se le pague a la empresa y se dé por terminado este bochornoso asunto. Sólo que vean la “unanimidad” de Don Gato y su Pandilla: Este pequeño error ocurrió porque Gelacio Morga (apa nombrecito…) mandó a hacer su acta y la hizo según su voluntad. Por eso, en sus sueños guajiros todos aceptarían el monitoreo y se prestarían al “paro” que les pidió de que firmaran y no le dijeran nada a la prensa. Pero menuda sorpresa se llevó cuando comenzaron a firmar y cuando menos tres de los representantes de los partidos políticos no lo hicieron. Vean cómo el acta es un monumento a la civilidad, aunque en realidad sea una farsa y un atentado en contra de la legalidad y la inteligencia de todos los que participan en él. Según el documento, la sesión fue color de rosa y al terminar (nomás eso faltaba) celebraron con té y galletas cantando “Domenique, nique, nique pobremente por ahí”. Vean esta joya de la civilidad inventada de don Gelacio. ¿El resultado? Que algunos ya andan con las bolsas llenas esperando el momento del retiro para poder gastarse esa lanita que obtuvieron legal pero ilegítimamente… y que otros muchos se preguntan cómo el órgano electoral del cambio pudo salir tan bruto hasta para hacer sus marranadas… ****** Lamentable lo sucedido la tarde del viernes en la Ciudad de Oaxaca cuando un grupo de personajes ligados al porrismo, y a una serie de actos violentos irrumpieron en las oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el pretexto, la exigencia de atender varias demandas. Más lamentable aún, si como se reportó a la Comandancia Regional de la Policía Federal, estos personajes iban encapuchados y armados. Lo peor, es que quien los comandaba era el Diputado electo del PRI, Fredy Gil Pineda Gopar, alias “El Malvavisco”. Este tipo de actos de barbarie política que terminaron con la agresión física al Director del Transporte Federal Carlos Bravo deben ser castigados, ya que de no hacerlo se corre el riesgo que la violencia se institucionalice y se ordene desde el Congreso, y peor aún, que se demuestre que la aplicación de la justicia en Oaxaca es letra muerta, ya una vez se exhibieron hombres con armas largas con el garlito de una “Policía Comunitaria”, ahora, se agrede a funcionarios que nos guste o no, también desarrollan su trabajo; con la Policía comunitaria solo se ridiculizaron a las instancias responsables de la seguridad del Estado, ahora se sienta el precedente violento de que cualquier personaje puede agredir a funcionarios, por la simple y sencilla razón de que no les cumplieron caprichos personales.
Posted on: Mon, 12 Aug 2013 18:53:06 +0000

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