El abuso y la explotación infantil tiene practicándose durante mucho tiempo por parte de gobiernos incapaces de ofrecer las condiciones mínimas de dignidad para acabar con la pobreza. Ellos mantienen en la pobreza a más de 50 millones de mexicanos y mexicanas sobreviviendo a causa de la estúpida necedad de lucrar y competir a costa del despojo y el abuso de los que no quieren o no saben hacerlo. Por eso es que resulta doblemente indignante culpabilizar al padre o la madre de un ninio indígena por tenerlo vendiendo dulces o cigarrillos en la vía pública. No nos equivoquemos, el problema es complejo, no seamos ridículos: No hay pobres porque quieren, ni indígenas en pobreza explotando a sus hijxs, ESTAN SOBREVIVIENDO, aún con la fuerza de trabajo de sus vástagxs. Vergüenza nos debería dar y motivos suficientes para levantarnos y asumir nuestra responsabilidad para desplazar del gobierno a nuestros explotadores. Sr. Burócrata: Yo también soy ambulante, ven y tírame mi mercancía al suelo hijo de la Chingada! Sin sueldos justos que garanticen condiciones mínimas de dignidad, respeto absoluto a la informalidad!!
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 16:32:05 +0000
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