El ambiente huele a individualidad… La juventud solía estar cargada de ideales, de hambre de conocimiento, de ansia de cambiar al mundo, los jóvenes le daban sentido a la palabra “revolución”, tenían ideas y luchaban por ellas sin conciencia del peligro ni miedo a represalias, imaginaban una sociedad más justa, la opresión se combatía, salían a las calles, se organizaban y pasaban horas hablando de un futuro mejor. La juventud se involucraba y proponía, era emprendedora, actuaba, accionaba, la juventud se caracterizaba por “quererse comer al mundo”, el impulso, la energía que hacía que las cosas pasaran se lo debíamos a los jóvenes. Activistas, defensores de la tierra, amantes de la paz, ecologistas, en fin, las banderas y los gritos unísonos de miles de jóvenes trabajando por el mundo que querían construir para ellos. La constante actividad mental, emocional, social y ganas de vivir eran sus signos inequívocos, en la actualidad, tenemos una juventud apática, indiferente en el ámbito social, desmotivada y centrada principalmente en su beneficio individual. Preocupante, el futuro de la sociedad estará compuesta por personas que son indiferentes a su entorno y semejantes. La juventud solo actúa si le conviene, y centrados en sí mismos están convencidos que lo merecen todo, desean ser ricos, tener fama, éxito, pero no se preguntan cómo lo lograrán. El individualismo causa separación, enojo, indiferencia social y, por tanto, soledad. Los individualistas basan su actuar en los impulsos de una satisfacción momentánea, sin contemplar el efecto de su actuar en el futuro y en otros. Es sencillo revertir la indiferencia social, sustituir la agresión por empatía… cambiemos paradigmas Aprende a dar, es el paso previo a recibir. Piensa en los demás, ellos pensaran en ti. Aprende a agradecer. Haz algo por los demás. Comparte. Construye, aporta, ayuda… Este mundo es tuyo. LMB
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 22:01:14 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015