El anhelo más profundo “Anhela mi alma y aun ardientemente - TopicsExpress



          

El anhelo más profundo “Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová”. (Salmo 84:2a) PASAJE COMPLEMENTARIO: 2 Samuel 24:18-25; Salmo 95:1-11 Es en la oración donde el alma encuentra el gozo y la paz de Dios y esta es la razón por la que el anhelo de cada día, al amanecer, debe ser en primer lugar correr a ese manantial para beber el agua de su amor que llena nuestro ser, y de esta manera tener abundancia para dar. Todos los hijos son amados por los padres, pero debemos reconocer que hay hijos especiales por su actitud. David fue uno de ellos. Él amó a Dios con todas sus fuerzas y con todo su corazón, nunca fue mezquino con Dios en el tiempo que dedicaba para buscarle, ni en sus manifestaciones de amor hacia Él. Fue el hombre que estuvo dispuesto a dar lo mejor que tenía a su Padre: el mejor tiempo, la mejor actitud, la mejor ofrenda que era su vida misma, el mejor regalo que era su propio corazón, y la mejor canción que brotaba como un río de alabanza desde lo más íntimo de su ser. Leer los salmos, es leer la exaltación más hermosa de amor que alguien pudo haber compuesto para el Creador. David no fue un músico, ni un compositor, simplemente fue un hombre enamorado de Dios. Usted y yo, no hemos conocido un Dios menos extraordinario que el de David; por el contrario, cada uno de nosotros tiene innumerables testimonios acerca de la obra restauradora del Señor en nuestra vida. Cada uno ha vivido milagros y hechos prodigiosos, por la pura gracia, por el puro amor de nuestro Padre. Decidamos hoy ser esos hijos especiales que conquistan el corazón de Dios, entregándonos sin reservas, buscándolo con intensidad, cantándole con ternura, presentándonos ante Su Presencia con humildad y gratitud, y sobre todo, obedeciéndole. No hay alabanza más grata para Dios que tener en cuenta sus palabras, no hay sacrificio más grande que obedecerle, no hay holocausto mayor que hacer como Él dice (1 Samuel 15:22). 1 Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. ¿Está usted dispuesto a cantar con todo su corazón, en gratitud y obediencia a Dios? HABLEMOS CON DIOS “Amado Padre, reconozco que muchas veces mi oración y mi alabanza carecen de este amor tan intenso y profundo, pero a partir de este día anhelo que tu Santo Espíritu me enseñe a cantarte con un corazón limpio y agradecido contigo. Quiero ser un verdadero adorador que te alabe, que te adore en espíritu y en verdad, Amén”. PASAJE COMPLEMENTARIO: 2 Samuel 24:18-25 v18 Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: Sube, y levanta un altar a Jehová en la era de Arauna jebuseo. v19 Subió David, conforme al dicho de Gad, según había mandado Jehová; v20 y Arauna miró, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Saliendo entonces Arauna, se inclinó delante del rey, rostro a tierra. v21 Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo. v22 Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña. 24:23 Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio. v24 Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. v25 Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel. Salmo 95:1-11 v1 Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 95:2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. 95:3 Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. 95:4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 95:5 Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca. 95:6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 95:7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 95:8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 95:9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 95:10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 95:11 Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo. JUDITH MENDOZA VERGARA Asesora en Seguros E-mail: judymendozavhotmail Cel. 3012197529-3116742535-3154061567 Tel.7897291-Montería
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 19:31:35 +0000

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